De Vido visitó ayer la planta de Siemens en Berlín, donde se construyen las turbinas para dos centrales térmicas argentinas.
Berlín - Aunque en teoría sólo se trata de una visita protocolar, la gira de Julio De Vido por Alemania se cargó de definiciones económicas y políticas. Ayer, el ministro de Planificación se reunió con el segundo hombre fuerte de Siemens, Uriel Sharef, con quien además de hablar sobre los millonarios contratos que la empresa está cerrando con la administración de Néstor Kirchner (ver vinculada) no eludió lo importante que sería para el país que Siemens suspenda el juicio que tiene contra la Argentina en el CIADI, tribunal del Banco Mundial, por la rescisión del contrato de los DNI que alcanza los u$s 420 millones.
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Desde Berlín, De Vido dijo que no va a permitir que las petroleras vendan áreas secundarias de exploración «en las que no invirtieron correctamente como si fueran inversiones inmobiliarias» y aseguró que si hubiera una continuidad en el gobierno de Néstor Kirchner, lo acompañaría «hasta que tome una medida con la que no esté de acuerdo».
Hoy es un día clave para la comitiva argentina en la capital alemana. Junto con el secretario de Energía, Daniel Cameron, De Vido se reunirá con el ministro de Economía local, Michael Glos, en una tarde en la que se espera una temperatura inferior a 5 grados bajo cero y nieve. Le reiterará el pedido de apoyo a la Argentina en su propuesta de pago de la deuda con el Club de París. La venia alemana es fundamental ya que junto con España y Japón, son los mayores acreedores argentinos en esa institución a la que le debe u$s 6.300 millones.
Definiciones
Estas fueron las principales definiciones del ministro de Planificación en su primer día de gira oficial por Alemania:
Desinversiones de petroleras: «Estamos mirando con detenimiento si las empresas han invertido en todas las áreas que poseen. Por lo menos hay 12 de todas ellas que están sin inversión. No aceptaremos que vendan o transfieran el contrato a un tercero de un área donde no se hayan hecho correctamente las inversiones. En ese caso, se devolverán al dueño, que es la provincia. Esto no se trata de una inversión inmobiliaria», contestó De Vido cuando un grupo de periodistas le consultó sobre el anuncio de Repsol YPF por la venta de algunas áreas secundarias. «Las petroleras ganan mucho dinero en este país, pero los yacimientos son concesiones. Hay que mirar los números globales de las empresas. Hoy todas tienen ganas de hacer negocios. Pero si creen que les convienen los precios de otros países, que se vayan. No necesitamos atraer inversores porque hoy cualquier banco del mundo presta dinero si hay reservas certificadas», agregó.
Juicio de Siemens en el CIADI: «Todos queremos que el tema del tribunal arbitral del Banco Mundial se resuelva, pero paralelamente debo decir que cuando estudiamos el proyecto que presentó Siemens para la provisión de equipamiento para las nuevas centrales, vi que era impecable. Hay un fuerte deseo para encontrar una salida pero no lo utilizamos como moneda de cambio».
Aunque De Vido asegura que este no es un tema que corresponde a su área y que no hay que mezclar los problemas del pasado con nuevos negocios, en voz baja en Alemania se dice que se trata del tema central (junto con el de la deuda del Club de París) que trajo al ministro a Berlín.
Recomponer las relaciones con Sharef no está mal visto por los ejecutivosde Siemens, que todavía recuerdan el desplante que le hizo Kirchner a ese directivo cuando lo visitó en la Casa Rosada hace poco más de dos años, sin ser recibido.
Pruebas
Nuevas alianzas para ENARSA: «A partir del próximo mes, y a raíz de un contrato que firmó con la empresa norteamericana GXTechnologys, comenzarán a realizar pruebas sísmicas en plataformas off shore, en las que la compañía extranjera invertirá u$s 35 millones a riesgo» y la estatal argentina sólo cobrará cuando el análisis genere un monto superior a esa suma. Este es, según De Vido, el comienzo de nuevas actividades para ENARSA.
Fideicomisos para gasoductos: «En el primer lanzamiento de bonos del fideicomiso de Gas I que hicimos para financiar a largo plazo las obras de los gasoductos por u$s 800 millones, nos ofertaron u$s 1.200 millones a 3,93 puntos sobre la tasa BADLAR. El 52% de lo que se tomó venía del exterior.
Quiere decir que confían más en el país los extranjeros que los propios argentinos. La nueva licitación que se hará ahora para obras proyectadas hasta 2008 será por u$s 2.300 millones y esperamos resultados similares».
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