29 de abril 2024 - 11:19

¿Qué tan buena idea es estar prófugo?

Sin dudas huir de la justicia permite evitar ciertas obligaciones de carácter legal. ¿Pero qué tan complejo es sostener esta forma de vida?

Estar profugado es asumir que el proceso penal se complique. 
Estar profugado es asumir que el proceso penal se complique. 

Abel Guzmán, el colorista que habría matado de un tiro en la cabeza a un compañero, se habría escapado de la peluquería luego de quedar implicado en el crimen. Todas las medidas tendientes a dar con su paradero parecieran no dar resultado.

Lo buscaron en diversos lugares: Su domicilio en Merlo, en la casa de su madre en Santiago del Estero y otras localizaciones de sus conocidos sin poder dar con su paradero.

Por otro lado, parecería tener bien clara la famosa frase que reza “todos caen por los teléfonos”; dejando en claro que el principal enemigo de quien cometió un delito o se encuentra prófugo es su celular. De hecho, a los investigadores les llamó poderosamente la atención que todo el entorno más cercano del peluquero haya apagado sus móviles al igual que él desde el momento en que ocurrió el hecho.

Ahora bien, este camino tiene patas cortas sin importar que tan efectivo sea el acusado para evitar el accionar de la justicia. La realidad es que vivir al margen de la ley no solo es desgastante sino que también complejo de sostener y aún más en un caso mediático.

Otra complicación que ocurre al profugar es que, de hallarse al acusado, haya enormes posibilidades de que se lo detenga y se le dicte una prisión preventiva a la brevedad. En esas condiciones, además se hace muy complejo obtener una pronta excarcelación o una morigeración de la medida de coerción mencionada.

Esto es así porque el prófugo está evidenciando desde esa posición la existencia de riesgos procesales. ¿Cómo no va a intentar eludir el accionar de la justicia quien lo viene haciendo hasta el momento?

Es cierto que la situación del peluquero es sumamente complicada, no solo por lo mediático del caso, sino también porque el delito por el que se lo acusa es grave, y porque parecería haber pruebas en su contra. Y salvo que el video de las cámaras de seguridad que trascendió sean una creación de una inteligencia artificial, parecería ser que dichas pruebas serían contundentes.

video del crimen en la peluquería.mp4

De cualquier manera no hay casos imposibles, siempre hay una forma de llevar adelante una defensa técnica efectiva y funcional a los intereses del imputado.

Aunque ponerse a disposición de la justicia pareciera ser una decisión sumamente difícil de tomar, podría ser un gran paso para ir en ese camino. Esto le permitiría afrontar el proceso como corresponde gozando de todas las herramientas que posee la defensa en calidad de parte en el proceso penal.

Por otro lado, muchas veces ocurre que al imputado declarado rebelde se le impide designar un defensor, afectando en gran parte su derecho a la defensa. El criterio sería que no puede admitirse que quien viola las reglas del proceso tenga diálogo procesal con el juez de la causa, lo que hace que las presentaciones de él y su defensor sean improcedentes. Por ello ponerse a derecho, ayuda a evitar penas menos gravosas.

La madre de Guzmán, posiblemente sin saber todo esto, pareció entenderlo cuando recientemente dijo: “¡Recemos para que mi hijo se entregue pronto!

Estar profugado es asumir que el proceso penal se complique. Ponerse a derecho por el contrario es una muestra de buena voluntad, de predisposición, gesto que demuestra la inexistencia de riesgos procesales, y por lo tanto, una carta crucial para intentar ser excarcelado o gozar de un medio de coerción menos gravoso.

Abogado penalista

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