19 de marzo 2021 - 22:06

El retorno de Il Cavaliere: Berlusconi se encamina a la Serie A de la mano del Monza

El ex primer ministro italiano preside un club recién ascendido que va por un nuevo salto a la máxima categoría. Quién es el argentino que lo capitanea. El rol de un ex compañero de Messi y el italiano que alguna vez aseguró ser el mejor del mundo.

Berlusconi está próximo a retornar a la Serie A, esta vez cargo del humilde Monza.

Berlusconi está próximo a retornar a la Serie A, esta vez cargo del humilde Monza.

bruno El 12 de abril de 2017, Silvio Berlusconi firmó la venta del Milan a un grupo inversor chino y, de esa manera, le puso fin a 31 años como dueño de uno de los tres grandes de Italia. En su paso por el club, Il Cavaliere cosechó 29 títulos: 8 Serie A, 5 Copas de Europa, 5 Supercopas de Europa, 7 Supercopas de Italia, 1 Copa Italia, 1 Copa Intercontinental y 2 Mundial de Clubes.

Dejo hoy, después de más de treinta años, la propiedad y la presidencia del Milan. Lo hago con dolor y emoción, pero sabiendo que, en el fútbol moderno, para competir al máximo nivel europeo y mundial, se necesita de inversiones y recursos que una sola familia no es capaz de sostener”, aseguró en su carta de despedida.

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En la época dorada, junto a Arrigo Sacchi, Franco Baresi, Marco van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard.

En la época dorada, junto a Arrigo Sacchi, Franco Baresi, Marco van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard.

En lo futbolístico, el club venía mal. Su último título había sido en 2011 y, desde entonces, había quedado afuera de la Champions League y de la UEFA en cuatro ocasiones seguidas. Para colmo, la Juventus para ese entonces ya acumulaba seis títulos de Seria A en continuado (algo que se extendería a nueve). La caída fue dura y pegó fuerte en la ciudad. Fue recién en este año que el equipo logró volver a ocupar la punta del torneo. Pero no la pudo sostener y en la actualidad se encuentra segundo a 9 puntos del Inter, su archienemigo.

Tras la venta, se pensó que Berlusconi se alejaría de la vida política tanto del fútbol como del país. Ya habían pasado seis años de su dimisión como primer ministro (cargo que ocupó durante nueve años en tres períodos diferentes). Sin embargo, en 2018 Il Cavaliere volvió a presentarse como candidato en las elecciones italianas para renovar el parlamento (quedando en el cuarto puesto con el 14 por ciento de los votos) y meses más tarde también retomó su actividad empresarial en el fútbol.

Su apuesta esta vez fue menor. Pero no por eso menos ambiciosa. Fininvest, uno de los grupos financieros más importantes de Italia, empresa fundada por Berlusconi, se hizo cargo del Monza, un club de la tercera división de Italia que había quebrado y desaparecido en 2015 y que el mismo año volvió a fundarse bajo el nombre de Monza 1912. Al frente lo puso a Adriano Galliani, su incondicional mano derecha.

En su primer año en la institución, Berlusconi llevó adelante una serie de inversiones que posibilitaron que un equipo recién ascendido a la Serie C pudiera dar pelea por el campeonato. Sin embargo, no alcanzó. La escuadra del norte italiano, que en su historia penduló entre la segunda y la tercera división, y que nunca jugó en la Serie A, no logró dar el salto y al final de la temporada se ubicó en el quinto puesto.

Claro, no se trató de una adaptación fácil. En su primer año, el político marcó una serie de condiciones que nada tienen que ver con el fútbol de hoy, ese del que alguna dijo odiar. Para empezar, dejó en claro que todos los jugadores tendrán un aspecto físico impecable. "Ya hay un peluquero en Monza que dijo que les cortará el pelo gratis para que tengan el cabello impecable", dijo.

Además, pidió que en su equipo no haya ni barba ni tatuajes y que sus jugadores "siempre irán vestidos con sobriedad y a la moda". Y sostuvo que sería muy estricto con las firmas a los fans: "Si se les pide un autógrafo, no harán un garabato, sino que escribirán bien claro el nombre y el apellido".

En 2019, Berlusconi subió los costos y fue en busca de un cuerpo técnico que le permita dar el paso necesitado para tamaña apuesta. La respuesta, como era de esperar, la encontró en el Milan. Cristian Brocchi, entrenador de las divisiones de la institución rossonera, aceptó el desafío y se puso a cargo del equipo. Y como emblema, convocó a un ex defensor de la selección italiana con pasado en Milan: el argentino Gabriel Paletta.

El ex defensor de Banfield y Boca capitaneó al equipo en su primera aventura en la Serie C y el resultado fue contundente: en los 27 partidos (de un total de 38) que duró el torneo, el Monza cosechó 61 puntos, 16 más que el segundo, y ascendió cuando el torneo se dio por finalizado por el inicio de la pandemia.

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El expremier junto a los jugadores del Monza tras el primer ascenso.

El expremier junto a los jugadores del Monza tras el primer ascenso.

Con la intención clara de volver a la categoría donde fue feliz, Berlusconi redobló la jugada y rompió el chanchito para conseguir dos refuerzos de lujo: en primer lugar contrató a Kevin Prince Boateng, un trotamundos que venía de ser compañero de Lionel Messi en el Barcelona y que tras pasar en un mismo año por la Fiorentina y el Besiktas de Turquía arribó al Monza, donde hasta el momento convirtió 5 goles en 17 partidos. Una cifra alta para un delantero de grandes condiciones pero con pocos festejos en su carrera (en su paso por Milan anotó solo 18 goles en 114 partidos).

No se quedó ahí. A principio de este año logró una contratación fuera de serie para la categoría y contrató a un ex delantero de la selección italiana que alguna vez aseguró ser el mejor jugador del mundo. Exjugador del Inter, Liverpool, Manchester City, Milan y Olympique de Marsella, Mario Balotelli llegó con todos los laureles pero, como también se sabe, con todos sus exabruptos tanto adentro como afuera de la cancha.

Tras su paso por el Brescia, el delantero que anotó 14 goles en sus 36 partidos en la selección mayor, bajó de categoría y también su contrato. El atacante pasó de ganar 110 mil euros semanales (cuando jugaba en Liverpool, en 2015) a cobrar 4500 euros cada siete días en el Monza.

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Mario Balotelli y Kevin Prince Boateng, una sociedad que todavía no tuvo mucho ruedo pero que promete.

Mario Balotelli y Kevin Prince Boateng, una sociedad que todavía no tuvo mucho ruedo pero que promete.

El ariete llegó a la institución italiana a principios de enero luego de estar nueve meses sin jugar. Debió bajar de peso rápido y hasta el momento solo jugó cuatro partidos, pero anotó dos goles.

Hasta hoy el Monza se encuentra en la segunda colocación de la Serie B, un puesto que lo lleva directo a la Serie A cuando ya se disputaron 29 de los 38 partidos del campeonato. El equipo dirigido por Brocchi tiene 50 puntos, con 13 ganados, 11 empatados y cinco derrotas.

A nueve fechas del final, Il Cavaliere cada vez está más cerca de retornar a la Serie A. Esta vez con el Monza. Lejos de los grandes títulos pero con una billetera capaz de cambiar las reglas de juego. Habrá que ver cómo se adapta.

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