Se pierde turismo por falta de vuelos

A pesar de que varios gobiernos otorgaron subsidios a aerolíneas, esto no alcanza para cubrir alta demanda de pasajes, más en época de vacaciones. El mayor problema pasa por la falta de conexiones entre provincias y las pocas frecuencias diarias desde Buenos Aires hacia destinos del sur y el norte del país, lo que desalienta a los turistas. Es un dato que preocupa, especialmente porque el sector se ha convertido en un importante factor para el desarrollo de las economías regionales. En paralelo, provincias patagónicas y algunas de la Región Centro activaron la idea de impulsar una aerolínea regional para contrarrestar la caída de reservas en hoteles ante la falta de vuelos.

Las provincias continúan avanzando en negociaciones con empresas aéreas para paliar la reducida frecuencia de vuelos que hoy afecta a varios destinos del país. Las medidas se dan en el marco de un creciente malestar en varios gobiernos y en el sector turístico en general que reclaman a la Nación una reforma integral del sistema aerocomercial de cabotaje.

Salta y Santa Fe dieron el puntapié inicial, al generar nuevos vuelos de conexión con Buenos Aires a cargo de las empresas Andes y Sol, respectivamente, ambos garantizados mediante el incentivo económico de las provincias. También los gobiernos patagónicos sueñan desde hace tiempo con poner en funcionamiento una aerolínea estatal propia, aunque el proyecto lleva ya varios meses de demora.

Entienden en las provincias que sin una política nacional que reorganice los vuelos locales se genera una contradicción entre el crecimiento del turismo como industria a nivel país y el fuerte límite que imponen las pocas conexiones con destinos receptivos de importancia. Salta es un claro ejemplo al respecto, con nuevas inversiones en hotelería cinco estrellas que luego son casi imposibles de sustentar por la falta de un vínculo aéreo suficiente.

A la lista de provincias con iniciativas propias se sumó días atrás Tierra del Fuego, donde el presidente del Instituto Fueguino de Turismo ( Infuetur), Osvaldo Magi, confirmó que el gobierno mantiene conversaciones con dos empresas aéreas de cabotaje. Se trata de la mencionada Andes y de Sudamérica Air, que «podrían operar en el futuro en la provincia, e inclusive, una de ellas podría instalar su base de operaciones en nuestro territorio», según informó Magi días atrás. «Venimos conversando desde hace varios meses para tentarlas a operar en los aeropuertos de Ushuaia y Río Grande», amplió el funcionario del gobierno de Hugo Cóccaro.

Aun así, la llegada de Andes se mantiene en stand-by, ya que según se explicó en la provincia, esta empresa pretende como condición para poner un vuelo diario a la Isla lograr una asociación con entes estatales y capitales privados locales que subvencionen el combustible.

Tanto Andes como Sudamérica Air se presentaron un año atrás ante el gobierno nacional para solicitar rutas de cabotaje. Posteriormente lograron sortear las instancias de análisis, para llegar a las audiencias en la Junta Asesora de Transporte Aéreo (JATA).

Como se indicó, Andes opera desde el 20 de junio una ruta entre Buenos Aires y Salta, y proyecta incluir otros destinos del Norte, junto a Córdoba y la Patagonia. Sudamérica Air, por su parte, tiene entre sus posibilidades «de máxima» ubicar una «base de operaciones en Tierra del Fuego», según anunció el presidente del Infuetur, que agregó: «Se trataría de la primera vez que una línea aérea de transporte troncal que cubra el trayecto desde Ushuaia y Río Grande con Buenos Aires mediante jets de gran porte tenga base en la provincia».

A su vez, Magi puntualizó que «se está pensando potencialmente en la participación del Estado, mediante alguna fórmula novedosa, como podría ser el suministro de combustible con un mecanismo que involucre las regalías petroleras coparticipables».

Crisis

Mientras las provincias lanzan diferentes medidas individuales, crece el malestar por la escasez de vuelos que afecta a varios distritos y por la centralización de las rutas en Buenos Aires, lo que encarece y alarga las conexiones entre puntos periféricos del país, al obligar a hacer escalas en el aeropuerto de Capital Federal o el de Ezeiza.

Varios ministros de turismo han alertado acerca de la necesidad de una discusión a nivel nacional de una nueva política aerocomercial que solucione la situación de un mercado que hoy está operado casi únicamente por Aerolíneas Argentinas/ Austral, con un mínimo aporte de Lan y otro aún menor de las pequeñas aerolíneas que cuentan con apoyo provincial.

Desde las provincias se llama la atención por la -aseguran- falta de predisposición del gobierno de Néstor Kirchner a discutir la cuestión, pese a que en la actualidad «está probado que el mercado aerocomercial está operando con tarifas que son caras para los usuarios y antieconómicas para las empresas», según palabras del titular de una cartera turística del interior.

En este panorama, días atrás fue la Cámara Argentina de Turismo (CAT) la que elevó un informe a la Nación, solicitando una serie de medidas que implicarían elevar los subsidios para el sector aerocomercial a unos $ 500 millones anuales.

Nivelar

Dicho trabajo apunta a nivelar la situación del transporte aéreo respecto del ferroviario y el terrestre, y solicita, entre otros ítems, que los vuelos de cabotaje sean beneficiados con un subsidio de 30% para el combustible, junto con exenciones del IVA para pasajes ( actualmente fijado en 10,5%), importaciones de repuestos y contratos de leasing.

Al decir de los especialistas que realizaron el informe de la CAT, la reforma integral del sistema eliminaría la necesidad de las iniciativas provinciales, ya que daría un marco propicio para el sector privado, que no requeriría de los subsidios e incentivos que hoy ofrecen los gobiernos.

Según se explicó entonces, los cambios pedidos por la CAT a la Nación permitirían una rebaja de 10,84% en todas las tarifas de cabotaje vigentes y una reducción del costo empresarial de 6,5%.