25 de junio 2007 - 00:00

Algunos pasaron por lo peor del año

Algunos pasaron por lo peor del año
Las malas noticias para algunos siempre son buenas para otros. La cuestión no pasa entonces por quién gana o quién pierde, sino por que sean más los que se benefician que los que se perjudican. Así, cuando un sistema es corrupto o adolece de fallas fundamentales, no podemos sino alegrarnos cuando los cambios tienden a corregir sus distorsiones en pos del bienestar de la mayoría. No, no es de política de lo que hablamos, sino de lo que está aconteciendo estos días en el mercado financiero. La semana que acaba de terminar marca la mayor baja del mercado bursátil desde aquella que finalizó el 2 de marzo (2 por ciento abajo, según el S&P 500 y 2,1%, según el promedio industrial) y la rueda del viernes queda como la primera en poco más de tres meses (para ese día de la semana) en que el Dow cierra en baja y la cuarta mayor merma para una rueda cualquiera en lo que va del año (retrocedió 1,37 por ciento a 13.360.26 puntos). Para peor, el volumen negociado fue el más grande del año (2.600 millones de acciones operadas en el NYSE), en parte como reflejo del vencimiento de las opciones, el rebalanceo de índices, algunas movidas anticipando el fin de mes, pero por sobre todo, el temor de los inversores a lo que están enfrentando. ¿Qué se está enfrentando?

Más que nada la incertidumbre. Incertidumbre al verdadero estado de salud de los más grandes inversores institucionales, cuyo termómetro son hoy los Hedge Funds que administra Bear Stearns y que no parecen tener una salida que haga viable su existencia (han perdido más de 20% de su valor en lo que va del año). Frente a esto, otras noticias como la exitosa colocación de las acciones del Blackstone Group o los temores respecto del futuro de la tasa de interés (el viernes, los treasuries actuaron como refugio de última instancia y su tasa retrocedió a 5,138%) pasan a segundo o tercer plano. Seguramente muchos quedaron descontentos este fin de semana, pero cuando el futuro luce más "limpio de basura" que el pasado, esto sólo puede definirse como una actitud egoísta y lo que es peor: errónea.

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