Hebe de Bonafini perdió ayer la gracia plena de Néstor Kirchner, que la equiparó con Estela de Carlotto, con quien la madre de Plaza de Mayo tiene un antigua reyerta sobre la «propiedad» de la lucha por los derechos humanos. Con pocos minutos de diferencia, el Presidente recibió a Carlotto y a Bonafini, por lo que ésta, que antes aventajaba a la titular de Abuelas respecto de la cantidad de visitas a la Casa Rosada, se quedó sin el trofeo que significa disfrutar de un trato preferencial.
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