Para Didier Delsalle, un piloto de pruebas de la fábrica europea Airbus Helicópter, llegar a la cima del Monte Everest “no fue una locura”, sino el resultado de “mucho tiempo de trabajo en equipo para demostrar la capacidad de esta máquina para llegar a esas alturas”.
Una hazaña inigualable, posarse con un helicóptero en la cima del mundo
Si bien el hecho se concretó hace 16 años, ahora Delsalle reveló detalles desconocidos de aquella gesta que asombró al mundo.
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Delsalle, explicó detalles de su hazaña esta mañana a través de una Webinar de la que participaron periodistas especializados.
El 14 de mayo de 2005, a las 7 de la madrugada (hora local), Delsalle estableció el récord mundial de aterrizaje de helicóptero a mayor altitud cuando su Eurocopter AS350 Squirrel aterrizó en la cima de 8.848 metros del monte Everest, alcanzando una altura de poco más de 29 mil pies, algo totalmente extraordinario para un helicóptero.
“Debimos trabajar mucho tiempo y tuvimos un par de intentos fallidos porque las autoridades consideraban que no estaban dadas las condiciones de seguridad operacional para realizar el intento”, explicó Didier.
“Además –dijo- había que convencer a los jefes de Airbus de que llegar a esa altura era posible, hubo que hacer todo tipo de ajustes y trabajar sobre los motores y toda la logística. Fue una tarea ardua, pero la pudimos concretar entre todos”.
Tanto el vuelo como el aterrizaje en la cima fueron registrados por multitud de cámaras y otros equipos para validar el registro. Después de asentarse en la cima del mundo durante 3 minutos y 50 segundos, despegó y regresó al aeropuerto Tenzing-Hillary en Lukla, Nepal.
Detalló que “fueron varios intentos antes de poder posarnos. Nos acercamos varias veces a la cumbre sin poder asentarnos. Teníamos solamente una ventana de 3 semanas durante el mes de mayo para poder realizar la prueba debido a las condiciones meteorológicas, después nos tendríamos que volver sin haberla podido concretar”.
“Finalmente el 14 de mayo logramos acercarnos lo suficiente a la cima y tocar con los patines el suelo, aunque esto no lo pudimos saber con exactitud hasta que vimos las grabaciones y los registros y tuvimos la certeza de que finalmente habíamos logrado lo que nos habíamos propuesto”, relató.
Sin embargo, esta confirmación no estuvo exenta de incertidumbres y broncas, Didier contó en el encuentro virtual, que “la primera vez que logramos asentar en la cima, registramos todo con las cámaras que teníamos a bordo, pero había una cámara en el fuselaje del helicóptero, que estaba en una caja inviolable, de manera tal que pudiese ser solo abierta por los supervisores para registrar el dato y que éste fuese inalterable”.
“Cuando volvimos del primer vuelo donde habíamos tocado la cúspide, al abrir la caja, nos dimos cuenta que la grabación del momento no estaba. Llenos de bronca decidimos con el equipo volver y hacer un segundo intento al día siguiente, en el que logramos también asentar, pero grande fue la sorpresa cuando vimos que una vez más, la cámara no había registrado el momento”, detalló.
Sucedía que la caja con la cámara había sido diseñada para aeroplanos, por lo que se ponían en funcionamiento cuando superaba las 30 millas por horas, en cambio cuando estábamos tocando la cumbre, el helicóptero estaba bajando sin desplazamiento, por lo que la cámara no funcionaba.
Explicó que luego de estas frustraciones, y con la amargura de no tener el registro de una hazaña semejante, recurrieron a las autoridades de control aéreo internacional a los fines de buscar una solución al tema, y allí recibieron la noticia que los llenó de alivio: en realidad la cámara no había dejado nunca de funcionar y ellos, como jueces del registro, tenían la manera de poder ver todo lo que había grabado.
Este logro había requerido pruebas exhaustivas en el sitio, especialmente debido a la baja presión atmosférica disponible para los rotores del helicóptero, los vientos superiores a 299 km / h (186 mph) en estas altitudes y el agotamiento de oxígeno tanto para Delsalle como para el motor de su helicóptero.
Delsalle tuvo que encontrar áreas de corrientes descendentes y ascendentes para completar el vuelo, "encontré una corriente ascendente tan fuerte que pude levantarme casi sin energía", contó, al tiempo que celebraba que tanto esfuerzo no hubiera sido en vano.
Delsalle utilizó una versión prácticamente estándar del Eurocopter AS350 Squirrel B3, solo eliminando elementos innecesarios, como asientos de pasajeros, para reducir el peso estándar en 120 kg (265 lb) y así extender el rango de combustible de 1 hora.
Didier se unió a la Fuerza Aérea Francesa en 1979 como piloto de combate. Dos años más tarde se convirtió en piloto de helicóptero, participando en operaciones de búsqueda y rescate durante los siguientes diez años.
Luego, Delsalle trabajó durante cinco años como piloto de pruebas e instructor en la escuela de pilotos de pruebas EPNER en Istres , Francia. Posteriormente, Delsalle fue contratado por Eurocopter , el mayor proveedor de helicópteros del mundo y una subsidiaria de la European Aeronautic Defence and Space Company, como piloto de pruebas jefe responsable de los pequeños helicópteros de la familia monomotor, y más tarde de los helicópteros NH90 más grandes que se estaban desarrollando. (ahora en servicio) para numerosas fuerzas armadas.
No fue la única hazaña de los helicópteros de Airbus, ya que el 25 de septiembre del 2019, el recientemente fabricado H145 aterrizó en la cima del Aconcagua, la cima más alta de América, culminando a 6.962 metros.
Se trata de la primera vez que un helicóptero bimotor aterriza a esta altitud, confirmando el rendimiento y la amplia envolvente de vuelo del nuevo H145.
Esta misión se desarrolló bajo condiciones extremas debido a las condiciones atmosféricas de la zona y al clima invernal. La aeronave despegó desde Mendoza y voló 30 minutos hasta el pie del Aconcagua, donde comenzó su ascenso.
Tras un ascenso de 15 minutos, el helicóptero aterrizó en la cima a las 13:45 a una temperatura de -22ºC. A bordo se encontraban el piloto de pruebas Alexander Neuhaus acompañado del ingeniero de pruebas en vuelo Antoine van Gent.
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