26 de mayo 2025 - 16:47

Bonte 2030: cómo es el bono con el que el Gobierno intenta seducir a inversores no residentes y cuántos dólares podría captar

El Bonte 2030 es un título en pesos a tasa fija que será suscripto en dólares, y que pagará pesos al momento de su vencimiento, a diferencia de un instrumento "peso linked" -tal como se especulaba que se anunciaría- (que gatilla moneda extranjera a su vencimiento).

El Bonte 2030 es un título en pesos a tasa fija que será suscripto en dólares, y que pagará pesos al momento de su vencimiento.

El Bonte 2030 es un título en pesos a tasa fija que será suscripto en dólares, y que pagará pesos al momento de su vencimiento.

El equipo económico venía anticipando esta jugada durante las últimas semanas (aunque inicialmente se hablaba de un bono "peso linked", que gatillaría dólares a su vencimiento) y preparando el terreno para su concreción.

De hecho, la semana pasada el Banco Central, a través de la Comunicación “A” 8245, había habilitado a no residentes a participar en licitaciones primarias suscribiendo en moneda extranjera títulos en pesos del Tesoro Nacional, siempre que la deuda tenga plazo de más de 180 días, lo que busca incentivar al "carry trade" desde el exterior.

Características del Bonte 2030

El anuncio del nuevo bono lo realizó en la red social X el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El Bonte 2030 es un título en pesos a tasa fija que será suscripto en dólares, y que pagará pesos al momento de su vencimiento (30 de mayo de 2030), a diferencia de un instrumento "peso linked". A continuación, se detallan sus principales características:

  • Bono del Tesoro a Tasa Fija en pesos
  • Suscribible en dólares
  • Para inversores internacionales
  • Cancelación anticipada ("put") a 2 años
  • Monto máximo a emitir equivalente en pesos a u$s1.000 millones
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Entre sus características, el bono incluye la opción de cancelación anticipada ("put") a dos años, coincidiendo con el resto del mandato del presidente Javier Milei. Asimismo, tendrá pagos semestrales de interés.

Bonte 2030: clave para acumular reservas

Que la suscripción del Bonte 20230 sea en dólares es un punto importante, ya que permitiría aumentar las Reservas Internacionales de cara al vencimiento de la meta con el FMI el próximo 13 de junio, sostuvieron desde PPI.

"El bono está destinado a apoyar la acumulación de reservas, dado que el BCRA no viene comprando divisas dentro de la banda cambiaria", comentaron desde Balanz.

Para un inversor internacional, la operación equivale a traer dólares a Argentina, venderlos en el Mercado Libre de Cambios (MLC) contra pesos, con los cuales se podría suscribir el Bonte 2030. Sin embargo, la emisión de este título le permite al inversor evitar la venta de esos dólares.

"Imaginemos un fondo extranjero que quiere suscribir u$s300 millones, por ejemplo. Si quiere venderlos, eso equivale a alrededor del 50% del volumen diario del mercado. Generaría una gran caída en el precio de la divisa, recibiendo menos pesos por dólar. Así, suscribir directamente al Bonte 2030 le permite evitar pasar por el MLC. A su vez, al Tesoro le permite hacerse de dólares, que necesita para pagar los vencimientos de julio, sin tener que comprar en el MLC, lo que empujaría el precio hacia arriba. Ambas partes, vendedor y comprador, evitan acudir al mercado y pactan la operación bilateralmente", explicó el economista Federico Machado.

En concreto, el inversor no residente recibe bonos en pesos y el Tesoro, dólares. Con esas divisas, "cancela sus vencimientos, con lo cual sustituye deuda en dólares (Bonares y Globales) por deuda en pesos (Bonte)", agregó Machado.

Adicionalmente, el nuevo Bonte ofrece un "put", la opción de pedir el rescate anticipado en mayo 2027. "Esto permite al inversor tener una ´parada intermedia´si ve que la situación macroeconómica se descalabra, como sucedió en 2018-2019. De esta forma, inversor y Tesoro satisfacen su interés. Al menos hasta que el segundo pueda rollear la deuda en moneda extranjera, cuando el riesgo país caiga debajo de los 400 puntos", remarcó el economista.

Con el 13 de junio como fecha límite para cumplir la meta de reservas netas del segundo trimestre, el Gobierno enfrenta una cuenta regresiva cada vez más exigente. Según estimaciones privadas, al 21 de mayo el stock bajo la metodología del FMI se ubicaba en torno a los -u$s8.470 millones. Para alcanzar el objetivo de -u$s2.530 millones, el BCRA debería acumular casi u$s5.000 millones en apenas tres semanas.

Aunque el acuerdo con el Fondo contemplaba ingresos por u$s2.000 millones de un REPO con bancos internacionales y u$s1.600 millones adicionales de organismos multilaterales, hay límites técnicos: del REPO sólo u$s500 millones suman a las reservas netas, y de los organismos el tope para este trimestre es de apenas u$s760 millones más.

Además, en el mismo período habrá egresos por u$s189 millones en pagos del BOPREAL y otros u$s117 millones a organismos internacionales. Con este panorama, el desafío del BCRA no es menor: aún en el escenario más favorable, deberá generar ingresos adicionales por al menos u$s4.990 millones para alcanzar la meta comprometida con el FMI, expresaron desde PPI.

A esto se suma una estrategia oficial que, por ahora, limita la acumulación de divisas: adquirir reservas dentro de la banda cambiaria no estaría en los planes del equipo económico, que reiteró que sólo se comprarán dólares cuando el tipo de cambio toque el piso, hoy en $987 y descendiendo 1% por mes. En lo que va de mayo, pese al pico estacional de liquidación del agro, el dólar no perforó ese nivel: el tipo de cambio llegó a un máximo de $1.114 el 9 de mayo y se mantiene lejos del límite inferior.

Por otro lado, el lanzamiento del “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos” tuvo un efecto acotado: el dólar contado con liquidación retrocedió 1% y el MEP cayó apenas 0,3% desde entonces. La expectativa ahora está puesta en la implementación efectiva del régimen a partir del 1° de junio, que podría empujar la oferta en el mercado oficial (MULC) mediante un repunte en depósitos y crédito en dólares, y en el Bonte 2030, que sumaría a reservas en el mejor de los casos unos u$s1.000 millones.

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