La reelección de Donald Trump ha reconfigurado el panorama mundial, generando tanto entusiasmo como incertidumbre en los mercados. Trump propone políticas fiscales expansivas, como recortes de impuestos y tarifas a las importaciones. Aunque estas medidas podrían beneficiar a ciertas industrias en EEUU, la imposición de tarifas elevadas hacia China y México afectaría el comercio global. Las tarifas encarecerán los productos importados, elevando la inflación y obligando a la Reserva Federal a controlar un potencial rebrote inflacionario. El aumento del gasto público financiado con deuda podría presionar el mercado de bonos en EE.UU., elevando los rendimientos a largo plazo.
La reelección de Donald Trump: ¿quiénes son los sectores ganadores y perdedores de esta nueva etapa?
La victoria de Donald Trump y su agenda fiscal expansiva marcan un cambio en el comercio global, la política monetaria y el valor del dólar, beneficiando a algunas industrias estadounidenses, pero afectando a mercados emergentes y sectores dependientes del comercio exterior.
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La reelección de Trump podría ejercer presión sobre la Reserva Federal en varios frentes. Históricamente, Trump ha criticado las decisiones de la FED y ha expresado su deseo de influir en la política monetaria. Es probable que su administración promueva políticas fiscales expansivas que aumenten la inflación, lo que obligaría a la FED a reconsiderar su estrategia de tasas de interés.
En el ámbito de las relaciones internacionales, Trump busca volver a una postura de negociación dura, especialmente en defensa y comercio. En su primer mandato, cuestionó la permanencia de EEUU en la OTAN, exigiendo que Europa asuma una mayor carga financiera.
Con conflictos activos en Ucrania y en el Medio Oriente, un EEUU menos comprometido en alianzas tradicionales preocupa a la comunidad internacional y podría aumentar las incertidumbre geopolítica, impactando a los mercados europeos y emergentes, afectando negativamente el crecimiento de estas regiones.
En este contexto, tras la victoria de Trump, el mercado ya muestra claros ganadores y perdedores.
Los ganadores con la reelección de Donald Trump
Entre los beneficiados se destacan criptomonedas y empresas relacionadas al trading de criptoactivos como Coinbase, empresas de mediana y baja capitalización (que operan a través de los ETFs MYD e IWM), bancos (XLF) y las grandes empresas tecnológicas conocidas como las Magnificent 7: Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet - la empresa matriz de Google, Meta Platforms - antes conocida como Facebook, Nvidia y Tesla.
El enfoque de desregulación de la administración de Trump impulsa el rendimiento de las acciones de este tipo de empresas al reducir restricciones y facilitar fusiones y adquisiciones. Esto crea un entorno favorable para su crecimiento y aumento en la rentabilidad, especialmente en el sector bancario y financiero.
En el sector tecnológico, se espera un entorno regulatorio más favorable para las criptomonedas así como también para las Big Techs consideradas activos estratégicos en la competencia con China.
Esto podría traducirse no solamente en bajas de impuestos sino que también en un alivio de sanciones, lo cual podría beneficiar a Google que atraviesa un importante caso de antimonopolio, y facilitaría que grandes empresas puedan seguir consolidando su posición de mercado.
Por el lado de las empresas más pequeñas (representadas por los índices MYD e IWM), que en su mayoría están más orientadas al mercado doméstico, podrían beneficiarse de incentivos fiscales, aranceles a competidores extranjeros y contratos gubernamentales, impulsando sus ventas y competitividad local.
Además, estas compañías cotizan a menos de 15 veces sus ganancias futuras, en contraste con el mercado general, representado por el S&P 500, que cotiza a más de 22 veces sus ganancias futuras.
Los perdedores con la reelección de Donald Trump
En cuanto a los sectores desfavorecidos, es importante mencionar el posible impacto en el precio del petróleo. Esto se debe a que las políticas pro-energía de Trump podrían alentar un aumento en la producción de petróleo en EEUU, especialmente en el sector del shale. Esta expansión en la oferta podría afectar negativamente los precios del crudo, en un contexto donde también se espera una posible reducción en la demanda global como consecuencia de la imposición de tarifas al comercio global.
El proteccionismo y los aranceles contra China tendrían un impacto negativo en la industria de semiconductores, que depende en gran medida de las cadenas de suministro globales y de la interconexión con fabricantes y mercados en Asia. China es tanto un importante productor de componentes como uno de los principales consumidores de productos de semiconductores.
Finalmente, la victoria de Trump ha generado una fuerte revalorización del dólar lo que pone presión sobre las monedas emergentes, así como también sobre el precio de las materias primas, generando un entorno más desafiante para economías en vías de desarrollo. A su vez, las tarifas que recaerían sobre las exportaciones chinas, presionarían a la baja la actividad en el gigante asiático, lo cual es negativo para la actividad global y el precio de los commodities.
Gerente Comercial Wealth Management de Max Capital.
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