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En Aruba hacen de la hospitalidad un arte
Debajo de la zona de huracanes, con 27 hoteles de lujo (las principales cadenas están presentes) próximos al aeropuerto internacional Reina Beatriz y a su capital Oranjestad, y siendo uno de los destinos top del Caribe, la renovación de dichas cadenas no cesa.
Sólo como ejemplo, el Aruba Marriott Resort and Stellaris Casino invirtió cuarenta millones de dólares para convertir al octavo piso en el Tradewinds Club, un sofisticado hotel boutique con atención personalizada y servicios exclusivos.
La temporada alta abarca desde el 15 de diciembre al 15 de abril con valores que pueden variar hasta cuarenta por ciento entre baja y alta. Navidad es la época de mayores reservas y costos.
La costa sudoeste, donde están instalados los hoteles, está bordeada por una playa de once kilómetros de arena blanca y mar tranquilo, mientras que la costa noroeste es agreste y escarpada con acantilados y pronunciado oleaje.
En Aruba las alternativas para la práctica de deportes acuáticos y subacuáticos parecen no tener límite. Windsurf, kitesurf, parasailing, pesca en alta mar, buceo (con importantes naufragios), snorkel y snuba (snorkeling + scuba) junto con el submarino Atlantis, que se sumerge a una profundidad de más de cuatro metros brindando la oportunidad de apreciar naufragios entre brillantes arrecifes de coral y una abundante vida acuática, o el Sea Trek, un paseo por el fondo del mar sobre una pasarela a seis metros de profundidad, donde se puede alimentar a los peces observando los restos de un avión o un bus hundidos, son sólo una parte de la diversidad de opciones que el visitante deseará llevar a cabo.
Por tierra, safaris en jeeps, cuatriciclos y paseos en buses a cielo abierto, como la visita casi obligada al santuario de mariposas (Butterfly Farm) ofrecen otra visión de la isla. Su variedad de restoranes internacionales, once casinos, la posibilidad de jugar al golf o al tenis
demuestran que Aruba no sólo es playa.
De noche hay algo para cada uno, desde aquellos que luego de una jornada dedicada a solearse o a practicar deportes deciden descansar, a quienes se dejan llevar por el gusto de bailar.
Algunos que eligen la salsa y el merengue van a Mambo Jambo, Choose-A-Name o Café Bahía. Si les gusta la música tecno van a Muzika y La Fiesta. Y si quieren tener todo eso bajo un solo techo van a Carlos and Charlie's. Para quienes eligen relajarse y disfrutar de música en vivo están Chaos, Scandals, Garuffa, el recientemente inaugurado Soprano's o uno de los muchos bares que se encuentran en los centros vacacionales.
Además de sol y arena, la tendencia actual hacia vacaciones activas que brinda Aruba hace que cuente con el mayor número de visitantes reincidentes en el Caribe (50 por ciento). Con tantas opciones disponibles se puede practicar su actividad favorita o simplemente darse el lujo de no hacer absolutamente nada.
Elegir entre la tranquilidad de un relajante spa o disfrutar de su atrapante vida nocturna puede tornarse en la mayor preocupación de un día de vacaciones. Aunque bien se pueden seleccionar ambas opciones. Todo es posible.
El mejor momento para visitar Aruba es cualquier momento. Usted decide.
Algunos datos esenciales
El pintoresco papiamento y el holandés son los idiomas oficiales, pero tanto el inglés como el español son ampliamente utilizados.
Desde la Argentina se llega por Avianca con escala en Bogotá, Colombia, y próximamente vía Panamá. Cualquier mes del año es recomendable para viajar por sus cálidas temperaturas, sólo es necesario el pasaporte; la moneda es el florín (1,75/1,80 = u$s 1) y la cordialidad y hospitalidad de los arubianos son la mejor recepción.
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