La historia del fútbol guarda partidos para el recuerdo por distintos motivos: grandes jugadas que terminan en gol, remates imposibles o atajadas que aún perduran en la memoria colectiva. Pero también hay otros aspectos que hacen míticos ciertos encuentros, y no necesariamente van de la mano con lo que tiene que ver con la pelota.
A 56 años de una de las finales más violentas del fútbol: qué pasó en el partido entre Estudiantes y Milan
La Bombonera fue testigo de una de las noches más sangrientas y violentas de la historia del fútbol.
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Lo que debió ser una final de fútbol terminó en uno de los hechos más violentos de la historia del deporte.
La Bombonera ha sido testigo de choques que han dejado alegría y tristeza, pero también de uno de los duelos más violentos que se hayan visto en un campo de juego. Estudiantes de La Plata y el Milan de Italia protagonizaron una final que terminó con lesionados, heridos y tres jugadores presos.
Intercontinental 1969: la violenta final entre Estudiantes y Milán
Los de Milano habían ganado la ida 3 a 0 en Italia, por lo que el Pincha la tenía difícil en la cancha de Boca. Los equipos de Osvaldo Zubeldía solían ser bravos, pero el León ese día estaba totalmente sacado, casi como que buscó en todo momento el roce, aunque a niveles bastante exagerados.
El 2 a 1 a favor del conjunto argentino es completamente anecdótico, ya que la entrega que los caracterizaba se convirtió en violencia desde el primer minuto. Néstor Combín, un argentino naturalizado francés, terminó ensangrentado y con un pómulo completamente inflamado por un codazo. También fue uno de los detenidos, aunque este fue liberado, ya que la razón fue haberse saltado el servicio militar y la intervención del embajador francés fue clave.
Desde el arranque hubo hostilidad, algunos jugadores de Estudiantes tiraban pelotazos contra los rivales mientras estos calentaban. Aguirre Suárez vio la roja tras agredir a Rivera, pero antes había hecho lo mismo con Sormani y Prati, a quién hirió en el rostro de un codazo.
El mismo Rivera de los Rossoneri también fue protagonista de la segunda expulsión, en este caso de Manera, quién le dio un puñetazo debido a que lo acusó de hacer tiempo. Mientras este era atendido, Poletti le dio un puntazo en la cabeza a Prati, ya lastimado y en el suelo, y el clima terminó de explotar.
Tal fue la locura del hecho que empañó el partido de fútbol, que los testigos aseguran que uno de los más tranquilos de la noche fue nada más ni nada menos que Carlos Salvador Bilardo, en ese entonces jugador del Pincha. Ni los medios, que apoyaban a Estudiantes en esa época ante un partido tan importante como lo es una Copa Intercontinental, pudieron respaldar tal salvajada.
Tres jugadores presos por varios meses
Alberto Poletti, Ramón Aguirre Suárez y Eduardo Luján Manera fueron los jugadores más violentos de la noche, y eso trajo consecuencias. Un decreto firmado por el dictador Juan Carlos Onganía los mantuvo presos en Devoto durante más 30 días antes de ser liberados.
El cuestionado y sangriento gobierno argentino de ese entonces, quiso "dar el ejemplo" y mostrar que la autoridad estaba presente en este tipo de actos. La AFA tampoco se quedó atrás y tomó cartas en el asunto: Poletti fue expulsado de por vida, Aguirre Suárez por 30 partidos y cinco años de inhabilitación para jugar duelos internacionales y Manera 20 juegos suspendido y dos años sin disputar copas internacionales.
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