El temporal no da tregua y se agrava crisis por inundaciones

Al menos cinco ciudades del interior de la provincia comenzaron a sufrir ayer las consecuencias casi previsibles del furioso avance de las aguas. En San Miguel del Monte, General Villegas, Chascomús, Bragado y Carlos Casares reforzaban ayer contrarreloj las defensas de los cascos urbanos amenazados por desbordes de lagunas cercanas o inevitables desvíos de las zonas rurales afectadas por las graves inundaciones. Las intensas precipitaciones que cayeron el fin de semana sobre territorio bonaerense también agravaron la situación en el conurbano, donde ayer ya había cerca de dos mil evacuados. Los partidos más afectados son La Matanza, Quilmes, Presidente Perón y Ezeiza. Sólo en La Matanza el número de evacuados ascendía ayer a 1.400 personas. La preocupación crece si se tiene en cuenta que las lluvias continuarían hasta mañana.

Campos continuaban afectados. Habitantes abandonan sus casas

Cerca de 2 mil personas debieron ser evacuadas o se autoevacuaron en diferentes partidos del centro y noroeste de la provincia de Buenos Aires, cuyos cascos urbanos se encuentran ahora cercados por el agua.

Los pobladores de General Villegas, Bragado, San Miguel del Monte, Carlos Casares y Chascomús son los más afectados por las últimas lluvias caídas durante el fin de semana, ya que las barreras de contención se encuentran al límite de su resistencia ante el furioso avance del agua.

Las últimas precipitaciones hicieron ceder varios de los terraplenes que habían sido construidos ante la emergencia hídrica y los desbordes de las lagunas en los casos de San Miguel del Monte y Chascomús significaban un grave riesgo para las zonas urbanas.

Villegas fue por lejos el distrito más castigado durante el fin de semana. Defensa Civil informó que 200 habitantes de la localidad de Banderaló debieron ser alojados en la Escuela Media 206, mientras que un gran número de vecinos se autoevacuó en los barrios periféricos de la ciudad.

«El pueblo era una laguna», en diálogo con Ambito Nacional expresó el intendente de Villegas, Gilberto Alegre, al describir la caótica situación. Entre las 20 del sábado y las 3 de la madrugada de ayer, cayeron en la zona más de 150 ml, que se sumaron a los 320 ml caídos en los último veinte días y que anegaron por completo la localidad de 800 habitantes vecina a Villegas.

«Lo que resulta extraño es que Banderaló está situada en una loma y de todos modos se inundó», explicó Alegre. De esta manera, el escurrimiento comenzó hacia las zonas bajas, donde se halla la ciudad de Villegas, en la cual ya había comenzado a entrar el agua. A esto hay que sumar que los barrios El Ciclón, La Lucila y Trocha, en el sector norte del casco urbano, se anegaron al desbordar las napas y los pozos ciegos. Incluso la ruta nacional 188 tenía en su superficie una franja de agua de medio metro de altura a lo largo de 5 kilómetros.

Son 720 mil las hectáreas productivas en Villegas, 360 mil de las cuales se hallan hoy inundadas o encharcadas. Según explicó Alegre a este diario, el problema mayor radica en la excesiva altura en que están situadas las alcantarillas de las rutas nacionales 188, 33 y 226, a la vez que explicó que ahora gestionan un envío adicional de patacones para cada uno de los partidos afectados, que podría efectivizrse mañana o el miércoles.

En todo el noroeste bonaerense suman más de 13 mil las familias de la zona agropecuaria que están afectadas, en tanto son más de 4 millones las hectáreas que estaban inundadas con fuertes pérdidas en el sector lechero, según evaluó el ministro de Agricultura provincial, Haroldo Lebed, quien dijo que «de los 104 distritos agropecuarios de la provincia, 60 fueron declarados en emergencia hídrica, con paralización de las tareas rurales de más de 6 mil personas entre tamberos, peones y trabajadores del campo en general».

No es todo: el pronóstico del tiempo es desalentador. Se anuncian fuertes lluvias para hoy, con disminución hacia la tarde de mañana.