4 de octubre 2025 - 00:00

Pablo Olivares: "El equilibrio fiscal se tiene que lograr considerando la paz social"

El ministro de Economía de Santa Fe visitó las oficinas Ámbito y ofreció una entrevista mano a mano. Remarcó que el Gobierno "tiene que ser más receptivo", criticó el rumbo económico y afirmó: "Es imposible crecer desde la lógica financiera si no hay un sustento real".

Pablo Olivares, ministro de Economía de Santa Fe.

Pablo Olivares, ministro de Economía de Santa Fe.

Mariano Fuchila

Tras su participación en el Amcham Agribussines Forum, el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, visitó las oficinas de Ámbito y ofreció una entrevista, en la que analizó las principales aristas de la coyuntura, haciendo eje en la necesidad de sostener el equilibrio fiscal, pero marcando diferencias con el rumbo del Gobierno nacional y la compleja hora que atraviesa el país.

"A la hora de bancar la necesidad de tener un equilibrio fiscal, creemos que se tiene que hacer con una consideración de paz social. Hay que tener en cuenta quiénes son los que más sufren y los que más necesitan", afirmó el funcionario de Maximiliano Pullaro en diálogo con este medio.

También se refirió a las fugaces retenciones cero aplicadas por Nación, al vínculo de la gestión libertaria con las provincias y a la histórica puja santafesina con Nación por el déficit de su caja previsional, entre otros temas.

Periodista: ¿En qué momento encuentra a Santa Fe la actual situación económica del país?

Pablo Olivares: Estamos dentro del marco nacional, atravesando esta coyuntura, pero tratando de enfocarla desde otro lugar. Con los desafíos y el esfuerzo que eso implica, estos 21 meses pudimos demostrar que el equilibrio fiscal y la inversión pública pueden convivir y que el método para hacerlo no pasa por el recorte, sino por la eficiencia. En primer término, trabajamos sobre el metabolismo del Estado para que se puedan prestar la misma o más cantidad de servicios con menores costos y que, de esa manera, el excedente para invertir sea máximo. Buscamos poder poner la inversión en infraestructura, que nos permite producir más. También darle mayor direccionamiento a la infraestructura productiva y a la vial, en materia de transporte. Estamos haciendo muchas obras: puentes, el tercer carril de la autopista en la Circunvalación entre Rosario y San Lorenzo, y ya estamos en planificación para extenderlo hasta Timbues y de esa manera cubrir todo un área portuaria. Estamos haciendo infraestructura energética. Tenemos la convicción de que el Estado tiene que ser eficiente para poder invertir más y eso tiene que tener un sentido productivo. La única manera de resolver los problemas distributivos y sociales tiene que ver con hacer crecer la torta. De esa manera encaramos Santa Fe. Es difícil porque no estamos en una macro distinta a la nacional. Aún así, pudimos llevar adelante inversión.

P.: ¿Cómo impacta la parálisis de la obra pública nacional en Santa Fe?

P.O.: Se trata de trabajarlo con hechos, que es lo que dirime las cuestiones. Creemos que la inversión es imprescindible. Si no invertimos, no vamos a tener rutas, infraestructura, nos quedaríamos sin energía eléctrica. Por otro lado, tenemos que hacer inversión para tener un crecimiento a una tasa mayor. El Estado tiene que invertir. Me gusta usar un ejemplo recurriendo a la historia. En la Generación del 80, que es una de las que pondera el Gobierno nacional, eran liberales pero no tontos: entendían que había cuestiones que el mercado no iba a hacer. La infraestructura básica de la generación del país se hizo en base a la coordinación de esfuerzos del propio Estado.

P.: Al escenario económico se suman los vaivenes propios de un año electoral. ¿Qué consecuencias tiene eso sobre las finanzas?

P.O.: En Santa Fe hubo muchas reformas que hacían falta. Cuando dijimos que veníamos a cambiar, lo hicimos y lo ejemplificamos con muchas reformas; no solo una reforma en el marco del abordaje del sistema de ejecución penal del delito, sino también una reforma previsional y otra constitucional. Fue un año donde la ciudadanía se expresó en dos oportunidades. Hubo elecciones en abril y en junio y las habrá en octubre. Son momentos en los que la democracia nos permite canalizar las tensiones y rebalancear dónde se encuentra el poder. Desde ahí, trabajamos que se puede construir otro modelo distinto; pasar de un modelo que pensaba generar sensaciones no sostenibles de un consumo con una mirada un poco populista, a un modelo que solo focaliza, casi a un nivel de obsesión, con lo financiero. Nosotros estamos convencidos de que el foco tiene que ponerse en la producción y el trabajo. A la larga, es imposible pensar que se pueda crecer sin producir, que pueda haber más empleo sin condiciones de producción y que las variables reales y las nominales siempre tienen que ir acopladas. Es imposible pensar un crecimiento desde la lógica financiera si al mismo tiempo no se le da un sustento real a ese crecimiento concretamente con producción en todos los sectores.

