Julia Flehser Koch se consolidó como la mujer más acaudalada del mundo al recibir un patrimonio de 60 mil millones de euros. Esta enorme fortuna pasó a sus manos tras el fallecimiento de su esposo, quien era el millonario más rico de Manhattan.
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Quién es Julia Koch, la granjera que logró ser la mujer más rica del mundo
Heredó un patrimonio de 60 mil millones de euros tras el fallecimiento de su marido David Koch, uno de los mayores millonarios de Estados Unidos.
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El ex vicepresidente de Koch Industries falleció a sus 79 años por un cáncer de próstata. Su viuda, Julia Koch, recibió su gigantesco legado. Además de la suma de dinero, también heredó el 42% de la participación de la empresa petrolera junto a sus tres hijos.
Con su fortuna sobrepasó a todas las personalidades femeninas. Françoise Bettencourt Meres, la heredera del capital de L´Oreal. Meyers estaba afianzada en el primer puesto de las mujeres más millonarias con 49 millones de euros hasta que Julia Koch la sobrepasó por más de 10 millones.
La historia de amor entre Julia y David Koch
Julia le transmitió el amor por el arte a su marido
Julia y David se casaron en 1996 pero su relación comenzó mucho antes. La primera vez que se vieron fue en una cita a ciegas que organizaron sus amigos a principios de esa misma década. Y seis meses después ambos volvieron a coincidir. Después de su casamiento, la comunidad la admiraba por animarse a estar en pareja con uno de los hombres más ricos de estados Unidos a pesar de sus 22 años de diferencia de edad.
La vida de Julia Koch antes de conocer a David
Antes de su relación, Julia trabajó en el ámbito de la moda como asistente del diseñador y modista Adolfo Faustino Sardinña. En este puesto llegó a atender a grandes estrellas. Entre sus clientas figuraba la primera dama estadounidense, Nancy Reagan. Según The Times, Julia la asistió en su vestuario de manera regular en la Casa Blanca.
El primer contacto que tuvo la mujer más rica de estados unidos con la moda fue cuando su madre abrió un local de ropa, al poco tiempo de mudarse de la granja de su infancia. Ella se enamoró del rubro al acompañar a su madre a Nueva York. En este lugar se produjo su debut laboral, trabando como modelo para el diseñador Tracy Mills.
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