10 de agosto 2019 - 00:01

"El vino argentino tiene grandes posibilidades en Europa"

Matthieu Naef, CEO de Grupo Colomé, habló con Ámbito sobre el presente de la compañía y del sector, las oportunidades que genera el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, y el potencial argentino en el mercado internacional.

Matthieu Naef, CEO de Grupo Colomé.
Matthieu Naef, CEO de Grupo Colomé.

Nacido en México, Matthieu Naef fue designado como nuevo CEO de Grupo Colomé, propietario de las bodegas Colomé y Amalaya, donde se elaboran los vinos en los viñedos más altos del mundo. En una entrevista con Ámbito habló sobre el presente de la compañía y del sector, las oportunidades que genera el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, y el potencial argentino en el mercado internacional.

Periodista: ¿Cómo está hoy Colomé?

Matthieu Naef: La empresa está en una fase de consolidación. Estos últimos 16 años han sido de un crecimiento, un desarrollo, y una consolidación constante. Al día de hoy estamos logrando ver el resultado de todos los esfuerzos que se han hecho. Vemos un resultado muy positivo y estamos en una situación muy sana, estable. Eso no quiere decir que no tenemos que pelear para tener nuestro lugar en el mercado. Estamos en un periodo de repensar un poco lo que queremos hacer en el futuro para ser aún más competitivos e innovadores, tanto con el producto, como con la imagen y la manera de comunicar.

P.: ¿Cuánto están produciendo?

M.N.: Este año tenemos presupuestado alcanzar un volumen de 1,5 millones de litros. La capacidad máxima de la bodega se acerca a los 1,9 millones, lo que nos da todavía un potencial de desarrollo interesante. Tuvimos un año muy satisfactorio, con un crecimiento de 7% sobre todo en la línea de Amalaya. Colomé fue constante. Así que estamos contentos con los resultados.

P.: ¿Cuáles son sus perspectivas?

M.N.: Las perspectivas son para el próximo año una meta de crecimiento global del 8% de volumen de ventas. Sentimos que la línea de Amalaya, tanto el malbec y el blanco tienen mucho potencial en los mercados extranjeros. La línea de Colomé también. Estamos trabajando muy estrechamente con los distribuidores, con los importadores, para ver cómo podemos impulsar más la venta.

P.: ¿Qué papel juega el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea?

M.N.: Todavía no está firmado, ni conocemos todos los detalles de las ventajas que esto va a aportar a las distintas industrias. De nuestra producción total, el 65% va a la exportación. Por eso para nosotros es muy importante saber cuál va a ser el resultado final de esa negociación y ver cómo puede impactar, pero todavía es pronto para hacer previsiones o asumir ciertas cosas. Pero definitivamente va a estimular el comercio, la exportación. Si puede haber optimización fiscal eso va a ser de gran ayuda. Al día de hoy, de la forma que estamos trabajando con nuestra red de distribución en el mercado internacional, estamos muy contentos. Obviamente, sí el tratado va a beneficiar a todos, a todas las bodegas.

P.: ¿No les preocupa la competencia de vinos europeos en el mercado argentino?

M.N.: El mercado argentino me recuerda un poco al español. Aunque España esté en el centro del mercado europeo, rodeado de países como Francia o Suiza, no llegan los vinos de otros países. Porque ellos toman su propio vino y el turismo que va toma vino español. Entonces hay muy poco presencia de vinos extranjeros. Creo que puede pasar lo mismo acá, que nos gusta el vino de nuestra tierra. Yo creo que por la lejanía y los costos de transporte no sé si va a tener mucho sentido para los distribuidores mandar vino europeo hacia Argentina. Yo creo que acá tenemos mucho talento, mucho potencial, que estamos sacando vinos mejores cada año, así que no lo veo como una amenaza.

El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea va a beneficiar a todos" (Matthieu Naef, CEO de Colomé)

P.: ¿En cambio es una oportunidad para los vinos argentinos?

M.N.: El vino argentino tiene grandes posibilidades en Europa. Definitivamente. Veo que es una oportunidad de aquí para allá, no en sentido contrario. Obviamente, si podemos enriquecer la oferta de vinos en la Argentina sería estupendo para mejorar el conocimiento y la diversidad. Si un país produce excelentes vinos hay que realmente promoverlos a nivel nacional primero. Yo no creo que para el mercado argentino tenga un impacto negativo.

