Con la llegada del extremo calor, muchas familias volvieron a pensar en la pileta como una solución para sobrellevar el verano. Ya sea para evitar gastos en clubes, reducir salidas o aprovechar el patio, la instalación de una piscina doméstica reapareció como una alternativa atractiva. Sin embargo, el desembolso inicial es solo una parte del gasto total, ya que el mantenimiento y los accesorios elevan de manera considerable la inversión final.
Cuánto sale instalar una pileta para el verano 2026: precios, opciones y costos reales
Se trata de una de las opciones más solicitadas para sobrellevar el calor extremo. No obstante, la instalación es solo una parte de los gastos.
-
Alerta por ola de calor: cómo protegerse de las temperaturas extremas y cuidar la salud
-
Ola de calor en Buenos Aires: 8 consejos para protegerse de las temperaturas extremas
Crece el valor de la instalación de piletas.
Las opciones más económicas continuaron siendo las piletas de lona y las estructurales, que no requirieron trabajos de construcción y se montaron en pocas horas. De acuerdo con un relevamiento, una pileta inflable redonda con anillo superior se consiguió desde $70.000, mientras que una Pelopincho de tamaño mediano se ubicó cerca de los $200.000. En modelos rectangulares de mayor porte, como una Intex de 300 x 200 x 75 centímetros, el precio trepó a $340.000.
A esos valores se sumó la compra de accesorios básicos, entre ellos el cubrepileta y la base protectora, que insumieron alrededor de $30.000 adicionales.
Piletas de fibra de vidrio y prearmadas
Un escalón por encima aparecieron las piletas de fibra de vidrio y los modelos prearmados. Estas alternativas ofrecieron mayor durabilidad y comodidad, aunque exigieron un presupuesto más alto. Los precios arrancaron en torno a $1.500.000 para los tamaños más pequeños y superaron los $4.000.000 en versiones de mayores dimensiones.
En general, el valor incluyó la pileta y el sistema de filtrado, pero no siempre contempló tareas como excavaciones complejas, retiro de tierra, pisos perimetrales o conexiones eléctricas especiales.
Por ese motivo, los vendedores recomendaron solicitar presupuestos detallados para conocer con precisión qué servicios quedaron incluidos.
Piletas de material: la opción más completa
Las piscinas de material se posicionaron como la alternativa más robusta y duradera, aunque también como la más costosa. El precio dependió del tamaño, la profundidad, el revestimiento y los accesorios elegidos. Juan Ignacio Franco, director de Real Pool, explicó que durante 2025 la demanda mostró “una evolución sostenida y positiva”, con un consumidor más informado y exigente.
“El precio dejó de ser el único factor decisivo. Cada vez es más evidente que el consumidor prioriza la atención personalizada, el seguimiento de la obra y el respaldo de una garantía real”, afirmó.
Según el especialista, “actualmente, una piscina puede tener un valor aproximado que va desde los u$s10.000 en sus versiones más simples hasta alrededor de u$s20.000 en modelos más completos”. Con el dólar cerca de $1.450 en diciembre de 2025, esa inversión equivalió a entre $14,5 millones y $29 millones.
El modelo más solicitado se mantuvo estable: “La piscina estándar de ocho por cuatro metros, con playa húmeda incluida, continuó siendo la opción más elegida”, detalló Franco, quien agregó que muchos clientes sumaron bordes atérmicos, iluminación LED subacuática o sistemas de control remoto.
En paralelo, creció la demanda de jacuzzis inflables, pensados más para el relax que para el uso recreativo tradicional. Los precios partieron desde $1.000.000 y superaron los $2.500.000, según la capacidad y las funciones. Si bien ocuparon menos espacio y consumieron menos agua, no reemplazaron a una pileta convencional para nadar o para el uso intensivo de chicos.
El costo del mantenimiento mensual
Más allá del tipo de piscina elegida, uno de los aspectos que más sorprendió a los compradores primerizos fue el gasto mensual de mantenimiento. Franco señaló que, durante la temporada alta, el costo aproximado rondó entre u$s130 y u$s140 para mantener el agua en condiciones óptimas.
En la práctica, un kilo de cloro granulado o pastillas multifunción costó entre $8.000 y $11.000, con consumos que se duplicaron o triplicaron en piletas de uso intensivo. El alguicida y el clarificador se ubicaron entre $7.000 y $10.000 por litro, mientras que los correctores de pH oscilaron entre $5.000 y $20.000. El kit de medición de pH y cloro tuvo valores de entre $9.000 y $15.000.
Al sumar estos insumos, más el consumo eléctrico de la bomba de filtrado, el gasto mensual durante el verano se acercó a los $190.000 o $200.000 para una pileta promedio. En invierno, aclaró Franco al medio TN, “el gasto se redujo entre un 70% y un 80%, ya que solo se requirió mantenimiento básico”.
Experiencias y recomendaciones
Mariana, vecina del oeste del conurbano, resumió su experiencia: “Pensé que el gasto terminaba cuando la compré. Después me di cuenta de que entre cloro, bomba y electricidad, el presupuesto mensual fue clave”. Pablo, en cambio, eligió una pileta de material y lo consideró una inversión: “Fue caro, pero suma valor a la casa y la vamos a disfrutar muchos años”.
En el caso de las piletas de material, también se debió contemplar la pintura y la puesta a punto, que se renovó cada dos o tres temporadas. Una lata de pintura específica costó entre $40.000 y $80.000.
Antes de cerrar la compra, los especialistas aconsejaron evaluar el espacio disponible, la cantidad de usuarios, el consumo eléctrico y los costos de mantenimiento, además de consultar por garantías y repuestos. “La pileta no es solo el precio de compra: es un compromiso durante todo el verano”, coincidieron desde el sector. Con planificación y números claros, el chapuzón pudo ser un alivio y no un dolor de cabeza.






Dejá tu comentario