15 de junio 2018 - 23:01

Moyano sube la apuesta para pulsear el conflicto con CGT

• EL SINDICALISMO ANTE LA CRISIS Y LA APUESTA ELECTORAL DEL AÑO QUE VIENE
Tras el paro de ayer Hugo y Pablo avisaron que luego de la huelga de la central, el 25 de junio, Camioneros seguirá la protesta por su paritaria dos días más.

Palco. Pablo Moyano compartió escenario con Yasky, Micheli y gremios que reportan a las dos CTA.
Palco. Pablo Moyano compartió escenario con Yasky, Micheli y gremios que reportan a las dos CTA.
Entre el paro de camioneros junto con las dos CTA de ayer y el de la CGT del 25 de junio el sindicalismo tradicional intentará dirimir el rol de conducción de la conflictividad. Esa pulseada, que tendrá como escenario el recambio de autoridades de la central mayoritaria previsto para el 22 de agosto, definirá además el perfil de interlocución que deberá enfrentar el Gobierno. Hugo Moyano empezó a adelantarlo ayer al anunciar una nueva huelga por 48 horas para el 25 y 26 de junio si antes no queda resuelta la paritaria de su gremio.

La postal que dejó la Plaza de Mayo con una nueva protesta masiva contra la administración de Mauricio Macri mostró una vez más una alianza ecléctica entre un gremio fuerte de la CGT como Camioneros, con Pablo Moyano esta vez como protagonista, y los líderes de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, junto a los principales sindicatos que los respaldan, como los docentes y los estatales de ATE. En esta ocasión se ausentó la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que lidera el bancario Sergio Palazzo, que en la previa había apoyado el reclamo paritario de los choferes pero avisó que no iría a la plaza ni haría huelga.

También la CGT se ocupó de tomar distancia de la protesta de ayer. Ni siquiera se vio a los miembros del Consejo Directivo que en teoría reportan a Moyano con una participación activa. Varios de ellos aclararon que su compromiso será parar el 25 de junio tal como resolvió esta semana la cúpula de la central.

Otra señal contundente: la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), que preside formalmente el portuario Juan Carlos Schmid, triunviro de la CGT en representación del sector del camionero y donde Moyano pisa fuerte a través de uno de sus hombres de mayor confianza, Omar Pérez, omitió cualquier alusión a la protesta que dio origen al paro de ayer. Sus líderes de facto, el colectivero Roberto Fernández (UTA) y el ferroviario Omar Maturano (La Fraternidad) privaron a Moyano hasta de un comunicado escueto de apoyo, la mínima gentileza que se estila en paros de estas características.

En la misma línea, Hugo y Pablo, se mantuvieron ayer equidistantes de la CGT. Su propósito es mostrar que el poderío de su sindicato es prescindente de los debates en Azopardo 802, en lo que constituye una señal tanto interna como hacia el propio Gobierno. Ambos aclararon que Camioneros irá a la huelga del 25 pero reforzaron su perfil independentista al anunciar una extensión de su propio conflicto los dos días siguientes. La bandera principal será, hasta entonces, el 27% de aumento que reclaman los choferes a las empresas transportistas, que hasta ahora sólo ofertaron 15 por ciento.

La posibilidad cierta de un acuerdo la semana que viene por un incremento en torno del 23%, como se menciona cada vez con más frecuencia en el sindicalismo, será apenas una anécdota en un contexto de conflictividad creciente y de la que no pudieron abstraerse ni los más dialoguistas de la CGT. Para unos y otros en el sindicalismo tradicional la clave será la administración de esa conflictividad y la alternativa de encolumnar detrás suyo al peronismo con vistas a la disputa electoral del año que viene.

Hasta último momento en Camioneros hubo dudas respecto del acto en la Plaza de Mayo. Cerca de Moyano evaluaban que la mejor muestra de musculatura era la huelga en sí misma sin necesidad de ir a un escenario compartido con las CTA y organizaciones sociales. También temían por eventuales incidentes provocados para enturbiar la convocatoria. A última hora Pablo Moyano anunció que iría.

"A los empresarios del transporte les pido que no se dejen presionar por el ministro (de Trabajo, Jorge) Triaca. Si no obtenemos respuestas esta semana le decimos a los compañeros camioneros que están acá y en las rutas que este gremio va a adherir al paro general del 25 de junio y paramos el 26 y el 27", lanzó el hijo y lugarteniente del líder.

A su turno, Micheli atribuyó a "la pelea" que el Gobierno decretase una extensión de las paritarias para habilitar un 5% extra, lo que consideró que "sigue siendo una mierda pero al menos aumentaron cinco puntos". Yasky, en el cierre del acto, advirtió que los proyectos de reforma laboral el Gobierno "se los va a tener que meter en los cajones" por los conflictos venideros y llamó a un nuevo acto el 9 de julio.

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