Río de Janeiro - Los equipos de campaña de Lula y Jair Bolsonaro comenzaron ayer a afinar sus estrategias de cara al balotaje en Brasil, que se celebrará el domingo 30 en un contexto de incertidumbre.
Corrupción y medio ambiente, los puntos flojos de Lula y Bolsonaro para capturar votos en el balotaje
Los votantes de Ciro Gomes son progresistas, pero expresan el rechazo a los puntos polémicos de los gobiernos del PT. En tanto los de la moderada Simone Tebet abrazaron la agenda ecológica de la candidata.
-
Una encuesta midió la popularidad de todos los presidentes de la región: en qué puesto quedó Milei
-
Brasil: la Fiscalía General negó los alegatos de la defensa de Bolsonaro y está cerca de ir a juicio

El expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, de 76 años, superó con el 48,43% de votos al mandatario ultraderechista, quien obtuvo 43,2%, pero se quedó lejos de la victoria holgada que habían previsto las encuestas. Tampoco logró superar la mitad más uno de los votos necesaria para evitar la segunda vuelta. La ventaja, de cinco puntos, dejó la definición abierta y proyecta cuatro semanas de una campaña intensa y agresiva en un país profundamente dividido, coinciden analistas.
Lula da Silva hizo ayer a la mañana su primer llamamiento con vistas al balotaje. “El pueblo brasileño necesita, merece y tiene derecho a ser respetado nuevamente”, dijo en Twitter.
“La esperanza del pueblo brasileño me emociona mucho. Por eso te digo que voy a ganar las elecciones, a recuperar el derecho del pueblo a ser feliz. El pueblo brasileño necesita, merece y tiene derecho a ser respetado nuevamente. ¡Vamos, buenos días!”, lanzó.
En tanto, el presidente en ejercicio señaló en la misma red que “nuestros oponentes solo se prepararon para una carrera de 100 metros. Estamos listos para un maratón. ¡Luchemos con confianza y con cada vez más fuerza, seguros de que venceremos por la patria, por la familia, por la vida, por la libertad y por la voluntad de Dios!”.
“Contra todo y contra todos tuvimos una votación más expresiva en la primera vuelta de 2022 que la que tuvimos en 2018. ¡Fueron casi dos millones de votos más! También elegimos las bancadas más grandes de la Cámara (de Diputados) y del Senado, que era nuestra máxima prioridad en este primer momento”, postuló.
Análisis
Lula se reunió por la tarde con su compañero de fórmula, el exgobernador de centroderecha Geraldo Alckmin, para una “reunión de coordinación de campaña” en San Pablo.
Leandro Consentino, politólogo del instituto Insper, pronosticó un “final abierto” y “una situación pareja” para ambos, con Bolsonaro mostrando fuerza en estados clave como Río de Janeiro, San Pablo y Minas Gerais, en el sudeste de Brasil y que reúnen 40% del padrón electoral.
El bolsonarismo salió además reforzado el domingo en las elecciones legislativas y de gobernadores.
“Es el reflejo de un país muy conservador”, evaluó el publicista Mateus Alcantara un día después de la elección en Rio de Janeiro. “Estamos en un momento de polarización enorme y el bolsonarismo crece cada vez más”.
Para el balotaje, los apoyos de la moderada Simone Tebet, tercera con 4% de los votos, y del laborista Ciro Gomes, con 3%, tendrán un papel relevante.
La primera prometió que anunciará su postura en el “momento oportuno”, mientras que el segundo, duro crítico de Lula y de Bolsonaro, pidió algo de tiempo para manifestarse.
El postulante de la izquierda se esforzará en quedarse con los sufragios de Gomes, lo que por sí solo le daría el triunfo, aunque se constará convencer a ese reducto de votantes, recelosos de los antecedentes de sus gobiernos en materia de corrupción.
Asimismo, el mandatario prometió abocarse a la conformación de una alianza que le permita remontar la puja, pero no es seguro que los votos de Tebet confluyan fácilmente hacia él, dada la sensibilidad de la candidata por la problemática medioambiental, uno de los puntos más flojos del excapitán. La pelea por esos votos comenzó ayer mismo, con los primeros pronunciamientos de las respectivas campañas.
Bases
Bolsonaro ha gobernado a golpe de crisis, especialmente con una cuestionada gestión de la pandemia y un desafío constante a las instituciones democráticas. De hecho, dijo que espera un posicionamiento de las Fuerzas Armadas sobre la transparencia de las elecciones, tras poner en duda –sin pruebas– la confiabilidad del voto electrónico. Mantiene un sólido apoyo entre el electorado evangélico, el agronegocio y sectores conservadores.
Mientras que Lula, aún bajo la sombra de los escándalos de corrupción develados cuando la izquierda estuvo en el poder y que decepcionaron a muchos de sus seguidores, cuenta con el apoyo de las clases populares y de la mayoría de las mujeres y los jóvenes.
- Temas
- Lula
Dejá tu comentario