Dos de las calificadoras de riesgo más preponderantes del mundo emitieron una alerta para el sistema bancario argentino luego de las medidas adoptadas por el Banco Central (BCRA) como la reducción de la tasa de política monetaria y la regulación que limita las tenencias de deuda pública de las instituciones financieras.
Alerta bancos: calificadoras de riesgo advierten problemas de liquidez y estabilidad
Para las entidades de riesgo, la devaluación y la tasa de política monetaria, exacerbaron aún más los desequilibrios en las estructuras de activos y pasivos tanto para los bancos como para las empresas.
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Plazo fijo: el BCRA decidió bajar la tasa de interés para las colocaciones a 30 días
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Licuadora: el BCRA bajó tasa de interés de plazos fijos (mantiene los UVA)
Las medidas, adoptadas en medio de una batería dispuesta por el nuevo Gobierno, dirigido por Javier Milei, son así analizadas por Moody's y Fitch Ratings, dos de las calificadoras de riesgo más relevantes.
Para Moody's, si las medidas de estabilización tienen éxito “serán positivas desde el punto de vista crediticio en el mediano plazo porque mejorarían el entorno operativo de los bancos”. Sin embargo, advierte que, en el corto plazo, “las medidas podrían afectar las utilidades de los bancos debido a la reducción de las tasas de interés”.
Moodys agrega que, además, “podrían debilitar la calidad de los activos” ante una mayor exposición frente al soberano, mientras que el país se encuentra todavía en una posición financiera “frágil”, aunque indica que los bancos cuentan con importantes reservas de capital “que acumularon durante los últimos años” lo que les ayudará a soportar “presiones”.
Así, tras el proceso de desarme de las Letras de Liquidez (Leliqs), Moody's sostiene que “los cambios afectarán la rentabilidad, ya que los bancos siguen sujetos a una tasa anual mínima del 110% para los depósitos minoristas”. Esto se debe a que esas entidades, especialmente los privados del sistema financiero, registraron fuertes utilidades ajustadas a la inflación en los primeros nueve meses del año, respaldadas por las altas tasas de interés y una estructura financiera favorable basada en depósitos de actividades principales.
“Las bajas tasas de interés, junto con el aumento de la inflación, harán que a los bancos les resulte más difícil seguir registrando fuertes utilidades ajustadas a la inflación. Los bancos medianos y pequeños podría ser los más perjudicados porque no cuentan con grandes bases de depósitos minoristas”, señala la calificadora.
Otro inconveniente a futuro esbozado por Moody's para el sistema financiero ante la incertidumbre de las condiciones operativas es la estabilidad del financiamiento.
Desde el inicio del proceso electoral, la base de depósitos ha ido migrando desde depósitos a plazo hasta cuentas corrientes y de ahorro, lo que indica la preferencia de los depositantes por la liquidez inmediata. A principios de año, los depósitos a plazo de mayor costo representaron el 50% de los depósitos en moneda local del sector privado, pero este nivel había bajado al 40% al 19 de diciembre. “Además, han estado cayendo en términos reales los depósitos en moneda local, con una reducción del 15% entre fines de agosto y el 15 de diciembre”.
Bancos: la evaluación de Fitch Ratings
El sistema bancario argentino enfrenta desafíos cada vez más complejos en cuanto a la liquidez y la gestión de activos y pasivos (ALM, por sus siglas en inglés) debido a las medidas económicas anunciadas recientemente por la administración del Presidente Javier Milei, según señala Fitch.
Si bien el efecto en el sistema bancario dependerá de la forma final que tomen las nuevas políticas del gobierno, “estas podrían aumentar la presión sobre la liquidez, los márgenes y la estabilidad de las ganancias del sistema bancario”, advierte la calificadora.
Para la entidad, las nuevas medidas de política que más afectan a los bancos incluyen la devaluación del peso en un 50%, el anuncio de que el BCRA (Banco Central de Argentina) dejará de emitir Leliqs a 28 días y que la tasa para depósitos a plazo se fijará en un 110% de tasa anual nominal.
“Esperamos que los bancos reduzcan aún más el crecimiento de los préstamos, dada la expectativa de inversiones más limitadas por parte del gobierno federal. Aunque esto es favorable para la retención de capital, ya que los desembolsos de préstamos más bajos reducen la densidad de los activos ponderados por riesgo (RWA, por sus siglas en inglés), los márgenes bancarios se verán presionados por la reducción esperada en los activos rentables y podrían no compensar los mayores costos de financiamiento dados los pisos de tasas de interés en los depósitos”, agrega el informe.
Para Fitch, los bancos argentinos enfrentan una creciente incertidumbre económica y mayor volatilidad en el mercado de divisas a medida que el nuevo gobierno aborda la hiperinflación y la baja confianza en el sistema monetario del país.
Sobre la devaluación y la tasa de política monetaria, Fitch sostiene que la devaluación exacerbó aún más los desequilibrios en las estructuras de activos y pasivos tanto para los bancos como para las empresas, “incluso si la proporción de dolarización de la economía es moderada (15,2%)”.
Sin embargo, agrega que el impacto esperado en los bancos es limitado, ya que las instituciones financieras han cubierto el riesgo cambiario invirtiendo en dólares y en bonos vinculados al gobierno de Estados Unidos. “No obstante, tasas de interés más bajas pueden traducirse en una mayor inflación, limitando aún más la capacidad de pago de los prestatarios”, concluye.
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