Las Constelaciones Familiares se han transformado, a través del tiempo, en una filosofía de vida y son aplicables a la vida entera, ya que nos permiten alcanzar nuevas miradas y comprensiones más amplias sobre aquello que no fluye en nuestro diario vivir. Lo que es necesario ajustar y ordenar en ocasiones lo percibimos mediante la persistencia de una determinada situación, por la repetición de un problema, y otras veces por la dificultad de resolver un conflicto a pesar de los intentos de solución.
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Las Constelaciones Familiares al servicio de nuestro bienestar
Las Constelaciones son aplicables a la vida entera, ya que nos permiten alcanzar nuevas miradas y comprensiones más amplias sobre aquello que no fluye en nuestro diario vivir.
Las mismas llegaron de la mano de Bert Hellinger, un teólogo, pedagogo, filósofo y terapeuta alemán. Desde sus comienzos hasta hoy, han tenido múltiples transformaciones que las hicieron evolucionar hacia estados de conciencia cada vez más elevados, reflejando así la búsqueda que como seres humanos estamos alcanzando en este tiempo, tanto en lo personal como en lo colectivo.
Las Constelaciones Familiares nos brindan información sobre aquello que mueve nuestras decisiones y nuestra existencia entera desde dimensiones que no reconocemos “a simple vista”. Nos posibilitan estar cada vez más libres y disponibles para alcanzar nuestra realización en todos aquellos ámbitos personales y también en nuestro desarrollo espiritual.
Las Constelaciones, los ejercicios sistémicos y las intervenciones que se realizan, están al servicio de la paz en nuestras vidas y con la Vida.
Conocer los Órdenes del Amor –como parte del andamiaje filosófico de las CF-, nos permite que el amor circule en todos sus aspectos en nuestra vida, y desplegar el funcionamiento armónico de nuestras relaciones: entre padres e hijos; entre hermanos; con la pareja; en cuanto a la salud y la enfermedad; en referencia al trabajo o la profesión; con la economía; con el éxito…
Estos Órdenes son patrones universales que rigen las relaciones humanas y son aplicables a todos, ya que trascienden cualquier diferencia religiosa, filosófica, cultural, social …
Cuando alguno de ellos no se respeta, emergen los conflictos, las demoras, los bloqueos, los obstáculos y las dificultades que imposibilitan el fluir hacia la abundancia y la buena vida.
Desde que nacemos somos parte de un sistema de relaciones familiares. Pertenecemos a un sistema primario junto a nuestros padres y hermanos si los hubiere. Además formamos parte de un sistema más amplio, que se llama ‘familia extendida’. La misma está compuesta por tíos y primos, entre otros. De esta manera vamos siendo parte de sistemas cada vez más extensos: educativos, laborales, sociales, generacionales, colectivos... Todo aquello que seamos capaces de ordenar en relación a nuestra familia de origen es lo que luego se va a extender y a impregnar las relaciones que construyamos posteriormente.
Todas nuestras relaciones van a estar atravesadas y condicionadas por los órdenes y desórdenes que aún conservamos en nuestro interior. A medida que vamos ordenando algo en particular, al mismo tiempo otros asuntos comienzan a destrabarse, ya que en nuestro interior todo se relaciona y se influencia entre sí, aunque sea desconocido por nuestra conciencia.
Las Constelaciones sacan a la luz la información que necesitamos concientizar sobre nuestra historia personal y sobre la “herencia invisible” que recibimos de nuestros antepasados. Y nos revelan a través de movimientos e imágenes las implicancias que mantenemos con ellos. Por ejemplo, podemos estar implicados con sus destinos difíciles, experiencias dolorosas, situaciones traumáticas, duelos no realizados, amores no correspondidos, relaciones inconclusas …
Este conocimiento de “lo pendiente” o “no resuelto” que nos encuentra con la memoria ancestral es una de las claves para comprender la información que nos atraviesa y nos conduce a vivir determinadas experiencias, independientemente de nuestra elección.
A través de las Constelaciones podemos despejar el propio camino y atrevernos a dar aquellos pasos que nos acercan a nuevas posibilidades para vivir en armonía y en sintonía con nosotros mismos, con los otros y con la vida.
Consteladora Familiar para Editoriales Khan.
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