Operativo “Gran Hermano” para disuadir protesta en Plaza de Mayo

“El que corta no cobra”, fue el mensaje en trenes y colectivos. Gobierno apuntó a Polo Obrero y a denuncias.

protesta. Fuerzas federales y la Policía de la Ciudad custodiaron la protesta que concluyó ayer en la Plaza de Mayo.

El Ministerio de Seguridad, a cargo de su titular Patricia Bullrich, comenzó temprano en la jornada de ayer a disuadir la protesta social -la primera en la gestión Milei- con un particular método. Desde la mañana se registraron carteles en estaciones de trenes y en colectivos con la leyenda “El que corta no cobra”, con el objetivo de recordar a aquellos que se movilizaran que en caso de ejercer el derecho a protestar solo lo podían hacer “en lugares habilitados porque cortar una calle es un delito penado por ley”.

“El que corta no cobra. El Ministerio de Seguridad de la Nación informa: si va a ejercer su derecho a protestar tome en cuenta que sólo lo puede hacer en lugares habilitados. Recuerde que cortar una calle, avenida o una ruta es un delito penado por ley”, a través de carteles led ubicados en la terminal de trenes, colectivos y subtes. También se escuchó la misma frase en altoparlantes en estaciones de trenes.

La frase repetida hasta el hartazgo a las masas trabajadoras que se acercaron al microcentro en la primera mañana, parecía evocar el método de 1984, el libro de George Orwell, en el cual El Partido recuerda a la población constantemente y en todo lugar cuál es su lema (“La guerra es la paz, La libertad es la esclavitud, La ignorancia es la fuerza”).

Pero las comparaciones no sólo terminan ahí puesto que también hubo una revisión a cargo de efectivos de la policía, los cuales se subieron a los transportes públicos de los principales accesos para impedir que los manifestantes llegaran a la marcha. Según se pudo ver en distintos videos difundidos por los usuarios, los uniformados también filmaron y pidieron documentos de identidad.

A su vez, se implementaron drones para grabar a los manifestantes y un sistema de reconocimiento facial para identificarlos.

La advertencia de la cartera tuvo como telón de fondo el nuevo “protocolo” en torno a la protesta social. En este sentido, Seguridad también agregó que de sufrir “alguna extorsión” para concurrir a la manifestación pueden “denunciarlo anónimamente llamando al 134”.

En el medio, los distintos canales de televisión registraron durante todo el día escenas de trabajadores enfrentados entre sí por la implementación del protocolo y la protesta social, en una jornada en la cual pocos recordaron el aniversario del estallido social de 2001.

En tanto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que “empieza un camino que no tiene vuelta atrás” y destacó la línea 134, que recibe denuncias de amenazas o intermediarios en el cobro de los planes sociales.

Sobre este último punto, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, afirmó en conferencia de prensa que el Polo Obrero, una de los convocantes, “maneja una caja de 5.461 millones de pesos, siempre extorsionando o maltratando a la gente que necesita estos planes y tiene necesidades”.

“Hasta el momento se recibieron 8.900 denuncias en la línea 134”, reveló el funcionario, al tiempo que aseguró que “buena parte de estas denuncias aportan datos relevantes de organizaciones o nombres de punteros que sirven para empezar a asignar responsabilidades en términos penales”.

De acuerdo al comunicado oficial del Ministerio de Seguridad, del total de denuncias unas 660 tenían “relevancia”. El mismo texto de la cartera conducida por Bullrich hizo mención a desalojos de micros con “posibles manifestantes” y “posibles piqueteros” a la altura del Peaje Pilar.

Por su parte el presidente, Javier Milei, abandonó Casa Rosada mucho más temprano que en otras ocasiones. Poco después de las 15.30, un rato antes de que confluyan en Plaza de Mayo las distintas organizaciones, el jefe de Estado salió por la explanada de la Casa de Gobierno.