El idioma inglés es una competencia clave para el desarrollo educativo, profesional y social en un mundo cada vez más globalizado. En Argentina, su enseñanza ganó espacio en las políticas públicas, pero aún enfrenta barreras estructurales que limitan el acceso y la calidad, especialmente en el nivel primario y en determinadas regiones del país.
Un 54% de los estudiantes de primaria reciben clases de inglés en la escuela
Existen desigualdades marcadas entre escuelas estatales y privadas, con notables variaciones regionales.
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Los estudiantes tienen, en promedio, tres horas de inglés por semana.
En Argentina, la Ley de Educación Nacional N°26.206 sancionada en 2006 establece en su artículo 87 la obligatoriedad de la enseñanza de, al menos, un idioma extranjero, entre los que el inglés es uno de ellos.
Según datos recientes de la Secretaría de Educación de la Nación en 2023, el 54% de los estudiantes de primaria y el 84% de secundaria reciben clases de inglés en las escuelas. Sin embargo, persisten desigualdades marcadas entre escuelas estatales y privadas, con notables variaciones regionales. Por ejemplo, mientras más del 90% de los estudiantes en Jujuy tienen acceso al inglés, en Formosa este porcentaje desciende al 6%.
El British Council, la organización educativa y cultural del Reino Unido, y CIPPEC publicaron un informe conjunto que analiza la situación actual de la enseñanza de inglés en el país, destacando problemas como la escasez de docentes, la falta de coherencia curricular entre niveles y la necesidad de alineación con estándares internacionales.
Actualmente, no hay una política nacional orientada a la enseñanza del inglés. Esto deja en manos de las jurisdicciones la decisión sobre su obligatoriedad, el grado/año de inicio de su enseñanza, la cantidad de horas, el enfoque pedagógico, entre otros aspectos. En este contexto, el informe plantea la situación de tres provincias distintas. La Ciudad de Buenos Aires cuenta con una alta cobertura de inglés en primaria (88%), dado que la enseñanza de inglés es obligatoria desde primer grado, aunque enfrenta desafíos en la continuidad pedagógica secundaria (77%).
En Córdoba, el 72% de los estudiantes de primaria y el 94% de secundaria reciben clases de inglés, centradas en competencias interculturales, pero con desafíos en la estabilidad laboral de docentes y asistencia a jornadas extendidas, que limita la continuidad del aprendizaje. En tanto, Jujuy supera el 90% de cobertura en primaria, tanto en escuelas estatales como privadas, aunque enfrenta dificultades para atraer y retener docentes, sobre todo en zonas rurales.
Diferencias entre escuelas privadas y estatales
Ahora bien, existen diferencias marcadas en el acceso a la enseñanza del inglés entre los estudiantes de la escuela primaria de gestión estatal y de quienes asisten a instituciones de gestión privada. Mientras apenas el 46% de la matrícula de nivel primario de gestión estatal tiene inglés, el 74% accede en la gestión privada. Esta brecha de 28 puntos porcentuales se redujo en los últimos 10 años, puesto que en 2013 la diferencia llegaba a los 37 puntos. Por el contrario, la asimetría en el acceso a la enseñanza del inglés no se registra en el nivel secundario. Si bien en 2013 había una leve diferencia en favor del sector estatal, esto se equilibró en 2023.
La cantidad de horas promedio en las que los estudiantes están expuestos a la lengua inglesa es de 3 horas cátedra semanales, tanto para el ciclo básico como para el orientado.
A pesar de los avances en la incorporación del inglés en los diseños curriculares y la expansión de la oferta en los distintos sistemas educativos jurisdiccionales, persisten dificultades relacionadas con la disponibilidad de recursos humanos calificados, la coherencia en la enseñanza a lo largo de los niveles educativos, y las brechas entre lo propuesto en los diseños curriculares y lo efectivamente implementado en las aulas.
Recomendaciones para una política pública integral
Entre los consejos clave de los especialistas del British Council se destaca la necesidad de crear equipos técnicos especializados en las secretarías y ministerios de educación provinciales y nacionales, dedicados exclusivamente a la planificación, implementación y monitoreo de políticas lingüísticas.
También se propone la necesidad de garantizar mejora continua con reconocimiento oficial, concursos regulares para cargos docentes y una progresión coherente del aprendizaje entre niveles educativos.
Otro eje fundamental es la actualización de los diseños curriculares para alinearlos con estándares internacionales como el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), estableciendo además metas claras de aprendizaje para cada año escolar.
A su vez, el informe recomienda implementar evaluaciones estandarizadas que permitan diagnosticar los niveles de competencia real en los estudiantes y orientar políticas de mejora con base en evidencia.
Finalmente, se enfatiza la necesidad de fortalecer la articulación entre los distintos niveles educativos, a fin de garantizar una progresión coherente y sostenida en el aprendizaje del idioma desde la educación primaria hasta la secundaria.
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