Luego de 25 días liberan a empresario del transporte

El frente del domicilio particular donde se encuentra el empresario liberado tras el pago del rescate, asediado por la prensa. Anunció que no hará ningún tipo de declaraciones.

El empresario Franco Andreola, liberado en la madrugada de ayer tras el pago de 200 mil dólares, aseguró que durante los 25 días que estuvo cautivo, los secuestradores lo trataron más que bien. «Los secuestradores me trataron 200 puntos, atendiendo a todos los requerimientos que tenía», fueron las palabras de Andreola, leídas por una mujer que sólo se identificó como «una familiar», tras las rejas de la casa del empresario del transporte, en el barrio de Caballito.

Además, en el comunicado, el empresario pidió a la prensa que mantiene una guardia en la puerta de su casa que se retire para poder «tranquilizarse» y «tranquilizar a la familia. Por eso les pido que acaten mi pedido de retirarse para no molestar también a los vecinos», expresó Andreola.

En tanto, el empresario del transporte avisó que no concederá entrevistas a ningún medio de comunicación que se lo solicite, para resguardar a su familia. «No hablaremos con ningún medio y reitero mi agradecimiento por la preocupación que manifestaron. Esto es lo último y lo único que vamos a decir», agregó.

Ayer se especulaba que el empresario podría haber estado en manos de dos bandas diferentes, ya que los delincuentes que lo secuestraron en primera instancia lo « vendieron» a otra banda organizada. En ese sentido, los voceros policiales consultados detallaron que los delincuentes que mantuvieron cautivo durante 25 días al empresario no fueron los mismos que en la noche del 29 de agosto pasado se lo llevaron.

Según indicaron voceros policiales, el empresario del transporte fue encontrado en buen estado de salud, y luego de pasar por dependencias de la fuerza policial fue trasladado a su casa particular en Caballito, donde se reencontró con su familia.

Pese al hermetismo que rodeaba al caso, trascendió que la familia del empresario habría pagado un rescate de alrededor de 200 mil dólares, bastante menos que los 500 mil que habían sido exigidos por los secuestradores desde que Andreola fue privado de la libertad.

Liberación

De acuerdo con lo señalado por fuentes de la Policía, Andreola fue dejado en libertad alrededor de la 1.50 de la madrugada en la Ruta 4, a la altura de la localidad de Los Cardales, en el partido de Exaltación de la Cruz. En medio de la ruta, Andreola pudo parar a un remisero, a quien le explicó su situación.

El remisero -identificado como Claudio Puche- avisó por su radio a la agencia para la cual trabaja y se dispuso a llevarlo hasta una dependencia policial, aunque antes de que emprendiera viaje, personal de la comisaría de Alto Los Cardales llegó al lugar y trasladó a Andreola en un patrullero.

Puche dijo que el empresario estaba vestido «con un pulóver, un pantalón de jean y alpargatas, y estaba bastante barbudo», por lo cual enseguida se detuvo porque pensó que se trataba de una persona que «había sido asaltada», según contó.

Traslado

Después de que el remisero lo encontrara, Andreola fue llevado hasta una dependencia policial de la Capital Federal -la División Antisecuestros-, y alrededor de las 5.00 de la madrugada fue trasladado a su casa de Caballito. El rapto del empresario se había registrado cerca de las 24 del miércoles 29 de agosto pasado, en momentos en que participaba de un asado con otros empresarios -eran 15 personas en total- en un galpón de la firma de transportes FlechaBus, en el barrio de Barracas.

Al lugar entraron siete encapuchados armados, aparentemente aprovechando el ingreso de un micro, y les robaron el dinero y los teléfonos celulares a los empresarios que disfrutaban de la comida. Pero cuando ya se estaban retirando, vieron un Mini Cooper estacionado, preguntaron quién era el dueño y como Andreola dijo que el auto era de él, se lo llevaron cautivo.

En ese sentido, y con el hecho consumado, los investigadores tratan de determinar si en realidad los delincuentes tenían pensado llevarse cautivo al dueño de FlechaBus, Raúl Derudder, que hacía dos días había vendido un automóvil similar al de Andreola.