26 de febrero 2009 - 22:25

Investigan las causas del accidente del avión turco en Amsterdam

Restos del avión.
Restos del avión.
Cuarenta investigadores examinaron el jueves los restos y las cajas negras del avión comercial turco que el miércoles se estrelló cerca del aeropuerto de Amsterdam-Schiphol para averiguar las causas del accidente, que causó nueve muertos y 86 heridos.

Sesenta y tres personas, entre ellas 127 pasajeros y siete miembros de tripulación, seguían hospitalizadas, seis de ellas en estado crítico, declaró Theo Weterings, alcalde de la localidad en la que se sitúa el aeropuerto de Schipol-Amsterdam, durante una conferencia de prensa.

El Boeing 737-800 de la aerolínea Turkish Airlines, que había despegado el miércoles de Estambul con 134 personas a bordo, se estrelló a las 10H31 locales (09H31 GMT), en un campo arado, a tres kilómetros del aeropuerto de Schiphol-Amsterdam, causando la muerte de nueve personas.

Estas son cinco turcos y cuatro estadounidenses, anunció Weterings.

"Tras un día y medio, podemos anunciar la nacionalidad de las nueve víctimas: se trata de cinco ciudadanos turcos y de cuatro ciudadanos estadounidenses", declaró a la prensa el alcalde.

Entre los heridos sólo quedan dos cuya nacionalidad se sigue desconociendo, añadió.

"El avión quedó muy dañado, es una verdadera ruina: que tanta gente llegara a salir por su propio pie es realmente sorprendente, algunos hablan de milagro", declaró Fred Sanders, portavoz de la Oficina de Investigación para la Seguridad, encargada de investigar en el lugar de la catástrofe en Holanda.

El avión se partió en tres pedazos, sus reactores se desprendieron de la carlinga, sin que se produjera ninguna explosión o incendio.

"El hecho de que no prendiera fuego ayudó mucho", dijo el portavoz. "Hay una marca de frenado muy corta en el suelo, parece que cayó sobre un ángulo derecho", subrayó. "Esto podría indicar que no avanzó" mucho después de estrellarse, que "ninguno de sus motores seguía funcionando".

Según la cadena de televisión CNN-Turk, el aparato tuvo que ser examinado en dos ocasiones la semana anterior al accidente: el 18 de febrero por un problema en un ala y el 23 de febrero se impidió su despegue por un incendio en el sistema de alerta general.

A bordo del Boeing 737-800 se encontraban 53 holandeses, 51 turcos, siete estadounidenses, tres británicos, un alemán, un búlgaro, un finlandés, un italiano y un taiwanés, según Weterings.

Unos 70 familiares de las víctimas llegaron a Holanda a bordo de un vuelo especial procedente de Turquía.

La Oficina de Investigaciones y de Análisis (BEA) analizaba en París las cajas negras del aparato.

"Se están analizando en estos momentos. Se debería saber más después del fin de semana", declaró Sandra Groenendal, una portavoz de la Oficina de Investigación para la Seguridad.

La investigación sobre el terreno, que arrancó el miércoles por la noche, deberá "establecer si hubo errores que pudieron ser evitados, si hay un responsable", declaró una portavoz de la fiscalía, Annemiek van Eck.

"Los primeros resultados de la investigación podrían darse a conocer dentro de unas semanas", precisó Fred Sanders, pero las conclusiones oficiales no llegarán hasta dentro de un año probablemente, agregó.

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