Un nuevo estudio de gran escala sugiere que el covid-19 podría representar un importante factor de riesgo para ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares durante los tres años posteriores a la infección. La investigación, publicada en la revista Atherosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, se basó en los datos médicos de alrededor de 250.000 personas registradas en la base de datos UK Biobank.
Covid-19: advierten por el riesgo de ataques cardíacos y derrames después de tres años
La investigación se basó en los datos médicos de alrededor de 250.000 personas. Según los especialistas, aquellos que contrajeron el virus tienen el doble de probabilidades de sufrir eventos cardíacos graves.
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De ese conjunto de datos, los investigadores identificaron a más de 11.000 personas que dieron positivo para covid-19 en 2020, de las cuales unas 3.000 fueron hospitalizadas. Estos grupos se compararon con más de 222.000 personas que no contrajeron el virus en el mismo periodo. Los resultados mostraron que quienes se infectaron en 2020, antes de que existieran vacunas, tenían el doble de probabilidades de sufrir eventos cardíacos graves, como infartos o derrames cerebrales, en comparación con los que no contrajeron la enfermedad.
En aquellos que fueron hospitalizados por covid, el riesgo era aún mayor: más de tres veces superior en comparación con personas sin antecedentes de infección. De hecho, en casos graves, el virus parecía tener un impacto tan severo en el sistema cardiovascular como enfermedades crónicas, como la diabetes o la enfermedad arterial periférica.
Efectos duraderos del covid-19 en el corazón
Un hallazgo clave del estudio fue que los efectos cardiovasculares del covid-19 no disminuían con el tiempo. Según el Dr. Stanley Hazen, quien lideró la investigación desde la Clínica Cleveland, este es uno de los descubrimientos más inesperados, ya que el riesgo no parece reducirse a lo largo de los años, como ocurre con otras infecciones.
La Dra. Patricia Best, cardióloga de la Clínica Mayo, comentó que si bien es sabido que las infecciones en general pueden aumentar el riesgo de infarto, este efecto suele desaparecer rápidamente. Sin embargo, el impacto del covid-19 parece ser más persistente, lo que lo diferencia de otras enfermedades virales o bacterianas.
Los científicos aún no comprenden completamente por qué el covid-19 tiene efectos tan prolongados sobre el sistema cardiovascular. Una hipótesis es que el virus podría estar afectando las paredes de las arterias, favoreciendo la formación de placas que luego podrían romperse y causar coágulos peligrosos.
La influencia del tipo de sangre y factores protectores
El estudio también reveló que las personas con tipos de sangre A, B o AB eran más propensas a desarrollar problemas cardíacos tras una infección por covid-19 en comparación con aquellas con tipo de sangre O, que parecían tener una protección leve. Sin embargo, este grupo aún presentaba un riesgo elevado.
Por otro lado, los investigadores encontraron un dato alentador: aquellos que estaban hospitalizados por covid-19 pero tomaban aspirina en dosis bajas no mostraron un aumento en la probabilidad de sufrir ataques cardíacos o derrames cerebrales. Esto sugiere que ciertos tratamientos podrían mitigar el riesgo cardiovascular asociado con el virus.
Conclusiones y recomendaciones
El Dr. Hazen destacó la importancia de estar atentos a la salud cardiovascular de quienes han padecido covid-19, especialmente si fueron hospitalizados. Además de controlar la presión arterial y el colesterol, recomendó considerar el uso de aspirina diaria en algunos casos.
Si bien el estudio no exploró el impacto de las vacunas, Hazen sugirió que estas probablemente ofrezcan cierta protección al prevenir infecciones graves. También señaló que se necesita más investigación para entender cómo las infecciones repetidas podrían afectar el sistema cardiovascular a largo plazo.
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