También Balza en el bolillero Scioli
-
Diputados dio media sanción a proyecto sobre tenencia legítima de armas y la ley "Antimafias"
-
Carrió afirmó que el plan económico de Javier Milei es "exacto al de Martínez de Hoz"
Pero en la ecuación que aparta a Arslanian del área de Seguridad bonaerense se hace un hueco que, a simple vista, resulta difícil de llenar. Scioli habla con todos: escucha opiniones e ideas, anota, registra y con su microequipo de colaboradores evalúa.
Se impone, sin embargo, una figura por encima de todos los cálculos y las especulaciones: el ex jefe del Ejército Martín Balza, ahora embajador en Colombia, que comenzó a ser sondeado por medio de encuestas como eventual ocupante del Ministerio de Seguridad. Es el único militar vacunado de democracia que podría llevar adelante la receta de la militarización de la seguridad que algunos proponen.
La preocupación central es Juan Carlos Blumberg, que, a su regreso de Europa, y una vez que se produzca la segunda vuelta en la Capital, se lanzará en la provincia. Así y todo, una de las varias encuestas que maneja el oficialismo ubica a Scioli 25 puntos por encima de Blumberg.
En el sciolismo aseguran desconocer el testeo sobre Balza. Desde el oficialismo, en cambio, plantearon que dentro de las mediciones sistemáticas que solicita -a múltiples encuestadores-, la Casa Rosada acostumbra incluir ese tipo de variables. En ese paquete, aparece Balza.
Pero el general está lejos de ser considerado uno del montón por los Kirchner. Tanto el Presidente como Cristina Fernández ubican al ex jefe del Ejército -que hizo la autocrítica de la fuerza por su accionar en los 70-en el escalón de los preferidos.
De hecho, cuando José Pampuro fue derivado como candidato a senador para escoltar a Cristina, Kirchner evaluó ubicar a Balza como ministro de Defensa. El lugar, finalmente, fue para Nilda Garré, que atraviesa una crisis que la pone al borde del precipicio.
Es un viejo sueño del general al que aspira desde que era presidente Carlos Menem. Por entonces, se ilusionó con suceder a Oscar Camilión en Defensa. No lo consiguió.
Pero Menem lo tentó con otras salidas: con ser candidato a jefe de Gobierno porteño en 1996, en la elección que luego ganó Fernando de la Rúa, pero el uniformado rechazó gentilmente el ofrecimiento.
Tuvo, además, dos consultas para quedar al frente de la política de seguridad. En 1995, Menem lo tuvo en la lista para ser secretario de Seguridad, cargo que se creó por entonces y quedó en manos del brigadier (R) Andrés Antonietti.
Dejá tu comentario