17 de abril 2006 - 00:00

River apenas logró empatar y ya no está en lo más alto

Los jugadores de River se retiran con la mirada dirigida hacia el césped. El empate anteSan Lorenzo y el triunfo de Boca relegaron al equipo de Passarella al segundo puestodel campeonato.
Los jugadores de River se retiran con la mirada dirigida hacia el césped. El empate ante San Lorenzo y el triunfo de Boca relegaron al equipo de Passarella al segundo puesto del campeonato.
El gol, bien anulado, en el último segundo del partido a San Lorenzo le hubiera dado justicia al marcador, porque River fue superado durante los 90 minutos y si no perdió fue por la gran actuación de Germán Lux.

San Lorenzo hizo un planteo inteligente. Se negó a pelear la pelota en la mitad de la cancha y superó la zona con largos pelotazos buscando las espaldas de Zapata y Mareque por derecha. De esa manera, sin manejar más la pelota que su rival era el único de los dos que creaba situaciones de gol.

River estuvo contenido. Lentoen el traslado de la pelota, nunca aparecieron para manejarla ni Montenegro, ni Gonzalo Higuaín, por lo que Ahumada y Zapata se tuvieron que hacer cargo del traslado, por lo que sobró garra, pero faltó imaginación.

San Lorenzo, en cambio, tuvo varios «cerebros». Atrás Jonathan Bottinelli, cada vez más caudillo y cada vez más firme. En la mitad de la cancha Diego Mateo, impecable en la contención, y Diego Rivero con un trajinar inteligente por el costado derecho y arriba Ezequiel Lavezzi que con su habilidad en velocidad complicó a todos los defensores.

¿Por qué no ganó San Lorenzo? Principalmente porque falló en la definición. Ulloa tuvo cuatro situaciones claras y no pudo concretar ninguna y Osmar Ferreyra tuvo una muy clara que desperdició pegándole débil a las manos de Lux.

También gravitó la gran actuación del arquero de River, que estuvo muy seguro en todos los centros que tiró San Lorenzo y manoteó dos pelotas por arriba del travesaño con mucha categoría (un tiro libre de Ferreyra y un cabezazo a quemarropa de Jonathan Bottinelli).

River volvió a jugar mal. Algo que se reitera en las últimas semanas. El equipo extraña mucho a Marcelo Gallardo, porque Daniel Montenegro ya no está en el gran nivel con que comenzó el torneo y entonces no tiene eje en el cual girar.

Sigue firme en defensa, donde Julio César Cáceres está cada vez más afirmado, y aunque Cristian Tula se hizo expulsar inocentemente (cometió una mano intencional en ataque estando amonestado) parece ser el compañero ideal, por su velocidad. En el medio, Ahumada cumple con su función de quite y lucha, lo mismo que Zapata, pero no están para la creación y cuando los encargados «faltan sin aviso» se nota mucho, por lo que Farías queda aislado.

San Lorenzo, en cambio, demostró que está por el buen camino.

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