3 de mayo 2018 - 20:32

Willy Quiroga: "Tenemos el respeto de cinco generaciones"

Willy Quiroga: Tenemos el respeto de cinco generaciones
Willy Quiroga sonríe. No le cuesta. Es algo natural. Le gusta conversar, y se siente en cada una de sus palabras. A los 78 años, y con más de 50 al frente Vox Dei -una de las bandas fundacionales del rock argentino-, sigue vigente. Con el peso del paso del tiempo. Pero ahí, en el piso. Cerca. Terrenal. Firme, con el pulso de un conjunto que se expande y que se hace eco a través del tiempo. "Tenemos el cariño, el amor y el respeto de cinco generaciones", asegura el bajista que se estará presentado el viernes 4 de mayo a las 21.30 en Velvet Club, Salta 755.

Periodista: Pasaron 51 años de aquel comienzo con la banda: ¿Qué significa ser parte de Vox Dei hoy?

Willy Quiroga: Cuando empecé con la banda tenía un recorrido de diez años. Había estado buscando mi banda. Y, por suerte, la encontré. Por eso luego de tantos años sigo acá porque cuando la encontré, ya no me quise ir. Lástima que con mis compañeros no sucedió lo mismo. Me hubiese encantado que estuviéramos siempre juntos. Ahora estaríamos tocando en Suiza, pero ellos no tenían la experiencia, eran jóvenes. Los entiendo. Ellos creían que si les iba bien acá, en Inglaterra la iban a romper. ¿Pero cómo le vas a vender hielo a los esquimales? No se puede venderle el rock a quienes lo inventaron.

P.: Sos un hombre de mil batallas. ¿Cómo es preparar un show luego de tantos?

W.Q.: Los músicos tenemos la obligación de encendernos sobre el escenario. Este viernes vamos a tocar mucho de los clásicos en un show muy íntimo, que tiene sus connotaciones. Cuando tocamos para el Bicentenario, había millones de personas. Pero en los lugares más chicos podés ver lo que le va pasando a la gente cuando vos tocás. Es bueno ver que la persona lo está gozando.



P.: ¿Ves que alguna banda haya tomado la posta de Vox Dei?

W.Q.: Tuve la suerte de haber conocido a Chizzo, de La Renga. Fui a comer muchas veces con él. Y en una oportunidad me llevó a la sala, me dijo que me ponga el bajo e hicimos "Génesis", "Azúcar amargo" y "Libros sapienciales". Cuando terminamos, me dijo: "Para que te des cuenta de nosotros empezamos escuchándolos a ustedes".

P.: En los primeros años tenías a tu alrededor muchos grandes músicos con el correr de los años se fueron convirtiendo en piezas fundamentales. ¿Con quién de ellos te gustaría poder tocar en la actualidad?

W.Q.: Me encantaría tocar con cualquiera de los Manal y con mis compañeros del principio, pero me gusta lo que estoy haciendo ahora. Lamento mucho la muerte de Rubén Basoalto -N.deR.: baterista original de la banda-. Me acompañó 43 años de mi vida. No era un colega, era familia. Nos puteábamos, nos amábamos y nos agarrábamos a trompadas para terminar fundidos en un abrazo. Aún lo sigo esperando.

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