Pablo Olivares
Para el ministro santafesino Pablo Olivares, el modelo del Gobierno nacional se focaliza

Para el ministro santafesino Pablo Olivares, el modelo del Gobierno nacional se focaliza "casi exclusivamente" en el aspecto financiero.

P.: Santa Fe es una provincia eminentemente agroindustrial. Varios sectores muestran signos de recesión. ¿Se siente la presión desde los municipios?

P.O.: En realidad, no presiona hacia arriba. Los municipios son las instancias que procesan las demandas. Estamos en una coyuntura donde la agenda social, por las limitaciones del modelo, hizo emerger esa agenda social. Los municipios son el primer lugar donde se percibe, pero en la provincia también. No hay una cuestión de recibir la tensión desde los municipios. Municipios y provincia estamos trabajando permanentemente con una coordinación vertical para que todo lo que tiene que ver con necesidades de primer orden estén cubiertas absolutamente.

P.: ¿Prevé un escenario de conflictividad en los próximos meses?

P.O.: Las dificultades que atraviesa el país son visibles. Dependerá de la manera en cómo se aborden esas dificultades. El momento electoral de octubre va a oficiar una válvula de expresión. Va a ser una posibilidad de que el Gobierno nacional pueda hacer una adecuación en su estilo; entender que dos tercios del sistema político, dentro del que nos incluimos, coincidimos en la necesidad de mantener el equilibrio fiscal. En donde sí tenemos una diferencia es en cómo se logra ese equilibrio fiscal. Un Gobierno que hoy no tiene la fuerza propia para llevar adelante el equilibrio fiscal como solamente el Gobierno lo quiera; nosotros queremos estar en esa propuesta de ver entre todos cómo se mantiene ese equilibrio fiscal pero con una mirada que tienda al crecimiento y al crecimiento. Paz social, porque estamos viendo a sectores vulnerables a los que se les dice que no hay plata; crecimiento, porque no hay inversión.

P.: ¿Cómo ve hoy al Gobierno nacional?

P.O.: Tratando de ser lo más objetivo posible, tenemos un Gobierno nacional que comenzó con una alta legitimidad de origen y dijo dos cosas: vamos a tener equilibrio fiscal, pero lo vamos a tener como queremos. Lo que se está poniendo en crisis no es la idea de equilibrio fiscal, sino que la fuerza que gobierna quien pueda decidir para qué hay o para qué no hay plata. Acudimos a hechos recientes donde a cuatro sectores -jubilados, personas con discapacidad, pediatría y universidades- se les dijo que no hay plata, pero después estuvo la posibilidad de abrir las cuentas y que haya plata para otros sectores cuando urgió la cuestión cambiaria. Eso es lo que se puso en discusión. A la hora de bancar la necesidad de tener un equilibrio fiscal, creemos que se tiene que hacer con una consideración de paz social. Hay que tener en cuenta quiénes son los que más sufren y los que más necesitan. También hay que tener equilibrio fiscal e invertir. Si no invertimos, tampoco vamos a crecer.

Pablo Olivares

"Hay que tener equilibrio fiscal e invertir. Si no invertimos, tampoco vamos a crecer", aseguró Pablo Olivares en la entrevista con Ámbito.

P.: Fueron muy críticos de la baja de retenciones que implementó el Gobierno. ¿Qué balance hacen de la medida?

P.O.: Nos quedó la sensación de que posiblemente el productor haya visto que, a la postre, se anunció una disminución de retenciones que no le dio tiempo ni siquiera a tomar la decisión, por lo breve que fue. A muchos de los productores les terminaron comprando granos con los precios con retenciones y esos intermediarios terminaron vendiendo sin retenciones, porque posiblemente hayan tenido información más rápida que ellos. La oportunidad que se perdió es que, cuando hay una baja de retenciones, lo más importante son las señales que deja para producir. La primera señal no es el efecto inmediato, sino que el incentivo para producir más. Hasta nos perdimos esa posibilidad de que dejara una ventaja o un beneficio para que el productor apueste a producir más. Ni siquiera esa posibilidad quedó con esa experiencia que no ha sido positiva.

P.: ¿Cree que están dadas las condiciones para una baja de retenciones?

P.O.: Cuando hay una baja de retenciones, uno lo ve positivamente -de hecho lo venimos reclamando-. Creemos que hay una falsa contradicción entre baja de retenciones y equilibrio fiscal. Hay un camino para recorrer bajando retenciones manteniendo la sustentabilidad fiscal. Nosotros tenemos analizado que si se bajan las retenciones, la recuperación vía impuestos de tributación interna permitiría recuperar casi el 85% de lo que se sacrifica por retenciones. Parte se recuperaría casi inmediatamente a través del impuesto a las ganancias; otra parte con tributación interna sobre la actividad que genera ese delta que se disponibiliza al sector privado, que genera una tributación adicional. También se reduciría la evasión y la ilusión tributaria que hoy está aconteciendo porque la propia retención la motiva. Está estudiado con modelos cuántas toneladas más se producirían en el caso de eliminarse los derechos de exportación. Estimamos que serían aproximadamente 16 millones de toneladas, según un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario. Cuando uno suma esa producción adicional que se generaría, la tributación interna derivada de ella, llegamos a un dato que, con un determinado rezago de tiempo, podría recuperarse con tributación interna un 85% de lo que son las retenciones. Si hay una mejora de la actividad económica, entendemos que gran parte del gasto social que se le demanda al Estado también se le aliviaría, porque si crecemos más, vamos a estar descomprimiendo parte del gasto del Estado.

