En medio de frenéticas negociaciones, la comisión de Hacienda de Diputados buscará dictaminar hoy el Presupuesto 2023, con el objetivo de aprobarlo la semana próxima y dejarle un mes al Senado para que sancione la iniciativa antes del mundial de fútbol. Al cierre de esta edición, la discusión transcurría con mejor clima que el año anterior, aunque hay algunos temores no sólo por la incorporación de varios artículos de último momento vía oficialismo, sino también por la postura que adoptará en el recinto el camporismo y la validación de una iniciativa que ratifica el acuerdo del Gobierno kirchnerista con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con negociaciones frenéticas, el oficialismo dictaminará hoy el Presupuesto 2023 en Diputados
Reunión clave ayer entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y legisladores del Frente de Todos de ambas Cámaras. El cristinismo estuvo presente y no dio señales de querer lesionar la discusión -como en 2021- o de rechazo, como ocurrió con el debate sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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Sobre la última cuestión fue clave la reunión que mantuvo ayer en la Cámara baja el ministro de Economía, Sergio Massa, junto a diputados y senadores del Frente de Todos, con presencia cristinista. Pese al intercambio de reclamos y sugerencias varias del camporismo -que en muchos momentos quiere jugar por fuera del Gobierno, situación que no resiste análisis-, no hubo manifestaciones similares en comparación con el año pasado -Martín Guzmán- o con las emitidas cuando se discutió el pacto con el organismo que maneja Kristalina Georgieva.
Otro cónclave fue el que comandó el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, el kirchnerista Carlos Heller -no aceptó dialogar con este diario-, con representantes de distintos bloques opositores. Allí, el oficialismo cedió en algunas cuestiones, aunque llamó la atención la cantidad de puntos que el diputado y bancario mencionó como “extras”. De allí la casi segura opción que analiza, al menos desde Juntos por el Cambio, de no firmar ningún dictamen, para evitar estampar un acompañamiento en disidencia o, en todo caso, rechazar de lleno la ley de gastos 2023.
En concreto, el macrismo quiere una cláusula gatillo por la inflación -el Presupuesto 2023 plantea un 60%- y frenar un eventual redireccionamiento discrecional desde el Ejecutivo ante suba lógica de ingresos. También hay quejas desde Juntos por el Cambio sobre blanqueos anexados -se escuchará la posición final que expondrá el escurridizo Luciano Laspina, pero es más clara la legisladora santafecina Germana Figueroa Casas-, aunque los rechazos más fuertes aparecen con los subsidios al transporte público en el interior del país -tema megaoperado ayer por el reaparecido Florencio Randazzo y peronistas cordobeses, como Ignacio García Aresca- y la crítica por la “inconstitucionalidad” de la delegación para que se puedan subir retenciones hasta finales del año próximo.
Por el transporte, los pedidos opositores están más que unificados y ya no preocupa tanto lo proyectado para el año próximo -Massa anunció plus de aumento-, sino para lo que queda del corriente ejercicio, y por ello la exigencia de avanzar con una emergencia que significaría sumar $16.000 millones y desactivar paros por doquier en el interior del país. Sobre esta cuestión y otros pedidos se lo escuchará en las próximas horas al jefe del interbloque federal, Alejandro “Topo” Rodríguez.
También preocupan fondos para la educación, súplicas de movimientos sociales y perdones de deudas municipales y otras provinciales. En resumen, esquilmar lo más que se pueda al Estado nacional sin importar el signo político de gobierno, y por eso las respuestas de Heller en relación con reclamos que pueden parecer “lógicos”, pero sin una contraparte de ingresos para cubrirlos.
Sesión
El oficialismo está dispuesto a apurar la sesión para no iniciarla el miércoles próximo, sino el martes. Es más: el Frente de Todos aún no descartó la idea de separar el encuentro en dos jornadas que deslizó la oposición, pero preferiría ir de corrido y concretar una reunión maratónica.
Senado
La Cámara alta firmó ayer la prórroga, por diez años, de la prohibición de desalojos en barrios populares -ley de consenso entre oficialistas y opositores- y la expropiación de inmuebles donde se encontraba República Cromañón. Hoy no se discutirá el proyecto de la ultra K Juliana di Tullio sobre ingreso extra a sectores vulnerables. La legisladora bonaerense habló ayer con Massa y el tema volvió a posponerse para la semana próxima.
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