Los municipales porteños firmaron la primera paritaria del año en el rango de aumentos salariales que promueve el Gobierno nacional, de 60 por ciento. El Sutecba, gremio mayoritario en el sector, acordó con el Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires ese incremento para este año en siete cuotas a partir de enero. La suba será monitoreada a lo largo de todo el convenio mediante revisiones mensuales. Además se acordó un proceso de pase a la planta permanente de trabajadores transitorios, y a ese estadío intermedio de contratados sin estabilidad alguna.
Municipales firman con Larreta primera paritaria: suba del 60% (como pide Massa)
El aumento se dará en siete tramos e incluirá revisiones mensuales. El gremio reclamó además que “ningún trabajador esté por debajo de la línea de pobreza”.
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El entendimiento, con impacto directo sobre 62 mil trabajadores estables de la Ciudad y proyección sobre otros tantos que dependen del Estado porteño y que están regidos por otras modalidades, definió una suba de 6% con los sueldos de enero a ser pagados esta semana; de 5% en febrero, 9% en abril, y a continuación cuatro cuotas de 10% cada una en junio, agosto, octubre y diciembre. El año pasado el Sutecba había suscripto una paritaria con revisiones que terminó con una suba global de 97%, dos puntos por encima de la inflación del período.
Se trata del primer acuerdo salarial en línea con el planteo del equipo económico que conduce Sergio Massa y que adelantó en exclusiva este diario: el objetivo es que las primeras subas del año se correspondan con el 60% de pauta inflacionaria plasmada en el Presupuesto 2023, con el compromiso de disponer revisiones y correcciones inmediatas en caso de verse superada esa expectativa en el valor de las canastas básicas. La primera revisión pactada en el acta será en los primeros días de marzo.
“También acordamos el pase a planta permanente de todos los trabajadores que revisten en planta transitoria, y a la transitoria de los que están contratados desde hace siete años o más”, le explicó a este diario Alejandro Amor, secretario adjunto de Sutecba. El dirigente explicó que el gremio buscará en el proceso de revisiones darle validez “a la bandera de que ningún trabajador municipal esté por debajo de la línea de la pobreza”. La canasta que mide esa situación de ingresos se situó en enero en 152 mil pesos para una familia tipo de cuatro integrantes. Amor admitió que “muchos trabajadores” de la ciudad cobran salarios por debajo de ese valor.
El mapa de trabajadores de la ciudad de Buenos Aires alcanzados directa o indirectamente por esta paritaria contempla un universo total de 160 mil personas. De ellas, 62 mil están regidas por el convenio marco de municipales porteños; otros 21.900 pertenecen a las fuerzas de seguridad del distrito y, si bien no cuentan con una negociación como la de Sutecba, suelen quedar asociados al mismo incremento, en tanto que los restantes se dividen entre docentes (con una discusión salarial propia que involucra a 17 gremios) y médicos y personal de salud. Además de los municipales de planta permanente hay 20 mil empleados en situación transitoria, es decir sin la estabilidad que consagra la ley de Contrato de Trabajo, y otros 1.200 figuran como contratados.
El acuerdo tiene implicancias en varios niveles: se trata de un gremio con gravitación en la interna de la CGT, resuelta en sus niveles superiores a darle validez a la pauta salarial ideada por el ministro de Economía, Sergio Massa. Además el gremio tiene como condición saliente su vínculo estrecho con el jefe de Gobierno de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que a su vez mantiene una amistad de años con Massa.
En paralelo ayer fracasó una audiencia en la negociación paritaria entre la Asociación Bancaria y las cámaras que nuclean a las entidades financieras. El gremio que encabeza Sergio Palazzo se declaró “en estado de alerta y movilización” y no descartó la implementación de medidas de fuerza. La próxima audiencia será el jueves que viene. El sindicato hizo saber que se declaró de ese modo “ante la negativa patronal de presentar una propuesta que contemple y satisfaga las necesidades de las y los trabajadores bancarios” y advirtió que un eventual acuerdo deberá contemplar, además del ajuste del sueldo de este año, “una solución al tema del Impuesto a las Ganancias mientras se discuten los proyectos presentados sobre la modificación a la ley”.
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