16 de junio 2022 - 08:58

Legislativas en Francia: la extrema derecha, a un paso de consumar su arraigo

Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, podría formar un grupo parlamentario por primera vez en 35 años.

La líder de extrema derecha en Francia, Marine Le Pen.

La líder de extrema derecha en Francia, Marine Le Pen.

Foto: Global Happening

Tras los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas, la extrema derecha de Marine Le Pen acaricia la posibilidad de formar grupo parlamentario por primera vez en 35 años y ganar peso en la escena política en Francia.

Este hito, que aún debe confirmarse en el balotaje del domingo, coronaría la estrategia de más de una década de "normalización" de la imagen, no del programa, del partido de Le Pen, tras décadas instalado en el papel de voto protesta.

"La Agrupación Nacional (RN) tendrá un grupo y un grupo importante", indicó este martes en la radio RTL la líder ultraderechista, para quien su formación "es el primer partido de Francia" y llegó en cabeza en "11.300 municipios".

Con un 18,68% de votos en la primera vuelta de las legislativas, los candidatos de RN no consiguieron en verdad capitalizar la dinámica positiva de Marine Le Pen que consiguió un 23% de votos en la primera ronda de la presidencial de abril y más del 41% en la segunda vuelta.

En un contexto de campaña electoral marcada por el duelo entre la alianza centrista Juntos del presidente Emmanuel Macron y el frente de izquierdas (Nupes) de Jean-Luc Mélenchon, el partido de Le Pen llegó en tercera posición el domingo.

Según las proyecciones, de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), Juntos lograría de 255 a 295 y la Nupes de 150 a 210. Aunque mucho menor, el batallón de extrema derecha sería superior a los ocho de 2017 y su líder tendría de nuevo su banca.

Los sondeos le dan de 5 a 45 diputados. Para formar grupo necesita al menos 15 parlamentarios y si lo logra, podrá ganar peso en los debates, ya que en Francia los presidentes de grupo cuentan con más tiempo para intervenir o pueden pedir un receso de la sesión.

Otro motivo de satisfacción para el campo de Marine Le Pen fue la eliminación en la primera vuelta de las legislativas del líder ultraderechista rival Éric Zemmour, a cuyos electores tendió la mano el domingo de cara a la segunda vuelta.

Además, otro aspecto importante para un partido con más de 20 millones de euros de deuda es que puede cobrar 1,64 euros cada año por cada voto. Con sus más de 4 millones de votos, esto representaría unos 6,9 millones de euros anuales de dinero público.

"Tradicionalmente", el resultado de la ultraderecha, ya sea con Marine Le Pen o su padre Jean-Marie al frente, "cae mucho o incluso se hunde" entre una presidencial y unas legislativas, explicó a la cadena LCI Frédéric Dabi, del instituto Ifop.

Pero "RN aguanta bastante bien" y registró "un muy buen resultado", agregó Dabi. En 2017, la líder ultraderechista obtuvo un 21,5% en la primera vuelta de la presidencial y, semanas más tarde, un 13,2% en la primera ronda de las legislativas.

"El único vencedor respecto a 2017 de esta primera vuelta es RN, que progresa" y "aumentará sus escaños" tras el balotaje del domingo, abunda el director general delegado de Ipsos France, Brice Teinturier.

La extrema derecha contaría así con grupo propio en la Asamblea por primera vez desde 1986, cuando el entonces Frente Nacional -rebautizado Agrupación Naciona-- de Jean-Marie Le Pen obtuvo 35 escaños, pero el sistema electoral era diferente.

En Francia, los electores solo pueden escoger a un sólo diputado por su circunscripción, mediante un sistema mayoritario a dos vueltas que imposibilita que partidos como el RN consiga una representación acorde con sus votos a nivel nacional.

Este sistema rige desde 1958, pero el presidente socialista François Mitterrand decidió en 1986 introducir una dosis de proporcionalidad, por lo que la circunscripción pasó a ser el departamento y cada partido presentaba una lista de candidatos.

Los escaños de cada departamento se atribuían según los votos recabados por cada lista, lo que permitió al partido de Le Pen ganar en representación. En 1988, Mitterand disolvió el Parlamento tras su reelección y volvió al sistema anterior.

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