P.: ¿Cree que esto impactó en la imagen que tiene el agro del Gobierno?

P.O.: No puedo hablar por el sector del agro. Sí creo que hay una diferencia entre los sectores que pudieron captar ese beneficio, que son los que están en la etapa de la intermediación, y que el productor, que es el que hace el esfuerzo y arriesga, se quedó con un sabor bastante amargo.

P.: ¿Hay terminales con el Gobierno nacional para plantear todas estas inquietudes que menciona?

P.O.: Nunca se agota el diálogo. Un maestro que tuve decía que "el teléfono es lo último que se apaga". Siempre el diálogo es el que nos tiene que sacar. Nosotros siempre apostamos, incluso en las situaciones más tensas. Santa Fe, en todos los momentos donde se jugaron cuestiones vinculadas con el equilibrio fiscal, estuvo para apoyar. A pesar de esto, vemos que no tuvimos la correspondencia. Tampoco estamos arrepentidos de haber apoyado cuestiones que entendíamos favorables para el país. Hace falta un cambio de actitud, que sean más receptivos. Cuando no se tiene una fuerza propia para tomar las decisiones con exclusividad, impera la necesidad de abrir el marco de decisión y escuchar a otras fuerzas que quieren lo mismo que uno, pero que tal vez tengan una diferencia simplemente de grado.

P.: Santa Fe tiene un histórico reclamo por la deuda de Nación con la caja previsional de la provincia. ¿En qué situación está esa demanda hoy?

P.O.: Desde hace tiempo, Santa Fe tiene un reclamo a la ANSES, que tiene que compensar el déficit de la caja de jubilaciones de las provincias que no transfirieron sus cajas. Esto no es un reclamo abstracto ni un beneficio que no tenga sustento, está consagrado por ley. El sustento de esto es que todas las provincias le traspasaron al Estado nacional sus sistemas previsionales, que se están financiando en parte con tributos de todos los argentinos, entre ellos los santafesinos. La ANSES le adeuda a Santa Fe la compensación de los déficits del año 2020 hasta hoy. A eso se sumó que el Gobierno nacional, desde principios del año pasado, interrumpió los aportes a cuenta. ANSES tiene que hacer dos cosas: pagar el saldo del déficit de un año después que pasó, pero al mismo tiempo tiene que hacer aportes a cuenta del déficit durante el año. Desde enero del 2024, Santa Fe dejó de percibir esos aportes. Hoy, ante la Corte Suprema, hay dos reclamos subsumidos en una misa causa: uno por la deuda acumulada y el otro por la interrupción de los aportes a cuenta.

Pablo Olivares
Pablo Olivares, sobre la administración de Javier Milei:

Pablo Olivares, sobre la administración de Javier Milei: "Hace falta un cambio de actitud, que sean más receptivos".

P.: ¿Cómo continúa la situación en la Corte Suprema?

P.O.: Ha habido una audiencia de conciliación, a la cual el Gobierno nacional acudió. Entendemos que las propuestas no cumplen con los intereses de Santa Fe. Por supuesto que sigue su curso dentro de la Corte, porque se había agotado la vía administrativa. No se agotó durante esta gestión, sino en la anterior; de hecho el inicio del juicio comenzó en el gobierno provincial anterior. Siempre está la posibilidad de llegar a un acuerdo, como en todo juicio. Santa Fe tiene ya una experiencia donde tuvo un diferendo con el Estado nacional, se llegó a la Corte Suprema, se tuvo el fallo de fondo y la manera en cómo eso se cumplía. Hay un acuerdo de cobro de una acreencia por parte de Santa Fe por otro concepto. Son antecedentes que nos permiten ver que en algún momento tendrá que cumplir. Lo importante es que eso sea lo antes posible, porque no hacemos otra cosa que defender los intereses de los propios coprovincianos.

P.: ¿Qué foto imagina de Argentina y de Santa Fe el día posterior a las elecciones de octubre?

P.O.: La foto que imagino es que Santa Fe, con representantes del Gobierno provincial, pueda construir un aporte para que se pueda construir una salida que hoy no se está encontrando, junto con el Gobierno nacional. Veo una foto con una frase: esta es la nueva expresión de lo que quiere el pueblo argentino y entre todos nosotros tenemos la responsabilidad de sacar esto adelante. Evidentemente no ha dado resultado hasta acá todo lo que se propuso, pero el Gobierno nacional tiene que continuar dos años más y tiene que cumplir su objetivo. Para que pueda cumplir su objetivo, acá estarán los electos para ese nuevo término. Pensar lo mejor para el país y estar para aportar a un consenso, que tiene que contener como primera medida los intereses de los santafesinos y como segunda medida, tres condiciones fundamentales: equilibrio fiscal, paz social y crecimiento económico.

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