Pagaron u$s 140 mil por llave de armario del Titanic que pudo haber evitado tragedia

Una pequeña llave de un armario del Titanic donde estaban los binoculares especiales que podrían haber ayudado a ver el iceberg contra el que chocó el trasatlántico, fue rematada hoy en 140.000 dólares en una subasta realizada en el sur de Inglaterra, informó la prensa europea.

La llave, que se remató en el pueblo inglés de Devizes junto a otros 400 objetos del Titanic servía, de acuerdo a los señalado por la agencia Ansa, para abrir un armario donde se encontraban los binoculares especiales del famoso buque.

Esos lentes hubiesen servido para ver el iceberg contra el que colisionó el famoso buque la noche del 10 de abril de 1912.

La llave, a cargo del segundo oficial de cubierta del Titanic, David Blair, quedó en el puerto de Southampton y no viajó con el trasatlántico en su recorrido inaugural con destino a Nueva York.

Más de 1500 pasajeros y miembros de la tripulación murieron cuando el Titanic colisionó contra un iceberg en el Atlántico Norte y poco después se hundió en las profundidades del océano.

Tras preguntársele acerca de la diferencia que hubiera hecho tener los binoculares, Fred Fleet, miembro de la tripulación del Titanic y que sobrevivió al desastre, dijo que "era la suficiente como para que hayamos desviado el buque antes de la colisión".

Por su parte, Alan Aldridge, portavoz de la casa de subastas Henry Aldridge, en Devizes sostuvo que la llave "es uno de los objetos más importantes del Titanic".

Sostuvo que "esa llave era crucial porque con ella se podría haber salvado al buque del hundimiento".

La llave permaneció en poder de Blair como un recuerdo del Titanic y se la regaló a su hija Nancy.

Ese objeto fue subastado junto a una postal escrita a puño y letra por Blair, donde explicaba la importancia del objeto.

Un año después del hundimiento del Titanic, Blair fue condecorado por el rey Jorge V por salvar la vida de personas en altamar.

Tras haber sido rescatado por el Majestic después del hundimiento, Blair se arrojó a las heladas aguas del Atlántico Norte para rescatar a varias personas que habían caído del Titanic al mar.