28 de diciembre 2025 - 00:00

Presupuesto 2026: una victoria con muchos padres (o ninguno), aval de gobernadores y un PJ que se fabrica derrotas

La Libertad Avanza le pone épica a la normalidad institucional y el peronismo, a la inversa, vende tropezones al leer la ley en clave de interna partidaria. La Casa Rosada multiplica interlocutores: todos se quieren colgar la medalla. Los gobernadores necesitaban la sanción: fin de discrecionalidad y salir a los mercados para refinanciar sus propias deudas.

El Gobierno vendió como heróico algo de normalidad institucional: la aprobación del presupuesto.

El Gobierno vendió como heróico algo de normalidad institucional: la aprobación del presupuesto.

Mariano Fuchila

Por más que se haya comunicado como si fuese una gesta heroica, la aprobación de un Presupuesto es una circunstancia institucional que podría calificarse como básica. La rareza, en tal caso, fue que, hasta acá, Javier Milei haya preferido manejar su gobierno sin una pauta de gasto, reconduciendo una ley de 2023 elaborada por Sergio Massa.

En ese plano, sí es motivo de celebración que este viernes se haya sancionado el primer Presupuesto de la era libertaria. No tanto un festejo partidario, sino un alivio para el sistema: el Gobierno de La Libertad Avanza encuentra una pátina de normalidad en el plano institucional. Una ley para mostrar a los mercados que en esta segunda etapa de gestión asoman intenciones de reforzar la gobernabilidad. Un pedido que llegó también de Norteamérica y que será una carta clave para salir a la caza de financiamiento internacional.

¿El Presupuesto por sí solo mejorará la economía? No, ni de cerca. Los problemas de actividad y de consumo no se solucionan, pero al menos aparece una señal importante hacia adentro y hacia afuera. No se repetirá la anomalía de 2024 y de 2025, aunque hay atenuantes al mirar por el retrovisor: Milei en sus primeros dos años contó con un Congreso adverso y prefirió jugar en los límites, tensando los márgenes, como él mismo ha reconocido. Ahora, con la nueva composición, más favorable al oficialismo, el Presidente consiguió la aprobación de la ley de leyes. No es menor, pero tampoco es para tirar fuegos artificiales.

En lo político, quedaron mensajes tanto para LLA como para el peronismo

Una victoria con muchos padres… o con ninguno

Desde la Casa Rosada, con Milei en la fase de moderación, algo más corrido de la discusión pública, sobran interlocutores. Y todos ellos llegaron al recinto del Senado este viernes para mostrarse como los padres de la victoria. Cada cual quiso colgarse la medalla.

Victoria Villarruel luce alejada de las negociaciones de la Cámara alta. Tomaron la posta Patricia Bullrich ahora como senadora, el ministro del Interior Diego Santilli y los primos Martín y Lule Menem. Todos ellos activaron puentes con los gobernadores, y quisieron salir en la foto. En rigor, y en una política con tónica de salvadores, tantas manos adjudicándose la victoria hace que cada uno se licúe en términos personales. Podría ser un mérito, pero como nadie quiere regalar nada, termina gestando un principio de interna, donde los celos mandan.

Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/diegosantilli/status/2004724742012494242?s=48&t=uIH55tYqA8giezpK7aC5Eg&partner=&hide_thread=false

Inclusive, para quedar en el cuadro triunfalista, Santiago Caputo, más apagado post elecciones, dejó trascender que la otra ley que se sancionó el viernes, la de Inocencia Fiscal, tiene su sello. En el texto que flexibiliza el ingreso de dólares y que unta de piedad a quienes lo ingresen bajo el principio de la inocencia -como indica el mismo nombre de la ley-, fue elaborado en el despacho de la secretaria Legal y Técnica, María Ibarzábal, del riñón del asesor estrella. Caputo exhibió su incidencia para que la norma se aprobara en un trámite exprés.

Más allá de que los modos pueriles de LLA obligaron a patear a febrero la reforma laboral, en el caso del Presupuesto, en especial en el Senado, los múltiples negociadores libertarios contaban con una ventaja que les facilitó la tarea. Todos los gobernadores querían la ley, bajo el precepto tantas veces repetido de “es mejor tener un Presupuesto malo a no tener Presupuesto”.

Los mandatarios preferían contar con la pauta de gastos antes que seguir navegando en la discrecionalidad de Milei respecto al reparto de fondos. En segundo lugar, porque así como Luis “Toto” Caputo necesita el Presupuesto para que siga bajando el riesgo país, también los gobernadores tienen cuantiosos vencimientos de deuda en dólares en 2026 y ruegan que ese indicador perfore los 500 puntos para también salir a los mercados con una tasa conveniente.

