El último año dejó en claro que la recesión en la construcción no perdona. Ferrum, la histórica fabricante de sanitarios fundada en 1911, atravesó un ejercicio duro: la empresa informó ventas por $103.200 millones, un 32% menos en términos reales que en 2023/24, y un resultado final negativo de $1.244 millones. Después de varios años de ganancias, la compañía cerró en rojo.
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Ferrum sufrió el golpe de la recesión en la construcción: pérdidas, caída de ventas y ajustes en planta
La fabricante de sanitarios cerró el ejercicio con una pérdida de $1.244 millones y una reducción de personal tras la parada de su planta de Pilar.
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Por la crisis de la construcción, cayeron fuerte las ventas y ganancias de la empresa de sanitarios Ferrum
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El freno en la construcción le pegó fuerte a Ferrum: sus ventas cayeron 46%

La empresa no solo paró la producción sino que también redujo personal para hacerle frente al nuevo escenario.
El propio Directorio describió con crudeza la situación en su memoria anual: fue un “ejercicio partido en dos”. Entre julio y diciembre de 2024, explicó, se produjo “una fuerte retracción de la demanda, con caída abrupta de la facturación y la necesidad de adecuar turnos, reducir personal y parar la planta de Villa Rosa (Pilar)”. Esa decisión, inevitable, marcó la primera mitad del año.
La segunda parte, entre enero y junio de 2025, trajo algo de aire. Se verificó “una leve recuperación de volúmenes, aunque acompañada por la baja de precios en el mercado interno, lo que impidió recomponer márgenes”, sostuvo el Directorio.
Menos producción, menos ventas
La caída del sector de la construcción se trasladó directamente a las cifras de Ferrum. La producción de artefactos y accesorios sanitarios se desplomó de casi 1,5 millones de unidades a 850 mil. En el mercado local, las ventas bajaron a 1,3 millones de unidades, mientras que las exportaciones apenas superaron las 74.000, casi sin variaciones interanuales.
El segmento de bañeras reflejó con nitidez la parálisis: de las 17.196 vendidas en 2023/24, se pasó a 10.867 en el último ejercicio, con una producción reducida a menos de la mitad.
El dato no sorprende si se mira el contexto sectorial. El INDEC marcó que la construcción cayó 22,4% en la segunda mitad de 2024, justo cuando Ferrum decidió frenar su planta. Y si bien entre enero y junio de 2025 hubo un rebote del 10,8%, en el acumulado del año la actividad cerró con una baja del 9,4%. En el subrubro “artículos sanitarios de cerámica”, la caída llegó al 17,4%.
Un margen que se esfumó
En números duros, la compañía consiguió mantener una ganancia bruta de $38.426 millones, con un margen del 37,2% sobre ventas. Pero ese margen se redujo casi 10 puntos respecto del año anterior y no alcanzó para cubrir la estructura.
Los otros gastos operativos se triplicaron, hasta los $10.080 millones, por la reestructuración de personal, las previsiones por incobrables y los costos asociados a la parada de la planta de Pilar. Así, el resultado operativo se desplomó 96%, a apenas $607 millones.
En el frente financiero, hubo una mejora: las pérdidas netas fueron de $2.347 millones, mucho menores que los $17.326 millones del año previo, gracias a la baja de la inflación y a menores tasas. Sin embargo, el alivio no bastó.
El ajuste fue inevitable. Los gastos de administración y comercialización se redujeron un 34,6%, reflejo de una estructura más liviana. El Directorio defendió estas decisiones: “Se trabajó en adecuar la producción y los gastos a la nueva realidad del mercado, preservando la sustentabilidad de la empresa”.
Lo que viene
Con una caja operativa positiva y un patrimonio neto de $159.028 millones, Ferrum encara el futuro con una mezcla de prudencia y esperanza. El Directorio se apoya en las proyecciones del Banco Central, que prevén para 2025 una inflación del 27,3% y un crecimiento del PBI del 5%. Sin embargo, advierte que “la incertidumbre política y la volatilidad financiera siguen siendo factores que pueden condicionar el consumo, las exportaciones y la recuperación de la construcción”.
En otras palabras, la empresa cerró un año muy difícil, con pérdidas y menos producción, pero también con señales de resistencia y unaa estructura financiera todavía sólida.
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