P.: ¿Cómo está hoy el sector?

M.N.: Creo que cada bodega tiene una historia diferente, un marketing diferente, portafolio de vinos diferentes, cada bodega se defiende en mercados distintos. Nosotros, siendo una empresa que exporta más del 60% de sus vinos, tomando en cuenta la tasa de cambio dólar-peso eso nos ha beneficiado, y nos ha permitido mantenernos estables y con mayor seguridad financiera. Eso no significa que no tenemos que seguir peleando para buscar distribuidores más sólidos, más confiables en el extranjero. E internamente, en la Argentina, tenemos que seguir defendiendo ese 35% de nuestra actividad, fidelizando los clientes, tratando de hacer aumentos paulatinos con mucha cautela, porque sabemos que nuestros clientes están muy sensibles al alza de precios. Siento que si logramos mantener nuestra posición 65% y 35% en cuanto a exportación y mercado local veo buenas perspectivas para el futuro.

P.: ¿Cuánto fue el traslado de precios?

M.N.: Absorbimos una parte de la inflación. El alza de precios nosotros la hacemos cada seis meses, a diferencia de otras bodegas que lo hacen más frecuentemente. Eso es algo que tratamos de respetar y creo que los clientes lo agradecen, porque saben exactamente cuándo vamos a hacer cambios. No hicimos ajustes demasiado agresivos, por debajo de la inflación. Internamente hicimos ajustes superiores o iguales a lo que fue la inflación, para todo lo que es sueldos y gastos. En esta época en que hay gran cantidad de bodegas en Argentina que están tratando de vender en el país, nosotros logramos absorber parte de eso y por eso decidimos no aumentar demasiado. Y hacerlo de una forma más progresiva y en fechas específicas, y así nuestros clientes pueden anticiparse para actualizar sus listas de precios.

P.: ¿El dólar hoy les juega a favor?

M.N.: Ha sido algo positivo. Eso nos ha ayudado a compensar el alza de costos operativos, gastos fijos de la empresa. De alguna manera nos ha permitido hacer un balance. Eso ha sido una ventaja en este último año.

P.: ¿Les parece bien el valor en el que está?

M.N.: Si se puede mantener así sería sano. Podemos esperar alguna corrección en el mediano plazo. En la Argentina la economía es muy sensible a los cambios políticos. El país ha tenido altibajos en el pasado. Ahora teniendo en cuenta la cercanía de las elecciones prefiero no especular. Siempre hay cambios de último momento, pero por ahora confiamos en que la situación va a seguir así para el próximo año.

P.: ¿Cuál es la fortaleza del vino argentino?

M.N.: Muchas bodegas están produciendo grandes vinos en la Argentina. Hoy cuando vas a una tienda de vinos ya no sabés que elegir porque hay muy buenas propuestas, desde vinos económicos hasta de alta gama. Todos ofrecemos propuestas que se parecen. Algunos se distinguen porque se han atrevido a hacer propuestas más innovadoras. Yo creo que la industria Argentina puede innovar, puede dar nuevas propuestas; lo que no se tiene que hacer es bajar la calidad a favor del volumen, porque el cliente el día de mañana lo que más y más va a estar buscando es un vino honesto, de producción sustentable, de calidad, y va a querer tomar algo especial, único. Y no necesariamente una botella que tiene un diseño diferente.

P.: ¿Y cómo se hace para diferenciarse?

M.N.: La diferencia va a estar en el contenido de la botella. En el sector de la investigación y desarrollo hay mucho potencial. Creo que podemos invertir un poco más en el desarrollo de los productos, y en la calidad del servicio, en la atención, en cómo tratamos a nuestros clientes. El vino no es solo un producto de comercio; el vino tiene toda una dimensión cultural, es parte del patrimonio del país. Realmente, el día de hoy no siento que estemos vendiendo un producto de trading, estamos vendiendo un producto cerca de la gente. Creo que culturalmente podemos evolucionar un poco en cómo estamos vendiendo el vino. Algunas bodegas lo están haciendo muy bien. Pero yo creo que el público va a esperar nuevas experiencias de parte de las bodegas a futuro. La gente quiere conectarse más con el producto que con el simple hecho de comprar una bodega conocida.

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