26 de marzo 2020 - 00:01

Alberto pone a prueba su autoridad ante el coronavirus

Enojo del Presidente por escenas de ingresos a la Ciudad desbordados de autos en los controles. La crisis se ramifica y temen brote en el conurbano. "El mundo financiero tiene una cuota de humanidad, y lo celebro", expresó Alberto. Ayuda desde el Banco Mundial y pedido al G 20 de condonación de duda a países pobres.

Alberto sobrevuela en helicóptero el AMBA y controla en persona el acatamiento de la cuarentena.

Alberto sobrevuela en helicóptero el AMBA y controla en persona el acatamiento de la cuarentena.

Imagen: Presidencia de la Nación

Por primera vez, Alberto Fernández pone a prueba a gran escala su propia autoridad. La legitimidad obtenida en la elección en base a una coalición peronistas con Cristina Kirchner y Sergio Massa ingresa ahora en una nueva fase. El Presidente ocupa la centralidad política y está al mando de la crisis que marcará el destino de su gobierno. Y conduce no solo la política sanitaria vía Santiago Cafiero sino también la urgencia de evitar el colapso de la economía doméstica mientras la renegociación de la deuda externa asoma con tratamiento incierto.

Las escenas de los ingresos a la Ciudad de Buenos Aires desbordadas de autos y la circulación masiva de personas en los barrios de emergencia del conurbano bonaerense desafían el cumplimiento del DNU presidencial de aislamiento social obligatorio. El jefe de Estado sobrevuela en helicóptero el AMBA y controla en persona el acatamiento de la medida. "Lo que no entra con la razón, va a entrar por la fuerza", advirtió Alberto en un mensaje televisivo. "A donde los encontremos, los detenemos y les vamos a sacar los autos, porque son unos inconscientes”, sostuvo el mandatario en referencia a la violación de la prohibición de circular en los ingresos a la Capital Federal.

El diagnóstico sobre el incumplimiento de la medida en los barrios de emergencia del conurbano es más complicado. Existe casi una resignación oficial, a partir de las condiciones materiales de extrema vulnerabilidad, en casas de chapa sobrepobladas, de impractibilidad de la cuarentena. Por ahora el sistema sanitario responde ante los casos importados y sus ramificaciones. Pero la circulación local del virus enciende la alarma de la “conurbanización” del Covid-19. Una crisis dentro de la crisis que pondría de manifiesto otra dimensión del contagio.

El acatamiento de la medida es de casi 90% en el transporte público a diferencia del tránsito de automóviles en los accesos. Alberto reunió ayer al comando unificado con todas las fuerzas de seguridad junto a Cafiero, Sabina Frederic y autoridades del AMBA para evaluar medidas más restrictivas. “La reunión fue muy importante para conversar algunos refuerzos y otras medidas que se van a tomar para que se limite mucho más la circulación de vehículos particulares, sobre todo en los accesos entre el Área Metropolitana y la ciudad de Buenos Aires”, sostuvo la ministra de Seguridad, en una conferencia de prensa posterior a la reunión con el mandatario. “Hoy vimos una mayor afluencia que la que teníamos en los días anteriores”, lamentó la ministra y remarcó: “Los controles no sólo van a permanecer, sino que vamos a introducir nuevos mecanismos para que la eficacia sea aún mayor”.

Mientras el albertismo se multiplica para contener los efectos sociales y económicos de la pandemia, Cristina se mantiene al margen. No tuvo, hasta ahora, participación activa en el comando unificado ni el gabinete de crisis. Máximo Kirchner sí se muestra activo. Acompañó al Presidente a una recorrida por un hospital de La Matanza y aceita cada vez más su vínculo con Sergio Massa. El Presidente de la Cámara de Diputados coparticipa al jefe de bloque en todas las decisiones de la Cámara baja. Es tan buena la relación entre ambos que en Casa Rosada siguen con detenimiento esa sociedad política que se proyecta en la provincia de Buenos Aires también con autonomía frente a Axel Kicillof.

Atrás quedaron las misiones del FMI para revisar el cumplimiento de metas fiscales y sostenibilidad de la deuda. La urgencia financiera de la jornada fue habilitar el clearing bancario para que empresas puedan pagar sueldos. El Presidente cosechó, sin embargo, dos buenas noticias en medio de la pandemia. Fernández mantuvo en la Quinta de Olivos una videoconferencia con el vicepresidente del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, quien le comunicó la aprobación de un apoyo presupuestario para la Argentina por 300 millones de dólares, para fortalecer el sistema de protección social y minimizar el impacto de la crisis en los sectores más vulnerables.. En paralelo, el Banco Mundial y FMI emitieron una declaración conjunta dirigida al G 20 para suspender pagos de vencimientos de deuda en países pobres.

Desde hacer cumplir la cuarentena, perseguir a los infractores hasta controlar precio del alcohol en gel, recibir a la oposición, a los gobernadores y a infectólogos, la centralidad política del albertismo se potencia con la pandemia. Los soldados del Presidente están al frente. Ayer, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, el secretario de Obras Públicas, Martín Gill, y el intendente de Hurligham, Juan Zabaleta, recorrieron las obras del Hospital Modular de Emergencia que está construyendo el Ministerio, en el marco de la Emergencia Sanitaria decretada por el Gobierno Nacional para contener el Coronavirus-COVID 19.

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