21 de octubre 2022 - 00:01

Llegaron los u$s700 millones del BID: se utilizarán para financiar importaciones

El dinero se aplicará para que, entre noviembre y diciembre, las industrias importadoras tengan divisas para liquidar insumos y maquinarias.

Mauricio Claver Carone.

Mauricio Claver Carone.

Télam

Sergio Massa respira tranquilo. Desde hoy tendrá a disposición unos u$s 700 millones de libre disponibilidad aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); los que, según fuentes del Ministerio de Economía, se utilizarán para financiar importaciones destinadas exclusivamente a sostener el ritmo de producción industrial. Y, según prometen en el Palacio de Hacienda, generarán más divisas dado que se priorizarán los sectores exportadores.

“Será capital de trabajo y dinero que se pagará sólo”, afirmaban ayer dentro de Hacienda, explicando el destino que tendrá el dinero girado por el organismo financiero, que por primera vez en su historia destina fondos con la característica de Libre Disponibilidad. Se trata de un paquete de Financiamiento Especial, explicado desde el banco como una línea destinada para cobertura de “necesidades de financiamiento de corto plazo, así como para proteger el gasto social a grupos vulnerables y en infraestructura, mientras se implementan reformas para reducir el déficit público, promover la estabilidad de los precios y asegurar la sostenibilidad de la deuda”.

La novedad del caso es que es la primera oportunidad que el BID entrega dinero a la Argentina que no tiene un destino específico y mensurable, sino para permitir que el Gobierno ejecute política económica, cambiaria y comercial. Según explicaba el propio BID, “contribuirá a fortalecer las finanzas públicas, asistirá los esfuerzos encaminados a la estabilidad de precios, y apoyará el fortalecimiento de la balanza de pagos”.

Si bien el préstamo tiene un plazo de amortización de siete años y un período de gracia de tres años y una tasa de interés basada en la SOFR (Secured Overnight Financing Rate, tasa de referencia en dólares); si Argentina demuestra un uso positivo del dinero, podrá ampliar la línea. La intención oficial es ahora mostrar que esos u$s 700 millones se aplicarán a aumentar las exportaciones en sectores clave que necesiten mantener un flujo activo de importaciones, y que con los dólares del BID se supere el cuello de botella de fin de año para financiar el ingreso de insumos y bienes de capital.

La tranquilidad de Massa ante la llegada del préstamo, además de los beneficios financieros y comerciales, es que en su momento su activación tambaleó. Fue ante los acontecimientos de las últimas semanas de septiembre, cuando la continuidad de Mauricio Claver Carone cayó en una crisis que derivó en su eyección de la conducción de la entidad. Esta línea, inédita para el BID, fue negociada por Massa el 7 de septiembre pasado, y anunciada en el encuentro que el ministro mantuvo con el entonces presidente del banco Claver Carone y que simbolizó el cambio de actitud entre ambas partes y el inicio de una nueva etapa de relación financiera productiva.

Sin embargo, días después Claver Carone entró en crisis con la entidad y fue renunciado y se temió por la aprobación del crédito. Fue la amistad entre el ministro de Economía y el norteamericano titular del BID, lo que destrabó que por primera vez el banco rompiera una tradición que se remonta a su fundación, y que implica que la entidad solo libera dinero a tasas subsidiadas y de fomento, para proyectos de infraestructura clásica como rutas, puertos, electricidad, energía fósil o cualquier otro destino dentro de motivaciones dirigidas a la producción o el desarrollo, así como destinos vinculados a servicios educativos, administrativos o de salud. Al momento de la salida de Claver Carone, Massa activó sus líneas de contactos diplomáticos con el BID, para que la línea no se caiga, algo que finalmente no ocurrió.

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