El fútbol argentino es dueño de jornadas inolvidables, que no es que el resto de los países no tengan, pero que el último partido del mejor jugador de todos los tiempos sea en el clásico más apasionante del mundo, es un lujo que no muchos pueden darse en otras partes del planeta.
A 28 años del retiro de Diego Maradona del fútbol: un superclásico especial y un reemplazo inolvidable
El fútbol argentino vivió una jornada histórica, que tuvo un gesto que marcó a todos los hinchas de Boca al momento de la salida de Maradona.
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El campeón del Mundo se despidió del fútbol en un Superclásico.
Sin avisarle a nadie y para sorpresa de todos, en El Monumental, Diego Armando Maradona decidió ponerle fin a su carrera como futbolista profesional. Y si ese día también fue inolvidable, es porque el cambio que marcó el fin de la aventura de Pelusa en el deporte también trajo consigo el inicio de una leyenda para los Xeneizes.
El último partido de Maradona como jugador de fútbol: ante River y sin que lo sepa nadie
Para sumarle condimentos a esta maravillosa historia, cabe destacar que nadie conocía la decisión de Diego. Él decidió no contarle a nadie que allí sería su última exhibición como profesional, en un marco increíble como lo es cada Superclásico del fútbol argentino.
Ese 25 de octubre de 1997 no es un clásico más. Maradona venía de no superar los últimos análisis que se había hecho y, si bien no debía, formó parte del equipo. Como era habitual, había filas de fotógrafos esperando el calentamiento del 10, quién emanaba un aura llamativa, dejaba entrever que se aproximaba algo fuera de lo común, pero era algo normal en el Pibe de Oro.
Tras varios meses con escándalos con el doping y su vida personal, la cuál era bastante expuesta por sus acciones como aparecer en los entrenamientos en un camión o manejar autos de alta gama, llegó el último baile. No hubo magia ni grandes jugadas, apenas un poco de destellos de su clase y Boca perdía por 1 a 0. Por lo que llegó un cambio que no sólo transformaría el partido, también significaría el nacimiento de una nueva leyenda para los de azul y oro.
Un cambio que quedó marcado con los años: Maradona por Riquelme
Un joven Juan Román Riquelme parecía heredar el legado de la 10 de Boca tras reemplazar a Maradona. Y mal no le fue a los dirigidos por ese entonces por el Bambino Viera. Con Román en cancha, el conjunto azul y oro dio vuelta el partido con los goles de Julio César Toresani y Martín Palermo.
El otro crack también surgido de Argentinos Juniors desplegó la magia que no había podido demostrar Maradona en la primera parte, dando a entender que su momento había llegado. Y a diferencia de lo que sucedió en el futuro, entre ambos había respeto, admiración, pero sobre todo cariño, ya que hablaban el mismo idioma no solo con la boca, también con los pies.
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