6 de mayo 2009 - 18:36

Con un agónico empate, el Barcelona de Messi alcanzó la final de la Champions

Iniesta le dio la clasificación al Barcelona en el minuto 93.
Iniesta le dio la clasificación al Barcelona en el minuto 93.
Un gol en el tercer minuto de descuento le dio el empate en uno a Barcelona de visitante frente a Chelsea y el pasaje a la final de la Liga de Campeones, que jugará el 27 de mayo en Roma ante Manchester United.

Andrés Iniesta, tras un pase del argentino Lionel Messi, marcó el tanto que le dio el boleto al equipo español de Josep Guardiola e impidió que por primera vez en la historia se repitiesen los protagonistas en la instancia decisiva.

El ghanés Michael Essien había puesto en ventaja a los 9' a los dirigidos por el holandés Guus Hiddink, que pagaron caro su falta de definición, sobre todo cuando Barcelona quedó con diez por la expulsión del francés Eric Abidal a los 66'.

Fue la primera expulsión sufrida por Barcelona en 105 partidos de Liga de Campeones.

Paradoja del destino, el último del equipo catalán en ver la tarjeta roja en este torneo había sido justamente Guardiola, como jugador, en 1998 y ante el Brondby.

El gol de Iniesta, por su condición de visitante, le dio el pase a la final al equipo catalán, que prácticamente no generó peligro y que de local en el Camp Nou había empatado sin tantos frente a Chelsea en la semifinal de ida.

El equipo español, donde fue titular también el brasileño Daniel Alves (que festejó del mejor modo su cumpleaños), no mostró la lucidez y los lujos que lo convirtieron la sensación de esta temporada, pero supo mantener la tensión hasta el final y tuvo su premio.

Barcelona, que intentará repetir el título de campeón continental obtenido en la temporada 2005-06, se sacó también una espina, pues había sido eliminado en las últimas tres ediciones de la Liga de Campeones por equipos ingleses.

Chelsea lo había dejado en el camino en la edición 2004-05.

En la temporada 2006-07 fue Liverpool su verdugo y en 2007-08 Manchester United, del que podrá vengarse ahora en el estadio Olímpico en la finalísima del certamen.

Los "Diablos Rojos" avanzaron con más holgura a esa instancia, pues en la víspera vencieron por 3-1 al también inglés Arsenal, al que habían superado por 1-0 de locales en la semifinal de ida.

Chelsea, que contó con el brasileño Alex desde el inicio y con su compatriota Juliano Belletti desde los 72' (el argentino Franco Di Santo fue suplente), volvió a pecar de ingenuo al perdonar a un Barcelona que, cuando tuvo su opción, no perdonó.

El cachetazo a la ilusión del equipo inglés derivó en ira, enfocada especialmente hacia el árbitro noruego Tom Henning Ovrebo, a quien le reclamaron cara a cara un penal no sancionado en favor del Chelsea en el quinto minuto de descuento.

"Todos vieron lo que hizo", reclamó a los gritos el marfileño Didier Drogba frente a las cámaras de televisión y en referencia a esa y otras dos supuestas faltas en el área en favor de su equipo no sancionadas por el juez, que debió ser escoltado al retirarse del campo de juego por personal de seguridad.

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