25 de junio 2020 - 00:00

Intendentes en la trinchera: blindan distritos ante eventual traslado de pacientes con Covid-19

Un grupo de intendentes y legisladores de la quinta y sexta sección se desligan de la situación del AMBA ante el Covid-19 y "cierran" sus localidades pese a decreto provincial.

Intendentes y legisladores blindan distritos ante eventual traslado de pacientes con Covid-19.

Intendentes y legisladores blindan distritos ante eventual traslado de pacientes con Covid-19.

La creciente suba en los casos de Covid-19 y la consecuente ocupación de camas en los hospitales del AMBA llevaron a que el gobierno nacional, en conjunto con la Provincia y CABA, tome la decisión trascendental de extender la cuarentena. El anuncio que se realizará en las próximas horas tendrá como objetivo principal achatar lo más que se pueda la curva de contagios. Para esto, el presidente Alberto Fernández comunicará un endurecimiento de las medidas vinculadas al aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO).

La medida se da justo en el momento en el que se cumplen los 100 días de cuarentena y tendrá como principal lema el concepto de no perder el esfuerzo realizado hasta hoy. La situación es clara. Las camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) ya superaron el 50 por ciento de ocupación y desde Salud entienden que la cuenta matemática no falla: a más casos, más internaciones.

Ante el primer pico de contagios, con más de 2 mil positivos diarios (y subiendo), de los cuales cerca del 90 por ciento pertenecen al AMBA, la idea de trasladar pacientes hacia algunos municipios toma forma en el ejecutivo bonaerense como parte de un esquema habitual que, llegado el caso, podría intensificarse.

Operativo blindaje

Este escenario eventual despertó la crítica tanto de intendentes del interior como de diputados y senadores bonaerenses. Más allá de que varios se manifestaron en contra de la posibilidad de que la Provincia derive pacientes a otros distritos por fuera del Conurbano ante un cuadro de ocupación de camas extremo, en concreto fuentes del ministerio bonaerense le dijeron a Ámbito que “teniendo en cuenta el nivel de ocupación de camas en el AMBA, el gobierno de la Provincia diseñó diferentes estrategias en caso de que colapse el sistema. Una de ellas es el traslado de extrahospitalarios, pacientes leves o que necesiten aislamiento, hacia centros comunitarios que se desarrollaron en los diferentes municipios y que funcionan en clubes o en sindicatos”.

Este traslado está contemplado en un decreto que lleva la firma del gobernador Axel Kicillof. En la ordenanza se aclara que la resolución N° 694/2020 del Ministerio de Salud, “contempla la posibilidad de aislamiento en establecimientos extrahospitalarios de pacientes con diagnóstico de Covid-19 con signosintomatología leve sin criterio de internación, en aquellos casos en los que no se cumplan los criterios para aislamiento en domicilio” y “que se propicia la creación del ‘Fondo de Asistencia Municipal para la Atención No Hospitalaria de Pacientes con Covid-19’, con el objeto de contribuir financieramente con los Municipios a solventar los gastos que se deriven, exclusivamente, de la atención de pacientes con coronavirus en los centros asistenciales temporales que al efecto hayan dispuesto y que cumplan con los requisitos de funcionamiento y atención que establezca el Ministerio de Salud”.

La reacción en el mundo político se dio a partir de las declaraciones del intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, quien dejó en claro que no firmará el convenio por el cual la Provincia se hace cargo con dos mil pesos por paciente de los gastos relacionados a su contención. “La cuestión central es que si alguno de estos pacientes recibidos tuviera algún agravamiento de su cuadro y fuera necesario, el municipio tiene que hacerse cargo de atenderlos e internarlos en habitaciones individuales del hospital o en terapia intensiva llegado el caso. A partir del análisis y evaluación que realizamos, reafirmamos la postura de no firmar este convenio”.

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La reacción en el mundo político se dio a partir de las declaraciones del intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, quien dejó en claro que no firmará el convenio.

La reacción en el mundo político se dio a partir de las declaraciones del intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, quien dejó en claro que no firmará el convenio.

A partir de su voz, otros protagonistas políticos de la quinta y sexta sección también tomaron partido al respecto. Esteban Reino, intendente de Balcarce, aseguró que “no hay personal ni estructura extra hospitalaria para poder recibir pacientes Covid-19. Los balcarceños somos solidarios y vamos a colaborar con la Provincia en lo que esté a nuestro alcance, pero tenemos que pensar primero en nuestra comunidad”; mientras que su par de Lobería, Juan José Fioramonti, aseveró que “no puedo firmarlo porque entiendo que es asumir un compromiso para el cual Lobería no está preparado para hacerlo".

De todos modos, desde la Provincia dejaron en claro que “es posible un esquema de traslados dentro del sistema integrado como se suele hacer de un municipio a otro. Como pasó con Villa Itatí y Villa Azul, que se derivó hacia Florencio Varela, Berazategui y Almirante Brown. Pero no se piensa llevar a alguien a más de 100 kilómetros”, aseguro un funcionario de Salud provincial. Y sentencia que “los intendentes saltan porque quieren mandarle un mensaje a su electorado”.

Sin embargo, la respuesta categórica de Lunghi llama la atención teniendo en cuenta de que la ciudad se encuentra en Fase 5, sin casos, y con una gran cantidad de camas extrahospitalaria sin uso en el hospital infantil local, los dormis del Campus, la Parroquia del Carmen y hoteles que ofrecieron sus instalaciones. El problema es que Tandil es referencia es referencia de la quinta sección. Y la posición local es no recibir pacientes de municipios vecinos algo que sucede a menudo por contar con un sistema de salud más preparado que otros distritos de la zona más chicos.

La barrera es un antecedente peligroso para un municipio que se aferra al paciente cero y que, a la vez, ya dejó en claro que si el virus tuviera circulación local la situación se manejaría de otra manera.

En Bahía Blanca, el intendente Héctor Gay se mostró más moderado y le dijo a este diario que “si hay un desborde, nuestro hospital estará a disposición”. Sin embargo, el diputado provincial de Juntos por el Cambio, Andrés de Leo, cercano al jefe municipal, sostuvo en declaraciones a un medio local que “no me parece justo que los lugares en donde se hizo un esfuerzo para que no se propague el virus tengan que hacerse cargo del mal manejo que hay en el Conurbano. Esto deja a las claras que no hubo una buena previsión a pesar de estar teniendo una cuarentena muy extensa y costosa".

Pero no todos piensan lo mismo en la cámara baja bonaerense. Los diputados provinciales del bloque 17 de noviembre, Mario Giacobbe y Fabio Britos, advirtieron sobre la aparición de “un debate mezquino” en la dirigencia “que pretende dividir a los bonaerenses en el derecho y acceso a los servicios de salud de cada municipio”. Y aseguraron mediante un comunicado que “así como los distintos municipios recibieron respiradores y equipamiento médico tanto de la Nación como de la Provincia, y también en muchos casos ampliaron la cantidad de camas, ahora deben responder con la solidaridad que las circunstancias requieran a las demandas que vayan apareciendo”.

Así también lo dejó en claro un integrante del grupo de los 6 intendentes independientes de la provincia, el mandamás de Necochea, Arturo Rojas, quien enviará al HCD local el convenio para que sea aprobado y dejó en claro que “el sistema de salud de por sí es solidario”.

A horas del anuncio del endurecimiento de la cuarentena, algunos intendentes optaron por dejar de lado la mirada solidaria y prohibir el ingreso de pacientes extrahospitalarios pese a que, desde la Provincia, no creen que sea necesario.

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