9 de junio 2007 - 00:00

Nuevo cruce entre Bergoglio y el Gobierno

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, pidió ayer no maldecir "para atrás", advirtió que quienes lo hacen buscan "sacar provecho en el presente o en el futuro" y se quejó por "la falta de diálogo institucional. La respuesta oficial no se hizo esperar y llegó de la mano del ministro del Interior, Aníbal Fernández..

El Gobierno nacional rechazó las declaraciones del cardenal y consideró que el primado argentino debería ocuparse de temas religiosos y no meterse en "cuestiones políticas". En declaraciones a una agencia de noticias Aníbal Fernández sostuvo que "si a la religión se la utiliza como bandera política no es la Iglesia de Cristo".

El nuevo cruce entre las autoridades nacionales y las eclesiásticas del país se desencadenó ante las fuertes críticas a las políticas actuales que tuvo la homilía que pronunció el prelado en horas de la tarde de ayer, ante una multitud de jóvenes en la Plaza de Mayo.

El prelado durante la celebración del Corpus Christi en la Catedral Metropolitana, advirtió que "el que maldice para atrás es porque seguramente está planeando sacar provecho en el presente o en el futuro". "Sería una traición al pueblo", dijo.

En lo que pareció una alusión a la campaña proselitista porteña de cara al ballottaje del 24 de junio, donde el kirchnerista Daniel Filmus competirá con el líder de PRO, Mauricio Macri, el cardenal consideró que el pasado "también necesita ser bendecido".

"Lo que fue pecado e injusticia, no se asusten con esto que digo, también necesita ser bendecido por el perdón y la reparación", sostuvo el prelado.

Bergoglio consideró además: "Nos hace falta bendecir, decirnos bien las cosas buenas, porque no decimos bien las cosas en público". "Nos cuesta el diálogo público y tener un buen diálogo institucional", añadió.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, manifestó su descontento por los dichos del arzobispo de Buenos Aires y señaló que el religioso debería "evitar" las críticas con contenido político en sus declaraciones.

Fuentes de la cartera confirmaron que dentro del oficialismo "molestó" que Bergoglio "utilizara" su condición de líder eclesiástico para dar mensajes políticos a sus fieles. 

Además, el cardenal reiteró sus críticas a la política social actual, al considerar que en el país "todavía existen muchos sobrantes". 

Precisamente, el último cruce entre la Iglesia y el Gobierno se había desatado luego de que Bergoglio utilizara los mismos términos para cuestionar la situación argentina en el marco de la Conferencia Episcopal Latinoámericano y del Caribe, el mes pasado.

En ese momento, las autoridades nacionales le contestaron al primado argentino que debería "estudiar un poco más" antes de apuntar contra los resultados de su gestión.

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