"Tolerancia cero", oferta de Cristina

Julio De Vido

Forzada, sin escapatoria, Cristina Fernández tocará -probablemente de manera oblicua- el escándalo que jaquea al gobierno de su esposo. En su lanzamiento, la candidata abrazará el concepto de «tolerancia cero» frente a cualquier hecho de corrupción.

A diferencia del affaire Miceli, que estalló 72 horas antes de su presentación en el Teatro Argentino de La Plata y sobre el que la primera dama no pronunció una sola palabra, la dimensión de la crisis de la valija voladora la obligó a tener que hacer un planteo. Como ayer contó Ambito Financiero, el fin de semana los estrategas de la campaña cristinista evaluaron la mejor manera de abordar el asunto. En los análisis resultó inconcebible ignorar el tema, pero también se debatió cómo tomar distancia sin castigar a Kirchner.

Todo indica que la candidata no haría mención específica al caso de la valija con 800 mil dólares que el venezolano Guido Antonini Wilson trató de ingresar sin declarar en la Aduana. Sin embargo, se referirá a que en su eventual gobierno habrá una dura lucha contra la corrupción.

La frase elegida, acuñada por el ex alcalde de Nueva York Rudolf Giuliani para graficar su lucha contra el delito en esa ciudad, la senadora la apropia pero amoldada a que, de ser presidenta, será implacable ante cualquier episodio de corrupción.

Admisión de errores

Seguro, en esa instancia, desde el palco vip, Kirchner la aplaudirá a pesar de que, en verdad, ese comentario no será más que una admisión de errores del Presidente que en el últimotramo de su gobierno vio florecer los escándalos por presuntas irregularidades.

Desde Skanska en adelante, el patagónico tuvo que aparecer más de una vez negando que sus hombres estén comprometidos en hechos ilícitos. Pero, al mismo tiempo, se vio forzado a echar de su administración a cuatro funcionarios, entre ellos un ministro.

El lanzamiento de la fórmula oficial, con Cristina y Julio Cobos, aparece de manera inevitable empañado por el escándalo de la valija venezolana.

El gobierno trató en las últimas 72 horas de orientar todas las sospechas hacia Venezuela al atribuir a la empresa PDVSA la responsabilidad por la inclusión, entre los pasajeros, del polémico empresario Antonini Wilson.

Con un show para TV, el gobierno tratará de vestir el planteo de Cristina, a modo de advertencia de que aplicará « tolerancia cero» ante el mínimo indicio de corrupción, para que suene creíble en medio de las sospechas recurrentes que acechanal Ejecutivo nacional.

¿Cómo logrará la primera dama que su mensaje anticorrupción sea interpretado correctamente y valorado por la audiencia de la TV si entre los ministros estará Julio De Vido, jefe de Claudio Uberti, funcionario que tuvo que renunciar complicado por el affaire de la valija?

Así y todo, Cristina planea que la referencia a la crisis sea mínima. El resto del discurso, de más de media hora, se agotará con referencias a la renovación futura y, sobre todo, al aspecto social.

El eje que la primera dama tratará de darle a su discurso es que su mandato avanzará sobre lo que no pudo completar el de su marido: la distribución de la riqueza.