Existe un antes y un después en la sexualidad de las mujeres luego de un diagnóstico de cáncer de mama; y durante la primera etapa, muchos son los interrogantes. ¿Qué cambiará en mi? ¿Cómo me van a afectar estos cambios? ¿Y cómo le van a afectar a mi pareja? ¿Qué será de mi vida sexual? ¿Podré seguir disfrutando de las relaciones sexuales?
Cáncer de mama y sexo: ¿Cómo convivir con uno sin perder el otro?
Disfrutar de una vida sexual libre y plena es viable para mujeres que padecen cáncer de mama, pero para ello, es necesario vivir los cambios físicos con naturalidad.

Un estudio mostró desigualdades a la hora de acceder al tratamiento del cáncer de mama.
Continuar con una vida sexual activa y disfrutarla es perfectamente posible para aquellas mujeres que padecen la enfermedad; pero es importante no resignarse y saber que pueden mejorar su calidad de vida. Incluso, esto nos presenta la oportunidad de replantearnos cómo vivimos nuestra sexualidad y cómo queremos continuar viviéndola.
Un tercio de las mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de mama pueden presentar algún tipo de disfunción sexual, y más del 70% sufren de atrofia vaginal, que es una de las consecuencias más comunes producto de los tratamientos indicados. Esta patología puede producir dolores durante las relaciones sexuales producto de la sequedad e inflamación de las paredes vaginales. Lo más importante es siempre consultar con un especialista, contarle los síntomas que producen las molestias y así empezar el tratamiento adecuado lo antes posible.
Afortunadamente, la tecnología avanzó mucho, y con ella también la medicina; por lo tanto hoy, vivir una vida sexual plena y placentera durante el tratamiento es posible. Por ejemplo, para sortear la sequedad vaginal, en pacientes que tienen contraindicada la hormonoterapia local, podemos utilizar cremas y lubricantes vaginales tópicos, aplicar vitamina E de manera local, y/o hacer un tratamiento con Láser de Erbio, el método más efectivo hasta el momento.
Hoy, el láser está revolucionando la medicina alrededor del mundo y es aplicado con éxito en diversas especialidades médicas. Se trata de un tratamiento que en tan solo tres sesiones de 20 minutos cada una, ayuda a devolver el trofismo natural de la vagina estimulando la renovación del colágeno, beneficiando la estructura vaginal a través del aumento del espesor de la mucosa y mejorando la lubricación.
Es un tratamiento indoloro, rápido y de aplicación simple, que llegó al país para ayudar a las mujeres a vivir plenamente y sin situaciones incómodas. Este láser tiene altos niveles de efectividad, ya que alcanza un 80%, y los resultados son percibidos por las pacientes entre la primera y la segunda sesión, y van mejorando progresivamente hasta sentir el resultado final al mes de la última. Este tratamiento también es utilizado para tratar síntomas por pérdidas de orina, y laxitud vaginal.
Disfrutar de una vida sexual libre y plena es viable para mujeres que padecen cáncer de mama, pero para ello, es necesario vivir los cambios físicos con naturalidad y prestar atención a las necesidades y a las preocupaciones para que la enfermedad afecte lo menos posible a las relaciones íntimas.
(*) Directora médica de Sens Medical y especialista en uroginecología.
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