Actividad económica: se conoce esta semana el dato de marzo (estiman un leve repunte)

De acuerdo a distintos relevamientos privados y datos sectoriales, se vería una mejora en la comparación mensual y anual. De todas formas, alertan por el impacto de la caída del agro a partir del segundo trimestre.

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Durante febrero, la actividad económica creció 0,2% interanual y se mantuvo sin variaciones con respecto a enero, para acumular una suba en los primeros dos meses del 1,6% frente al mismo periodo del año anterior. Este martes, el INDEC dará a conocer el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de marzo y, según anticipan distintos relevamientos privados y datos sectoriales, la tendencia se mantendría: podría verse, aseguran, un repunte en la comparación mensual y un crecimiento interanual.

De todas formas, hacia adelante las proyecciones no son tan optimistas. Es que se proyecta que en el segundo trimestre del año se verá reflejado el impacto de la sequía en el agro, a la vez que la aceleración de la inflación hará mella en los niveles de consumo. Así, estiman que la actividad cerrará 2023 con una contracción frente al año pasado.

Por caso, al analizar algunas variables que pueden tomarse en cuenta para prever la evolución del nivel de actividad de marzo, desde LCG señalaron: “Indicadores líderes de la industria y la construcción crecieron en el orden del 3,5% mensual (desestacionalizado) y la recaudación de IVA DGI y Créditos y Débitos, asociados a la dinámica del consumo interno, crecieron en torno al 5% mensual (desestacionalizado). En ese marco, esperamos un repunte de la actividad que podría superar el 1% mensual, consistente con una suba del 1,5% interanual”.

Por su parte, el Índice General de Actividad (IGA) que elabora la consultora Orlando Ferreres registró en marzo una expansión anual del 0,2%, acumulando en el primer trimestre una mejora del 0,5%. En la medición desestacionalizada, en tanto, se observó una suba de 0,4% respecto a febrero.

“El comportamiento de los sectores resultó muy heterogéneo: el sector de mayor crecimiento anual en marzo fue el de Electricidad, gas y agua (10,9%), provocado por la expansión que mostró la generación eléctrica durante marzo debido a las altas temperaturas. En efecto, CAMMESA registró una suba anual en la demanda residencial de 54,2%, que fue acompañado por una suba de 20,4% de la generación local apuntalada por importación para satisfacer la demanda”, señalaron desde Ferreres, y agregaron: “En la otra punta, la mayor caída la presenta el sector de Agricultura y ganadería (21,4%), que anota la sexta caída consecutiva, todas de dos dígitos, y enfrentará una caída aún más fuerte durante los próximos meses”.

En la misma línea, otros analistas estiman que, si bien la actividad habría crecido 0,5% mensual en marzo, el primer trimestre cerraría con un leve descenso respecto al cuarto trimestre del año pasado. Y, además, habría sufrido en abril el impacto por las turbulencias cambiarias.

Actividad: qué esperar a futuro

Más allá de un posible repunte de la actividad en marzo, los pronósticos de cara a los próximos meses no son alentadores. “Hacia adelante la perspectiva no es buena: el segundo trimestre deberá enfrentar el grueso del derrumbe del agro, y las condiciones macroeconómicas muestran una extrema fragilidad”, resumieron desde Ferreres.

Todos los motores de la actividad económica muestran signos de deterioro. La caída en el poder adquisitivo de las familias, que podría profundizarse con una inflación en ascenso, se sentirá en el consumo privado, que caería un 1,4% i.a., aunque con heterogeneidades entre rubros. Asimismo, la inversión también presentará una baja, del 6% i.a., en línea con una menor actividad de la construcción en el marco de la elevada incertidumbre, y una menor producción e importación de equipo durable. Por su parte, el comercio exterior, ante la fuerte sequía y compras externas que continuarán siendo la variable de ajuste, evidenciará un aporte nulo al crecimiento (-0,1 p.p.). De este modo, estimamos una caída de 2,7% en el PBI en 2023, en un escenario moderado. No obstante, con un riesgo cambiario incrementándose y una inflación que muestra un piso del 7% mensual, no puede descartarse un mayor deterioro en la economía”, subrayaron por su parte desde Fundación Capital.

En sintonía, otra fuente del mercado estimó al respecto: “El deterioro de la actividad económica se profundizaría en lo que resta del año. Al arrastre negativo del 2022 (-0,3%) se sumarán el impacto pleno de la sequía, la escasez de dólares y una aceleración inflacionaria que reducirá la demanda interna. Esperamos una caída del PBI de al menos 3% en 2023”.

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