1 de septiembre 2016 - 00:27

Abadi: en busca de una Frida Kahlo diferente

• DIÁLOGO CON EL DIRECTOR Y DRAMATURGO QUE INICIARÁ CON EL ÍCONO MEXICANO UNA SERIE DE BIOGRAFÍAS
Con la biografía ficcionada de la célebre artista, que interpretará Jimena Anganuzzi, Patricio Abadi comienza en el C. C. de la Cooperación una tetralogía basada en la vida de mujeres fuertes.

Abadi. “La Frida iconográfica suele ocultar mucho de su temperamento”. Foto: Diego Kovacic.
Abadi. “La Frida iconográfica suele ocultar mucho de su temperamento”. Foto: Diego Kovacic.
Con "Frida Kahlo", espectáculo que subirá a escena el 10 de septiembre en el Centro Cultural de la Cooperación, el dramaturgo y director Patricio Abadi dará inicio a una tetralogía de "biografías ficcionadas". Se trata de un unipersonal de 45 minutos protagonizado por Jimena Anganuzzi, destacada actriz del teatro y cine independientes y figura del film "Los ausentes", de Luciana Piantanida, próximo a estrenarse.

La nueva obra de Abadi -que será editada este año por Eudeba junto a otros cuatro títulos suyos- refleja el pensamiento de la emblemática pintora mexicana a través de una carta que le dirige a su esposo, el célebre muralista Diego Rivera, en la antesala del quirófano:

"Desde su cama de hospital y poco antes de que le amputen una de sus piernas, ella evoca e invoca el amor, la sexualidad, la política y el arrojo que significa trenzar el arte con la vida", señala el director, quien se propuso "desprender a Frida de 'las estampitas' para poder escuchar su voz e imaginar sus aullidos a través de esa caja de resonancia que es su cuerpo quebrado reptando hacia la muerte".

Kahlo (1907-1954) fue una celebridad en vida, pero su obra, con predominio de autorretratos, recién alcanzó fama y valoración internacional después de su muerte, sobre todo a partir de la década del '70. De ahí se convirtió en figura icónica de su tierra: rostro cejijunto, cabellos trenzados con cintas y flores, indumentaria folklórica y ornamentos precolombinos. Tal imagen sigue alimentando un inagotable merchandising que hoy por hoy la ubicaría en un tercer puesto por detrás de dos mitos aún más "vendedores": Marilyn Monroe y el "Che" Guevara. Dialogamos con Abadi:

Periodista: En nuestro país se estrenaron varias obras sobre ella, sin mencionar las películas, libros y demás que siguen apareciendo en el mundo...

Patricio Abadi:
Uno de los mayores riesgos es trabajar sobre algo muy conocido. Yo estoy a la búsqueda de lo singular y lo propio y en este caso encontré el lugar donde poder darle a esta personalidad una proyección poética que no encontré en otras películas y obras de teatro que se hicieron sobre su vida. Ese dolor visceral que la atravesó toda su vida (primero por una poliomelitis, luego por un accidente de tránsito que fracturó todo su cuerpo) fue absorbido, en general, por lo iconográfico de Frida, por su lado más pintoresco. Nosotros elegimos condensar su enfermedad y su constante cercanía a la muerte en un momento: el día previo a su primera exposición individual en México. Es la famosa imagen de ella siendo trasladada hasta la galería de arte en su propia cama.

P.: ¿Por qué la eligió?

P.A.:
Siempre me llamó la atención que una mujer tullida y con los problemas físicos que ella tenía pudiese conquistar a los dos hombres más importantes de su tiempo, Diego Rivera y León Trotsky. Intentamos descifrar esa personalidad. Ella era dionisíaca, cocinaba muy bien y seducía a hombres y mujeres por igual. Su relación con Rivera fue audaz para la época. Pero ella también era intelectual, escribía muy bien, y defendía con pasión sus ideales políticos. Le pasaron muchas cosas, demasiadas para una sola persona. Nosotros preferimos tomar sólo algunos hitos esenciales de su vida para no caer en el documentalismo. La metáfora que subyace a su anecdotario está asociada al dolor, la fuerza que determina que lo anímico habilite el relato, la creación, o lleve al silencio.

P.: Optó por una escenografía despojada...

P.A.:
No se puede competir con alguien que generó tanta iconografía en torno de su persona. En el escenario sólo hay una cama blanca casi flotando en el espacio, una plataforma y una mesita de luz. Esos elementos tienen carácter de instalación, por eso también queremos mover la obra por diferentes museos.

P.: Usted suele inspirarse en experiencias propias. ¿Encontró alguna conexión con esta artista?

P.A.:
Durante la investigación y montaje de la obra, no. Pero hace 10 días me di cuenta de que Frida me recordaba a mi madre. Ella era profesora de literatura y murió siendo joven. Era una mujer de gran personalidad, seductora, que conquistaba a los hombres no sólo en el plano físico sino también con su conversación. Tenía un manejo de la palabra como pocas veces vi y aun en medio de sus graves problemas de salud, nunca perdió su encanto. Sí. Frida se parece mucho a mi madre. Mujeres de una personalidad fuertísima y con un temperamento muy iluminado que cuando se oscurece... ¡agarrate!

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