En el sistema de riesgos del trabajo la pandemia impacta por triplicado. Esto es, en su accionar habitual, en cuanto a la cobertura del Covid-19 conforme el DNU 367/2020 y en cuanto a su situación económica financiera.
El desafío de la pandemia para el Sistema de Riesgos de Trabajo
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En su accionar. La pandemia ha exigido nuevos protocolos de trabajo. El desafío no ha dejado área por reformular, frente a una enfermedad cuyo impacto social y económico es imposible no sólo de cuantificar sino hasta de imaginar por la evidente falta de antecedentes. En este contexto, la cadena de valor del sector de riesgos del trabajo modificó su funcionamiento, entre otras cosas basando buena parte de su gestión en el alto grado de informatización de las ART y en todo lo que está a su alcance a fin de sostener la cobertura habitual de las contingencias laborales, en diálogo permanente con ambas Superintendencias, la de Riesgos del Trabajo y la de Seguros de la Nación, entendiendo las exigencias de esta inédita coyuntura.
La magnitud del desafío que acarrea la pandemia, encuentra a la industria aseguradora en su conjunto, tanto a las Cámaras que la representan como al Sindicato, trabajando codo a codo en una misma línea protegiendo a los trabajadores y a la sustentabilidad de la cobertura para nuestros clientes.
En la cobertura del Covid-19
En cuanto a la cobertura del coronavirus por parte del sistema de riesgos del trabajo, a partir de la publicación del DNU 367/2020 que determina presuntivamente a la infección del Covid-19 como enfermedad laboral no listada para los trabajadores de actividades esenciales, con un procedimiento especial de cobertura para los trabajadores de la salud, que se activa a partir de un diagnóstico positivo de coronavirus, mediante el cual las ART brindan la cobertura prevista en el sistema de riesgos del trabajo con cargo al Fondo Fiduciario de Enfermedades Profesionales.
En la situación económica y financiera del sistema. Todo ello se da en un escenario económico más que complicado de la mano de la pandemia. 1) Fuerte caída en la cobranza de las primas de la mano de baja actividad económica, frente a erogaciones inelásticas en el corto plazo tanto por el pago habitual de salarios, prestaciones dinerarias e indemnizaciones como por los gastos de la atención médica integral y de calidad sin copago ni financiamiento extra alguno que incluye honorarios médicos, traslados, medicamentos, internaciones, indemnizaciones laborales, todo esto agravado por una litigiosidad que hacia finales del 2019 revirtió su tendencia bajista y que aspira ingentes recursos y 2) La realidad también nos encuentra con una cartera de inversiones compuesta en un 87% por títulos públicos, obligaciones negociables y acciones, entre otros instrumentos, que han sufrido una dramática depreciación y cuyos rendimientos no llegan ni por asomo a las tasas de interés o actualización que sigue aplicando la justicia a pesar de que en setiembre de 2019 un DNU exigió como tasa de interés aplicable el RIPTE en una suerte de equiparación, entre el salario perdido y la prestación por riesgos del trabajo. DNU que hoy se encuentra en el ámbito judicial a la espera de una resolución definitiva.
El compuesto de la caída en la cobranza con la pérdida de valor y rendimiento de las inversiones, constituye un factor adicional que agrava la insuficiencia tarifaria que, como venimos señalando, desde hace tiempo viene padeciendo el sistema. Y si además, por falta de liquidez debieran liquidarse activos hoy subvaluados, se agravaría el riesgo de insolvencia.
Cobertura valorada por actores productivos. Diferentes indicadores de buenos resultados en materia de prevención y de cobertura, las encuestas de satisfacción que se realizan año a año y las reformas de las que ha sido objeto el sistema de riesgos del trabajo dan cuenta de un nivel importante de satisfacción a nivel de 10 millones de trabajadores y 1 millón de empleadores cubiertos. También su calidad de cobertura lo ha posicionado como una aspiración para aquellos trabajadores que hoy no tienen acceso a la misma tales como los trabajadores independientes, autónomos y monotributistas.
Enorme desafío
La pandemia es un desafío enorme en medio de la cual, para que todo el know-how y el camino recorrido en términos de mejoras del quehacer del sistema del riesgos del trabajo no se dinamite sino que, mientras cada uno cumpla con el rol asignado, pueda seguir sosteniéndose en el momento en que más se necesita y valora. Continuando con la tradición de nuestro sector, seguimos presentando propuestas de salida frente a los diferentes desafíos y complejidades que se nos han presentado y confiamos en que las medidas que viene adoptando el Gobierno y el cumplimiento de cada actor en la responsabilidad que a cada cual le compete, permitan un mejor y pronto retorno a la actividad por el bien de la salud y la economía de todos.
(*) Presidenta de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo.
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