27 de noviembre 2004 - 00:00

Gobierno dice que su postura "siempre fue rechazar el aborto"

Dijo Kirchner desconocer los dichos del ministro de salud a favor del aborto, pero aclaró: "mi postura de rechazo fue siempre clara". Alberto Fernández negó que se trabaje en su despenalización.

La polémica en torno de la despenalización del aborto que se abrió esta semana llevó a que el presidente Néstor Kirchner expresara ayer que su postura "siempre fue de rechazo", lo que confortó y generó "consuelo" en altas autoridades de la Iglesia católica.

La controversia se generó días atrás, cuando el ministro de Salud, Ginés González García, afirmó que la despenalización del aborto evitaría las intervenciones clandestinas y sus riesgos, lo que provocó el rechazo del presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz del Vaticano, cardenal Renato Martino, de visita en el país.

En declaraciones en la localidad chubutense de Trelew, Kirchner dijo desconocer lo que había dicho el titular de la cartera de Salud, aunque aseveró: "en eso hay libertad de conciencia, pero mi postura de rechazo al aborto fue siempre clara".

En el mismo sentido, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, expresó que "el gobierno no está trabajando" en ningún proyecto que contemple la despenalización de la interrupción del embarazo.

"No sé por qué Ginés dijo eso. No tengo noticias de que estemos preparando (un proyecto en ese sentido). El gobierno no está trabajando en eso", ratificó el funcionario.

Al conocer estas aclaraciones, el cardenal Martino -que anteayer disertó en la Legislatura bonaerense y ratificó la postura histórica de rechazo de la Iglesia hacia el aborto- dijo: "que no haya ningún proyecto, me conforta y consuela muchísimo, y me repone del enojo".

"La protección de la vida está inscripta en la Constitución de la Nación argentina, así que me enojé porque el aborto es un asesinato, y mucho peor porque se mata a una criatura que no tiene posibilidad de defenderse", explicó.

Reseñó asimismo que en El Cairo "se logró que el aborto no se pueda invocar como método de planificación familiar, y esa es una regla internacional que no ha sido revocada hasta la fecha".

Otro que se sumó para bajar el tono de la polémica fue el ex presidente Eduardo Duhalde, quien en declaraciones a radio Continental afirmó: "Yo creo que las leyes hay que dejarlas como están; no creo que sea momento de modificaciones" y señaló que
estos temas "dividen a la sociedad y no es oportuno hablar de este tema".

Anteayer el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, había cuestionado que aún se discuta en Argentina la legalidad del aborto en los casos de mujeres violadas, al poner en marcha un programa de prevención de la violencia contra la mujer.

La polémica sobre el aborto había estado precedida esta semana por un cruce entre el ministro González García y el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, por la distribución gratuita de preservativos.

El funcionario acusó a Aguer de defender a los "poderosos", luego de que el arzobispo platense calificara de "patético" el reparto de profilácticos a jóvenes en los bosques de Palermo.

Sin embargo, no todos fueron roces esta semana en las relaciones entre el Ejecutivo y la Iglesia, ya que fueron muy bien recibidas por el gobierno de Kirchner las declaraciones del cardenal Martino sobre la necesidad de una consideración ética de la deuda externa y que se tenga en cuenta la "corresponsabilidad" de los acreedores.

El jefe de Gabinete contó que estuvo reunido con el cardenal Martino días atrás y se mostró "muy interiorizado de lo que pasa en la Argentina".

"Le comenté cómo veíamos nosotros el tema de la deuda, la preocupación que teníamos con Italia precisamente más allá de que el Vaticano e Italia son estados diferentes. Recibí de él mucho apoyo y palabras de mucho aliento. Así que cuando leí su declaración pública me alegró mucho", relató Fernández.

Por su parte, el cardenal Martino elogió al pueblo argentino, al señalar que "hace unos años se manifestó una profunda crisis, pero hoy soy muy optimista porque los argentinos tienen la fuerza, la determinación y la posibilidad de recobrar su lugar en el
concierto de las naciones, y puede hacer mucho camino para la paz mundial".

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