Quién fue Ulysses S. Grant, el primer estadounidense en juntar u$s1 millón

Ulysses S. Grant no tenía buenos antecedentes y era criticado por su fama de “carnicero”, aunque tenía prestigio ganado en el campo de batalla. Fue una figura histórica controvertida y discutida, un hombre que reconstruyó una Nación.

Cuando Ulysses S. Grant murió miles de excombatientes, tanto federales como confederados, asistieron a su entierro.

Cuando Ulysses S. Grant murió miles de excombatientes, tanto federales como confederados, asistieron a su entierro.

Historia.com

La guerra civil entre los estados del norte y del sur de los EEUU llevaba tres largos años de muerte y destrucción. Los norteños, a pesar de su superioridad numérica e industrial, no podían contener el ataque de los confederados, encabezados por el general Robert Lee, uno de los estrategas más brillantes que ha dado los Estados Unidos.

El presidente Lincoln no veía progresos en esta guerra fratricida. Hasta entonces, el gobierno federal había contado con tres comandantes en jefe. Winfield Scott, de larga carrera y distinguida actuación durante la guerra con México, ya estaba viejo para conducir esta guerra. Su sucesor, George Mcclellan, demostró tener más interés por la política que por la estrategia militar y nunca pudo tomar la iniciativa del conflicto. Henry Halleck tampoco estuvo a la altura de las circunstancias y apenas duró pocos meses en el puesto.

Lincoln, desesperado por encontrar a alguien capaz dar un vuelco al conflicto, se interesó en un oficial de carrera mediocre como alumno en West Point, y que después de 7 años de retiro, se había alistado y puesto a cargo del asedio de Vicksburg, ciudad clave para asegurar la navegabilidad del Mississippi. Se llamaba Ulysses S. Grant.

Ulysses S. Grant
“El arte de la guerra es bastante simple”, decía Ulysses S. Grant.

“El arte de la guerra es bastante simple”, decía Ulysses S. Grant.

Vicksburg no fue una victoria brillante, pero sí lo suficientemente efectiva como para destacar a Grant, quien había demostrado determinación y don de mando. Lincoln lo nombró general en jefe, y el conflicto cambió de ritmo.

La decisión no fue fácil. Grant no tenía buenos antecedentes: había tenido una serie de fracasos económicos en su vida civil, y algunos decían que ahogaba esas penas en alcohol.

Pero bajo su mando, el ejército federal tomó la iniciativa . No obtuvo victorias resonantes –que a veces eran derrotas disimuladas–, pero Grant se reponía, y al día siguiente, el ejército volvía a marchar.

“El arte de la guerra es bastante simple”, decía. “Descubre dónde está el enemigo y atácalo lo antes posible”.

A veces las pérdidas de vidas eran muy importantes, y Grant era criticado por su fama de “carnicero”. Distintos políticos, tanto de la oposición como del propio gabinete, instaban a Lincoln a retirarlo del mando. Llegado a esa instancia, el presidente terminaba la discusión diciendo: “Al menos pelea”.

Y así lo hizo, hasta llevar al ejército confederado a firmar su rendición en Appomattox.

Dado el prestigio ganado en el campo de batalla, Grant inició una carrera hacia la presidencia de su país.

Su actuación como primer mandatario fue muy discutida. Aunque logró la reelección gobernó por dos periodos, muchos no dudan en tildarlo como el peor presidente de la historia norteamericana –un título, cabe destacar, muy peleado –.

En realidad, aún persistían rencores. Se acusó a su gobierno de abusos en los estados derrotados. Una guerra que dejó más de 700.000 muertos, miles de lisiados y el fin de una economía basada en la esclavitud es imposible que reciba juicios imparciales.

Maniobras como las del general Sherman –amigo y confidente de Grant–, que dividió el corazón de la Confederación destruyendo todo a su paso durante la marcha hacia los puertos de Savannah y Charleston, lesionaron profundamente la capacidad productiva del Sur.

De todas maneras, Grant logró ser reelecto y se destacó por su gobierno abierto, sin discriminaciones raciales ni religiosas. Concluido su mandato, fue el primer ex- presidente que salió en un tour internacional.

Mientras intentaba postularse a una tercera reelección, tuvo un revés financiero, secundario a la quiebra de un socio de su hijo, que le hizo perder todos sus ahorros por una estafa piramidal.

Por más que William Vanderbilt –el hombre más rico de Estados Unidos y el primer americano en juntar un u$s1 millón– se ofreció a ayudarlo, Grant se dispuso a rehacer su fortuna escribiendo sus memorias.

Mientras se abocaba a esa tarea durante el verano de 1884, notó molestias en su garganta. Después de varias semanas, hizo una consulta con un especialista, quien le diagnosticó un carcinoma de laringe, secundario a su tabaquismo.

Ocultó la noticia a su familia y comenzó a escribir una serie de artículos sobre la guerra que fueron bien recibidos por el público. Fue entonces cuando Mark Twain, el famoso autor de Las aventuras de Huckleberry Finn, le hizo una oferta editorial por sus memorias, otorgándole el 70% de las ganancias sobre los libros vendidos. Con la asistencia de su secretario Adam Badeau y su hijo Frederick, escribió su autobiografía.

Ulysses S. Grant
Para concentrarse en la ardua tarea y mitigar las molestias de los dolores de garganta, Ulysses S. Grant se instaló en la casa de un amigo en Mount McGregor.

Para concentrarse en la ardua tarea y mitigar las molestias de los dolores de garganta, Ulysses S. Grant se instaló en la casa de un amigo en Mount McGregor.

A pesar de su delicado estado –que solo le permitía dormir sentado–, logró concluir sus memorias en junio de 1885.

Personal Memoirs fue un éxito editorial: Grant recaudó u$s450.000, lo que sería el equivalente a u$s150.000.000 del año 2024.

Su salud se deterioró rápidamente. El 23 de julio pidió beber agua –ya que tragaba con dificultad– y poco después de las 8 am, falleció. El presidente Cleveland declaró 30 días de duelo nacional.

Su cuerpo fue depositado en un ataúd de metal y conducido primero en tren, y después en un carruaje tirado por doce caballos negros hasta su enterratorio en Nueva York. Miles de excombatientes, tanto federales como confederados, asistieron a su entierro.

Posteriormente, su féretro fue ubicado en el Grant Memorial, uno de los mausoleos más importantes de Norteamérica.

Figura histórica controvertida y discutida, fue, sin embargo, el hombre que reconstruyó una nación. Un hombre que peleó hasta el final, tanto en el campo de batalla como en sus últimos días de vida.

“La verdad es que creo que soy un verbo en lugar de un pronombre, un verbo que significa ser, hacer y sufrir. Y he sido las tres cosas”.

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