26 de noviembre 2020 - 00:00

Temporada 2021: expectativas y desafíos de un verano atípico

Los municipios costeros se preparan para recibir a los turistas a partir del 1 de diciembre. Los avances sanitarios, el temor ante las fiestas clandestinas y una fuerte presencia de los propietarios.

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El próximo martes el país vivirá una experiencia inédita. A partir de ese día, el turismo general quedará habilitado tras más de ocho meses prohibido debido a la pandemia y su consecuente cuarentena.

El 1 de diciembre, uno de los sectores más golpeados por el virus del Covid-19 volverá a funcionar. Y, como no podía ser de otra manera, la expectativa es muy alta. A sabiendas de que no será una temporada habitual, los municipios turísticos más importantes de Buenos Aires afinan detalles de cara al período más esperado del año.

El pasado martes el gobierno bonaerense aprobó los protocolos en común que regirán para todos los destinos en temporada. El eje estará puesto en la distancia social, el lavado de manos y el uso de tapabocas. Se trata de 13 protocolos pensados para lugares de alojamiento, playas y balnearios, campings, turismo rural, agencias de viaje, parques temáticos y atracciones y enoturismo.

El ejecutivo provincial aclaró que no se permitirán actividades deportivas grupales ““en las que no pueda garantizarse la distancia preventiva de dos metros entre personas”. Misma medida que aplicará “entre sombrillas”, mientras que la capacidad máxima por sombrilla y por carpa “será determinada por cada municipio”.

En tanto, en las playas públicas se sumarán a las medidas generales de distanciamiento y uso de tapabocas la desinfección periódica de sanitarios públicos que deberá ser garantizada por los gobiernos municipales, así como la disponibilidad de lugares adecuados para lavado de manos con agua y jabón y alcohol.

Respecto de los lugares de alojamiento, no se habilitarán los espacios comunes como sala de estar y salones o de juegos, y que los desayunos y comidas incluidas en la tarifa “deberán suministrarse en la habitación o en la modalidad para llevar.

Por otra parte, las piscinas podrán funcionar solo al aire libre y con un sistema de turnos que garantice su funcionamiento al 30% de la capacidad, mientras que en los campings se habilitará un aforo del 50%, con acampe parcela de por medio.

En esos lugares, las mesas, piletas de lavado, parrillas y fogones se podrán utilizar respetando la distancia de 2 metros entre personas que no pertenezcan al mismo grupo conviviente, mientras que el uso de baños y vestuarios funcionará con turnos.

Municipios se puso en contacto con los intendentes y secretarios de turismo de seis de los distritos más convocantes de la Provincia para saber cuáles son las verdaderas perspectivas ante la inminente línea de partida.

Sin dudas, el fin de semana pasado fue una gran prueba piloto para todos los distritos. Las 40 mil personas que llegaron al Partido de La Costa, los 15 mil que arribaron a Villa Gesell y otros 5 mil en Miramar ponen en evidencia un dato concreto: ante la imposibilidad de viajar al exterior (ya sea por cuestiones económicas, de salud o cierre de fronteras) los propietarios no residentes, en su mayoría, elegirán pasar el verano en sus casas.

El caso de Pinamar es muy claro al respecto. En la ciudad costera viven 45 mil personas, pero la cantidad de plazas es de 330 mil. Esto significa que el distrito vive todo el año con el 13 por ciento de su capacidad total. “Vamos a tener el 100 por ciento de ocupación de ese 87 por ciento”, sostiene Juan Ibarguren, secretario de Turismo local en diálogo con Municipios.

La explicación es simple: “Hay muchos propietarios no residentes que ya están instalados para quedarse toda la temporada. Gente que este año decidió no dar en alquiler su casa y quedarse en Pinamar. Incluso, muchos vinieron a vivirse acá porque el teletrabajo se los permite”, sostiene. Y agrega que “estamos teniendo más actividad en la comparativa con otros años en la misma época”.

El panorama en General Alvarado, con Miramar como ciudad cabecera, es diferente. Pero no por eso menos venturoso. El intendente Sebastián Iannantuony le dice a este medio que “la expectativa está puesta en que todo lo que es casas y departamentos pueda estar alquilado hasta febrero. En un principio creímos que iba a ser una temporada al 30 o 35 por ciento y hoy vemos que lo que en un momento era un techo del 50 por ciento hoy puede ser más”.

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Y en relación a la situación local Iannantuony explica que “sabemos que no va a ser un verano para hacer diferencias económicas. La intención principal es mover la rueda porque la preocupación general está en la sostenibilidad del empleo. El esfuerzo hacia la temporada va justamente en pos de sostener las fuentes de trabajo. Será una temporada inédita en lo sanitario y atípica en lo económico. Pero nos va a dejar algo como comunidad”.

Para Gustavo Barrera, intendente de Villa Gesell “los análisis hoy son prematuros. En su momento había mucha incertidumbre por lo que hay que darle algunos días más. Hubo muchas consultas y se alquilaron muchas viviendas. Esto se va a empezar a dilucidar recién a mediados de diciembre”.

