4 de agosto 2006 - 00:00

Fuerte suba de rindes en las últimas zafras

Crece el volumen de azúcar producida en el país, pero por contingencias internacionales el ingreso en divisas disminuye en relación con los máximos de los 90.
Crece el volumen de azúcar producida en el país, pero por contingencias internacionales el ingreso en divisas disminuye en relación con los máximos de los 90.
La producción argentina de azúcar alcanzó en 2005 el récord de 2.138.825 toneladas a valor crudo, lo que supera en 11,12% la marca máxima anterior, observada en el año 2003 y en 43,5% la cosecha de 1995. Esta producción se concentra en las provincias de Tucumán, que produce 62% del volumen, y en Salta y Jujuy que procesan conjuntamente 37%.

En Tucumán, la mayor parte de la caña es cultivada por cañeros independientes, mientras que en territorio salteño y jujeño la mayor producción pertenece a los ingenios. El resto de la producción se registra en Santa Fe y Misiones, que cultivan principalmente azúcar orgánico.

Los ingenios instalados en la Argentina son 23; 15 de ellos se encuentran en Tucumán, 3 en Jujuy, 2 en Salta, 2 en Santa Fe y 1 en Misiones.

Según relevamientos del INTA, en la campaña 2004/ 2005 la superficie cultivada alcanzó las 306.630 has (sin contar los cultivos del litoral, que son pequeños). De este total, 213.820 has correspondieron a Tucumán, 63.330 has a Jujuy y 29.210 has a Salta. Para no perder productividad la renovación óptima del cañaveral debe efectuarse cada 5 años. Por este motivo se recomienda renovar anualmente 20% del área sembrada.

En Tucumán la superficie cultivada presentó una tendencia decreciente desde la desregulación de 1991. Desde entonces, parte de la tierra fue cediendo terreno ante cultivos más rentables, principalmente limoneros. Según estimaciones de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), las 250.000 hectáreas cultivadas en 1991, fueron reduciéndose hasta alcanzar en 2001 las 183.390 hectáreas, un descenso de 27%.

No obstante, la producción de azúcar creció debido a innovaciones tecnológicas que lograron más que compensar la reducción del área sembrada.

Durante 2005 los rindes alcanzaron un promedio de 63 toneladas por hectárea, valor que representa un aumento de 63% con respecto a las 38,68 toneladas por hectárea de 1990.

También ha mejorado el rendimiento industrial, que alcanzó en 2005 un promedio de 11,64% de azúcar sobre peso de caña, un aumento de 20% con respecto a las 9,7 t de 1990 y 12% superior a las 10,42 t de 2004.

Las consecuencias de la mayor productividad, sumadas a las mejoras técnicas y a la optimización del proceso productivo, aumentaron la producción tucumana 106% entre 1990 y 2005, año éste en que alcanzó el récord de 1.333.453 toneladas (22% por encima del año anterior). Por su parte, Salta y Jujuy, pese a que no registraron marcas tan espectaculares como Tucumán, también tuvieron incrementos productivo importantes. La producción de 2005 que alcanzó 792.066 toneladas superó en 31% a la de 1990 y fue 10% mayor que la de 2004. Además, en el último año se alcanzaron rendimientos fabriles promedio de 12,09% de azúcar sobre peso de caña, 6% más que en 1990 y 2,2% superior a la marca de 2004.

  • Situación favorable

    El sector azucarero de las provincias de Salta y Jujuy posee una estructura muy diferente a la de Tucumán. La principal disparidad es el mayor tamaño de las explotaciones, puesto que 85% de la caña es propiedad de los cuatro ingenios más grandes. Esta situación favorece un mejor manejo de la cosecha, que se suma a importantes inversiones en genética y a maquinarias más avanzadas, factores derivados de la mayor disponibilidad de capital que tienen estas firmas con respecto a los cañeros independientes.

    Los rendimientos culturales promedio de los ingenios norteños son notablemente superiores a los que obtienen en las mismas provincias los cañeros independientes. Según estimaciones del INTA, los rindes de los cañaverales de los ingenios alcanzan las 93,5 toneladas por hectárea, frente a las 75,4 t de los independientes.

    La mecanización de la cosecha está generalizada en toda la región. La mayoría de los ingenios aplican un sistema de mecanización integral, en tanto que 40% de los cañeros independientes cuentan con mecanización completa y 60% restante aplica el sistema semimecanizado. Como las lluvias son menores a las requeridas para el adecuado rendimiento de la caña, la utilización del riego es necesaria. Los ingenios aplican tecnologías avanzadas que permiten un aprovechamiento racional del agua, en tanto que los restantes poseen sistemas menos eficientes.

    A su vez, la Argentina exporta su producción de azúcar principalmente a Chile y EE.UU. Al primer mercado, por una cuestión de cercanía, y debido a que es un país netamente importador de este producto. El caso de Estados Unidos es especial, ya que este país concede a la Argentina una cuota que prácticamente está libre de derechos de importación y que es vendida al precio del mercado interno norteamericano, normalmente muy superior al del mercado mundial.

    El récord absoluto de las exportaciones provocó un cambio en la participación de los países destinatarios del azúcar argentino, al crecer los envíos de azúcar crudo. Esta situación se explica por la limitada capacidad del país para producir azúcar blanco refinado con estándar internacional, sumado a que los principales destinos regionales de este producto, entre los que se destaca Chile, están llegando a su límite de absorción.

    En 2005 Rusia, primer importador mundial, se convirtió en el principal destino de las exportaciones argentinas, absorbiendo alrededor de 157.587 toneladas de azúcar crudo, 63% por encima del tradicional mercado chileno, que creció alrededor de 23%.
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