Con el paso cambiado tras el doble knock out del domingo, Néstor Kirchner buscó robarle el titular a Mauricio Macri, quien lo madrugó ayer por mesa de entradas de Presidencia con un pedido de audiencia. Se la concedió para mañana a las 18, buscando ponerse él en el centro de la noticia. Lo hizo después de una jornada de crispado recuento de daños con su entorno. Hoy recibirá a la arista fueguina Fabiana Ríos, una forma de menoscabar la talla del distrito que le ha robado Macri.
Mauricio Macri todavía festeja su aplastante triunfo en la
Capital Federal. Néstor Kirchner, crispado, debió ceder y
anunció que mañana recibirá al jefe del PRO.
Mauricio Macri será recibido por Néstor Kirchner mañana a las 18, en Casa Rosada, para iniciar, según reclamó el jefe del PRO en una carta enviada ayer al Presidente, un «diálogo constructivo» con el gobierno nacional. El nuevo jefe de Gobierno electo, que enarboló como una de sus principales consignas de campaña el tema de la seguridad, quiere pedirle al santacruceño que destrabe en el Congreso la creación de una Policía porteña autónoma.
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«Me anima un espíritu constructivo y de respeto por usted y por la investidura que detenta. Estoy seguro de que los acuerdos a los que pueda llegar la Ciudad con el gobierno beneficiarán tanto la gestión del señor presidente como la que deberé afrontar a partir de diciembre próximo», expresa la carta de apenas dos párrafos enviada por PRO a Casa de Gobierno.
Más temprano, en una conferencia de prensa que ofrecieron en la sede de Compromiso para el Cambio (CPC), Macri y Gabriela Michetti consideraron «sano» que el gobierno nacional asuma que perdió los comicios porteños y vinculó el triunfo de PRO en la Ciudad con «un cambio que la Argentina quiere». «El gobierno tiene que asumir también que perdió en la Ciudad; eso es sano. Si uno no reconoce lo que dice la ciudadanía y no aprovecha eso para reflexionar se desperdician oportunidades para crecer y para mejorar», declaró Michetti.
De esta forma, Macri y Michetti, electos ayer jefe y vicejefa del Gobierno porteño, le dieron así una velada proyección nacional al triunfo del PRO en la segunda vuelta, al obtener 60,9 por ciento contra el 39 por ciento de los votos de la dupla kirchnerista compuesta por Daniel Filmus y Carlos Heller. «Hay un cambio que la Argentina quiere y espero que todos los que están en política lo entiendan», insistió el electo jefe de Gobierno porteño durante una conferencia de prensa en la que ratificó que aceptará el desafío de «construir una alternativa nacional que equilibre el sistema político».
Constructor
No obstante, se negó a rotularse como jefe de la oposición y optó, en cambio, por definirse como «un constructor», con el argumento de que prefiere «construir y seguir haciéndolo hasta que el país entero esté de pie». «El PRO va a decir que ganó cuando el país entero esté de pie, cuando todos los argentinos tengan un proyecto de crecimientopropio, con esfuerzo y sacrificio, que les permita hacer progresar a toda su familia, sin depender de dádivas o de políticos», subrayó.
Macri pronosticó que en otras provincias «la gente va a buscar canalizar en propuestas similares» (a la suya) lo que el PRO logró en Capital Federal, a partir de «un fenómeno por el cual lo que sucede en la Ciudad se ve en todo el país».
Por otra parte, expresó su anhelo de mantener un diálogo constructivo con Kirchner y aseguró que el traspaso de la Policía «será el primer tema de agenda» que aspira a analizar con el mandatario.
Macri también realizó críticas a funcionarios claves del gobierno nacional: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; y el ministro del Interior, Aníbal Fernández.
En otro orden, el líder del PRO volvió a mostrarse duro cuando le tocó definir cómo estructurará su gestión. «No va a haber eso del toma y daca; va a haber otro tipo de diálogo político y, como ejemplo, se bajará el presupuesto de la Legislatura».
Consultado sobre eventuales despidos en la órbita comunal, Macri dijo que «nunca serán muchos si se trata de gente que cobra y no trabaja», pero diferenció a aquellos que «tienen contrato en forma irregular por el desorden acumulado en la Ciudad».
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