De hecho, casi todos los senadores que tienen terminales en gobernación prefirieron votar el Presupuesto, aun con el polémico artículo 30, que borra los pisos para financiar la educación. Piso que, dicho sea de paso, rara vez se ha cumplido en los últimos años. El catamarqueño Raúl Jalil no había evitado la semana pasada la autonomía de los diputados de su provincia y ahora no podía dejar cabos sueltos. También Osvaldo Jaldo levantó teléfonos, al igual que el salteño Gustavo Sáenz. El ala más dialoguista de los gobernadores peronistas no dudaron en apoyar el texto del Gobierno.

Mostrarse derrotado para alimentar la interna

La foto del tablero muestra que se desmarcaron del interbloque de José Mayans la jujeña Carolina Moisés, la tucumana Sandra Mendoza y el catamarqueño Guillermo Andrada. Tres de los cinco miembros de Convicción Federal, un desprendimiento en el Senado que busca más flexibilidad para atender, si hiciera falta, las peticiones de sus provincias antes que el encuadramiento lineal del espacio.

Otros senadores alineados a gobernadores que votaron a favor: la tucumana Beatriz Ávila, los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano, la neuquina Julieta Corroza, la salteña Flavia Royón, la chubutense Edith Terenzi o la misionera Sonia Rojas Decut. Aunque ninguno de estos tributa al interbloque Popular, anteriormente Unión por la Patria, como sí lo hace Convicción Federal.

Por eso, el hecho fue leído en clave de interna del PJ y le impidió al peronismo en su conjunto mostrarse como el ganador de la discusión, por haber volteado en Diputados el capítulo 11, aquel que dinamitaba la emergencia en discapacidad, el financiamiento universitario, el régimen de zona fría, entre otras cuestiones sensibles que se lograron sostener. El kirchnerismo utilizó todos sus recursos para mostrar la pureza opositora del voto negativo; pureza que no contempla la cosmovisión de los gobernadores peronistas: necesitan herramientas para gestionar y, de yapa, no se sienten contenidos en la estructura partidaria. Una prueba de ello fueron las pasada elecciones, donde evitaron el sello Fuerza Patria para inscribirse con otros nombres de fantasía. Por eso, no se imaginan atados a pedidos verticales cuando lo que en verdad está en juego es el liderazgo, y creen que tampoco hay voces autorizadas para exigirles demasiado.

Convicción Federal Senado
El bloque de Convicción Federal votó dividido. Pesaron los pedidos de los gobernadores.

El bloque de Convicción Federal votó dividido. Pesaron los pedidos de los gobernadores.

Por caso, el riojano Fernando Rejal, otro integrante de Convicción Federal, votó negativo porque no prosperó el pedido provincial de incluir en la pauta de gastos el punto extracoparticipable que La Rioja reclama todos los años para compensar ese porcentaje que le fue quitado cuando se gestión, en la década de 1980, el sistema de reparto automático a las provincias.

En lo que hace al fondo de la cuestión, esos mandatarios entienden que el artículo 30 de la discordia no distribuye recursos, sino que pone pisos en general incumplidos. “En 20 años nunca se llegó al 6% del PBI en educación, y los últimos dos años no hubo un peso para escuelas técnicas y agrotécnicas, pero nadie se quejó”, mencionaba un jefe provincial a este medio. En la negociación parlamentaria hay cierto consenso en que los pisos evitan distribuir recursos con mayores márgenes, más en una pauta de gastos donde el 60% se destina a contención social. “Mañana ponen un 8% de piso a Defensa, y otro día un piso a cada área, y se terminó la discusión”, expresaba un opositor no K.

En el espacio de los mandatarios deslizaban que en tal caso hubo falencias de gremios educativos y del peronismo más duro en no advertir la cuestión en Diputados, donde se inicia el debate presupuestario con más posibilidades de cambiar el texto. Asimismo, estipulan que pasó bajo el radar el artículo 12, que es más dañino para la educación que el 30.

Ese artículo le da al Ejecutivo la posibilidad de cortar las transferencias a las universidades si las casas de estudios no envían una determinada cantidad de información no especificada. “Las universidades nacionales deberán presentar ante la Subsecretaria de Políticas Universitarias de la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano la información necesaria para asignar, ejecutar y evaluar los recursos que se les transfieren por todo concepto. El citado ministerio podrá interrumpir las transferencias de fondos en caso de incumplimiento en el envío de dicha información en tiempo y forma”, indica la primera parte de ese apartado.

Como sea, los gobernadores tienen varias cuentas pendientes con Nación, en especial las deudas previsionales, que intentan saldar en la Justicia pero que requiere luego que los tratos se hagan efectivos. Esas cuitas no impidieron apoyaran en el Senado el proyecto del oficialismo, sin cambiar una coma, hecho que hubiese hecho retornar el texto a Diputados.

Así, entre conveniencias propias y la tesis del mal menor, los jefes provinciales coincidieron con Milei para que la novela del Presupuesto se liquidara antes del cierre de 2025. Ahora, quedan otras tramas más espinosas en la agenda parlamentaria, pero para eso habrá que esperar a febrero.

Dejá tu comentario

Te puede interesar