Los destinos costeros vienen trabajando firmemente en la intención de aprovechar cada uno de los kilómetros de playa con los que cuentan para desalentar el amontonamiento en los puntos céntricos. En Mar del Plata, el ejecutivo municipal tendrá presencia en las zonas de mayor afluencia para recordarles a los turistas las diferentes opciones con las que cuenta la ciudad. “Tenemos 42 kilómetros de playa y queremos aprovechar todo lo que se puede. Hacia el norte, desde el Museo del Mar hacia Constitución hay muchas playas públicas; lo mismo hacia el sur, para el lado de Chapadmalal. Contamos con muchas opciones para poder estar tranquilos. Nuestro enfoque claramente está en el aire libre, pero dependemos de la responsabilidad individual. La forma de cuidarnos es cumpliendo los protocolos”, le dice a Municipios Federico Scremin, presidente del Ente Municipal de Turismo (EMTUR).

El desafío sanitario

Desde el inicio de la pandemia, los municipios costeros vienen trabajando en esta temporada. Con los protocolos ya establecidos por Provincia y la prueba piloto de lo que fue el primer mes desde el arribo de los propietarios no residentes, los distritos se ponen frente a la prueba más complicada: el manejo operativo de la situación epidemiológica.

Para Arturo Rojas, intendente de Necochea, “hay un esfuerzo enorme de las áreas municipales para llegar de la mejor manera. Va a ser una temporada atípica, pero tenemos que hacer un esfuerzo enorme. Fortalecimos el sistema sanitario y vamos a tener tres postas para extendernos hacia las playas del sur. Vamos a tener mucha señalización y el refuerzo de ambulancias de la Provincia. Fortalecimos los protocolos mientras armamos una unidad sanitaria modular que nos bajó Nación”.

Su par de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara le cuenta a este medio que “conseguimos el hospital modular, una ambulancia 4x4 y una equipada exclusivamente para Covid-19. Además, tenemos el hotel de Sosba con convenio disponible para alojar a todo aquel que tengamos que aislar”.

El último fin de semana largo fue la gran prueba piloto para todos. Y en Miramar aprovecharon para llevar adelante diferentes acciones de cara al inicio de la temporada. “Probamos de habilitar la circulación peatonal en las transversales para descomprimir la principal. Vimos que hay cosas por modificar y ya estamos trabajando en eso”, dice Iannantuony. Y agrega que “vamos a tener postas sanitarias locales que van a estar orientadas a Covid-19. Estaremos atentos a sintomatología, tomaremos oxígeno en sangre, temperatura y pruebas de olfato. Además, podremos hisopar y analizar en la ciudad. En dos horas tendremos 30 muestras simultáneas para poder identificar y reorientar en caso de que sea necesario el regreso a casa”.

En todos los distritos de la costa, luego de un sacudón, los casos comenzaron a bajar y hoy en día están dentro de la media provincial. En ese sentido, Scremin sostiene que “los protocolos no se toman vacaciones. La gente tiene que entender que aunque sean vacaciones, hay ciertas reglas que aprendimos y que no podemos darles descanso”.

El peligro de la noche

Si hay un aspecto en el que todos coinciden es en el desafío de la nocturnidad. La preocupación ante a las fiestas clandestinas es uno de los principales temores. “La mejor forma para que no se generen fiestas es ofrecer propuestas de acuerdo a la situación que estamos viviendo”, sostiene Ibarguren. Y agrega que en Pinamar “pensamos en el aire libre para que haya contenido durante la noche. Es la forma más firme para desalentar los encuentros clandestinos”.

En la misma línea, en Monte Hermoso, Dichiara bajará una hora la nocturnidad. “hay mucha preocupación por los jóvenes y la noche en la playa. Los paradores van a cerrar a las 3.30 porque no queremos generar el marco para que se organicen fiestas que nos pueden complicar”. A su vez, explica que “sancionamos una ordenanza con multas desde 100 mil pesos para los inmuebles donde se constaten fiesta de más de 20 personas y ruidos molestos. Son multas que se las cobraríamos al contribuyente con la tasa del mes siguiente”.

En Mar del Plata, tomaron una decisión similar. A través de una ordenanza el HCD aprobó triplicar las multas por fiestas clandestinas. Scremin sostiene que “vamos a contar con un teléfono para hacer las denuncias pertinentes para impedir este tipo de eventos que ya sucedían y que estimamos se van a intentar repetir”. Y suma que “es por eso que generaremos cierta oferta con lugares responsables que ayuden al municipio en el control”.

Como ya dejó en claro la Provincia, los boliches estarán prohibidos como lugares de baile. Sin embargo, los que tengan espacios al aire libre podrán funcionar como bares. “Los que puedan funcionar como restaurantes lo harán, pero actividad de baile no está permitida”, sostiene Barreda, en relación a Gesell, una de las ciudades más elegidas por los jóvenes.

A menos de una semana del inicio de la temporada, los municipios afinan los detalles para poder lograr el mejor verano posible.

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